BCCIA

(...) La CIA utiliz¨® el BCCI para ayudar a la Contra nicarag¨¹ense con dinero procedente de la venta de armas a Ir¨¢n. Y cuando la CIA estaba en tratos con su agente mejor situado en Panam¨¢, un tal Noriega, el BCCI fue convenientemente provisto de fondos. Con imaginaci¨®n pueden establecerse lazos entre: a) el irangate-Contra, b) el caso Noriega y c) el acuerdo que retras¨® la liberaci¨®n de los rehenes hasta la llegada de Reagan a la Casa Blanca. (...) Parte del trabajo de los esp¨ªas es s¨®rdida. Unos se infiltran en grupos terroristas, el narcotr¨¢fico o la venta de armas. Otros, en el enemigo. (...) El secreto es a veces esencial. Pero no debe convertirse en un h¨¢bito y ser la tapadera de todo lo que haga un servicio de seguridad. (...) Al secreto suele unirse con frecuencia otra variedad no menos perniciosa: la justificaci¨®n de la transgresi¨®n de la ley con el pretexto de una causa mayor, como "el inter¨¦s nacional". (...)El Watergate, un episodio a la vez vergonzoso y alentador, nos da la clave. Porque es alentador que una sociedad pluralista pueda purgar por s¨ª misma los excesos que ocasionalmente cometan sus gobernantes. (...) Y aunque poco se sabe a¨²n del BCCIA, bien est¨¢ que pol¨ªticos y periodistas hinquen el diente en los departamentos de seguridad y no lo dejen correr. Y que algunos de los grandesdel espionaje pierdan su empleo y les sigan altos cargos de los ministerios. Si han cometido excesos, que empiece la purga.

11 de agosto