Lenguaje letal
EL ?LTIMO documento pol¨ªtico p¨²blico del bloque KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista) -en el que se encuentran ETA y otros grupos independentistas vascos- muestra hasta qu¨¦ punto siguen anclados en el pasado quienes han hecho de la violencia indiscriminada la punta de lanza de su estrategia pol¨ªtica. El lenguaje empleado y la t¨¢ctica que propugna no pueden tener otras explicaciones que la cerraz¨®n mental de sus redactores y su incapacidad para comprender el mundo.Esta fijaci¨®n en clich¨¦s inmunizados al paso del tiempo y al debate pol¨ªtico e ideol¨®gico se hace todav¨ªa m¨¢s evidente cuando se la relaciona con la evoluci¨®n paralela que se ha producido en el seno de la sociedad espa?ola en general y de la vasca en particular, en lo referente al progresivo rechazo del terror y de quienes lo practican y jalean. Una prueba de ello la tienen los autores del documento en la respuesta inmediata que el poder judicial y los responsables de organizaciones de periodistas han dado a sus amenazas contra los jueces y la prensa, y en general contra cualquier ciudadano.
Los redactores del documento no han podido negar la evidencia: la opci¨®n nacionalista radical y violenta articulada en torno a ETA tiene cada vez menos apoyo social y poder de convocatoria. Pero, cuando tratan de establecer un diagn¨®stico sobre las causas de este creciente aislamiento, los estrategas de KAS no saben dar otro que el manido del enemigo exterior. Naturalmente, cuando tratan de buscar la forma de atajar tales causas, es para echarse a temblar. Con su peculiar capacidad de an¨¢lisis, echan mano de la conocida receta que denominan "campa?as de agitaci¨®n fuerte" y que, como ya es archisabido -varios miembros de la judicatura y algunos profesionales de la informaci¨®n integran la legi¨®n de v¨ªctimas de este lenguaje expeditivo-, es una forma eufem¨ªstica de referirse a las amenazas de muerte y al asesinato.
Llama la atenci¨®n en todo caso el empe?o con el que los ide¨®logos de KAS insisten en proponer como remedio delproceso de marginaci¨®n social y pol¨ªtica que reconocen f¨®rmulas que no han hecho otra cosa que acelerarlo. De ah¨ª que el documento que han redactado sea una prueba del abismo que separa a ETA y sus corifeos de una sociedad cada vez m¨¢s consciente de los m¨¦todos de terror y del reguero de v¨ªctimas que dejan tras s¨ª. Pero este abismo se agranda a¨²n m¨¢s si cabe cuando se conoce de cerca el doble lenguaje que utilizan. De acuerdo con el documento, la idea de una tregua por parte de ETA y de la posible apertura de conversaciones pol¨ªticas (lo que sus redactores llaman la iniciativa pol¨ªtica de la vanguardia) debe ser tomada como una simple estratagema para reponer fuerzas y dividir al enemigo -representado, principalmente, por los partidos que integran el pacto antiterrorista y que denominan bloque reformista-, ya que el Movimiento Nacional de Liberaci¨®n Vasco "no ha estado, ni est¨¢, nunca en tregua".
El protagonismo creciente de los partidos democr¨¢ticos en el Pa¨ªs Vasco -su presencia sin complejos en la calle, su implantaci¨®n en los ¨¢mbitos locales, los efectos sobre la base social de ETA del pacto nacionalista de gobierno aut¨®nomo (PNV-EE-EA) y la colaboraci¨®n ciudadana con la Ertzaintza- es lo que parece inquietar m¨¢s a los grupos que act¨²an en la ¨®rbita de la organizaci¨®n terrorista. Quiz¨¢ porque los partidos democr¨¢ticos han sabido dar con la horma del zapato que calzan ETA y sus acompa?antes. Al actuar en todos los frentes sociales y pol¨ªticos que durante a?os han estado bajo el monopolio de los amigos de los terroristas, las fuerzas democr¨¢ticas hacen tambalear la plataforma de su poder: la que les sirve para poner en pr¨¢ctica su estrategia del miedo difuso en el Pa¨ªs Vasco, su principal arma electoral y el m¨¢s efectivo medio de cohesi¨®n de su base social.
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