Obiang indulta a Mic¨® en visperas del viaje de Gonz¨¢lez a Guinea
Cabizbajo, el rostro cubierto por una gre?uda barba y alineado con otros presos, el ex sargento ecuatoguineano Venancio Mic¨® escuch¨® en silencio el mi¨¦rcoles el anuncio del indulto que le devolvi¨® la libertad tras ocho a?os de c¨¢rcel. El gesto se produce ¨¢ pocas semanas de que el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, viaje, el 9 de septiembre, a la ex colonia de ?frica ecuatorial. Condenado a muerte por haber participado en 1983 en un fallido golpe de Estado contra el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Oblang, Mic¨® protagoniz¨® uno de los episodios m¨¢s tensos en las tortuosas relaciones entre Espa?a y su ex colonia al intentar escapar a su castigo refugi¨¢ndose en la Embajada espa?ola en Malabo. Tras un tenso tira y afloja, fue entregado a las autoridades guineanas bajo la promesa de que no ser¨ªa ejecutado. Su liberaci¨®n es considerada por las autoridades espa?olas como un "hecho positivo" ante la visita a Guinea de Gonz¨¢lez. Se confia adem¨¢s en que Obiang inicie un proceso de apertura democr¨¢tica. El ministro delegado del Ministerio de Defensa Nacional, coronel Melanlo Ebendeng Nsom¨®, fue quien hizo el anuncio por televisi¨®n y con el tel¨®n de fondo de las dependencias de la siniestramente famosa c¨¢rcel de Black Beach, de Malabo, s¨ªmbolo de las atrocidades perpetradas por Francisco Mac¨ªas, antecesor y t¨ªo del actual presidente. Pasa a la p¨¢gina 3
Venancio Mico: "Debo la vida a Felipe Gonz¨¢lez"
Viene de la primera p¨¢ginaEl coronel Ebendeng Nsom¨®, se dirigi¨® vestido con su uniforme a una pat¨¦tica hilera de presos para anunciarles que algunos de ellos hab¨ªan sido Indultados con fecha 2 de agosto. Muy especialmente subray¨® a Venancio Mic¨® que ¨¦l hab¨ªa sido uno de los beneficiados de esta medida y le recalc¨® los esfuerzos "de paz y conciliaci¨®n" realizados a lo largo de la presidencia de Obiang.
Seg¨²n el reci¨¦n estrenado embajador espa?ol en Malabo, Arturo Abello, el indulto de Mic¨® "se inscribe en la apertura pol¨ªtica" que desarrolla en la actualidad el Gobierno de Obiang y constituye un "hecho positivo" de cara a la visita de Felipe Gonz¨¢lez a Guinea. Para el representante espa?ol, "hay que felicitarse por el perd¨®n dado a un hombre" y porque con la liberaci¨®n de Mic¨®" se demuestra el cumplimiento del compromiso de salvaguardar su vida hecho por las autoridades de Guinea Ecuatorial a Espa?a" en 1983.
Ex miliciano de las fuerzas del sanguinario r¨¦gimen de Francisco Mac¨ªas, Mic¨® fue uno de los cabecillas de un intento golpista fracasado en 1983. Obiang era acusado por los sectores nost¨¢lgicos del maci¨ªsmo de ser un traidor al poder del clan Fang de Mongomo, que ha gobernado el pa¨ªs desde su independencia en 1968.
Dos de los compa?eros de Mic¨® en el compl¨®, condenados a muerte al igual que ¨¦l, fueron ejecutados poco despu¨¦s del veredicto. A ¨¦l le salvaron las negociaciones que el Gobierno espa?ol emprendi¨® con el guineano a ra¨ªz de que se refugiara en la Embajada de Madrid en Malabo.
"Debo la vida a Felipe Gonz¨¢lez", admite Mic¨®, al asegurar que desconoc¨ªa la pr¨®xima cita del presidente del Gobierno espa?ol con Obiang.
El ¨¦xito del compl¨® en el que particip¨® Mic¨® hubiese supuesto, seg¨²n los observadores pol¨ªticos y la propia oposici¨®n guineana, el triunfo de la opci¨®n m¨¢s reaccionaria del Ej¨¦rcito guineano y el regreso al clima de terror, violaciones de derechos humanos y matanzas que costaron la vida a miles de guineanos del que Obiang se distanci¨® desde los primeros momentos de su Gobierno. La acogida de Mic¨® en la Embajada de Espa?a, en plena noche y tras fallidos intentos del huido para pedir asilo en otras representaciones diplom¨¢ticas, fue considerada el fruto de un desafortunado c¨²mulo de malentendidos que, entre otras cosas, coincidieron con la ausencia del entonces embajador espa?ol en Malabo. Pero una vez acordado el asilo a Mic¨® en territorio espa?ol, el Gobierno de Madrid tuvo que hacer frente a la reacci¨®n indignada y exasperada de las autoridades de Malabo.
Ayuda econ¨®mica
"Ante todo quiero pedir ayuda econ¨®mica a Espa?a", declara decidido a EL PA?S el ex sargento ecuatoguineano, de profesi¨®n electricista. Decenas de familiares acuden a saludarle a la casa de una de sus hermanas en este su segundo d¨ªa de libertad. "Llevaba a?os sin cortarme la barba porque la privaci¨®n de libertad incluye el que no dejen afeitarse a los reclusos", dice acarici¨¢ndose el rostro ya rasurado.
Las autoridades guineanas, decididas a que Espa?a les entregase a Mic¨®, rodearon con tropas la representaci¨®n diplom¨¢tica mientras Mic¨® permanec¨ªa encerrado, bajo la vigilancia de polic¨ªas espa?oles, en un cuarto de ba?o de la Embajada. El pulso forz¨® la intervenci¨®n personal del entonces ministro de Exteriores, Fernando Mor¨¢n, que fue catapultado a Malabo en un Mystere para negociar con Obiang. El resultado de la conversaci¨®n fue la entrega de Mic¨® al Gobierno guineano con el compromiso por parte de ¨¦ste de que garantizar¨ªa la salvaguardia de la vida del golpista.
El acuerdo fue criticado por varios sectores pol¨ªticos espa?oles que denunciaron la falta de decisi¨®n y firmeza ante las presiones de las autoridades guineanas. Todo se produc¨ªa cuando las relaciones hispanoguineanas se hallaban en unos de sus momentos m¨¢s bajos con el trasfondo de la negociaci¨®n que el Gobierno de Obiang realizaba para culminar el paso de su pa¨ªs al ¨¢rea africana bajo influencia econ¨®mica y pol¨ªtica de Francia, con el ingreso de Guinea Ecuatorial en la UDEAC (Uni¨®n Aduanera del ?frica Central), que se consum¨® el 1 de enero de 1985.
Los c¨ªclicos rumores sobre los supuestos malos tratos e incluso la muerte en la c¨¢rcel del ex sargento, convirtieron el caso Mic¨® en una de las graves espinas de las relaciones hispano-guineanas.
El indulto de Mic¨® se efectu¨® un d¨ªa despu¨¦s del regreso de Obiang a Malabo, tras una gira de tres semanas por la zona continental del pa¨ªs "para convencer" al pueblo de la necesidad de "realizar reformas pol¨ªticas" y la conveniencia de implantar el multipartidismo. El resultado de esta campa?a, que marcar¨¢ el calendario de la transici¨®n democr¨¢tica del r¨¦gimen que se inici¨® con el golpe de libertad de 1979, todav¨ªa no ha sido hecho p¨²blico por el Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.