Disney se convierte en promotor de la arquitectura de alto dise?o
Una 'est¨¦tica del espect¨¢culo' domina los nuevos edificios en Florida y California
Cuando la arquitectura empez¨® a redescubrir, hace 10 a?os, las virtudes de la historia, el color y el capricho, los edificios que resultaron de eso a menudo fueron tildados de ser el ejercicio de dibujantes nost¨¢lgicos de lo anticuado. Disneyano se convirti¨® en un peyorativo aplicado a la obra de posmodernistas como Michael Graves y Robert A. M. Stern. Ahora el calificativo est¨¢ adquiriendo actualidad debido al presidente Michael Eisner. Disney se ha convertido en el principal patrocinador de finales del siglo XX, al encargar trabajos a varios de los arquitectos m¨¢s celebrados del mundo.
Los disneyanos ocupan un nuevo y extra?o edificio neocl¨¢sico en Burbank (California), dise?ado por Graves (los siete enanitos, cada uno una figura de hormig¨®n de casi seis metros de alta, soportan la fachada). En diciembre llegaron los primeros hu¨¦spedes a los dos hoteles de este fin de siglo dise?ados por Stern en Disney World en el lago Buena Vista, en las afueras de Orlando (Florida). Mayo marc¨® la apertura de la arquitectura m¨¢s interesante de Disney, un edificio de oficinas dise?ado por Arata Isozaki en el lago Buena Vista. Y en Euro Disney, en las afueras de Par¨ªs, donde en primavera se abrir¨¢ un parque de atracciones, con instalaciones valoradas en 4.100 millones de d¨®lares, se construyen edificios dise?ados por Graves, Stern, Frank Gehry y Antoine Predock.
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Los motivos de Eisner para contratar a la pr¨¢ctica mayor¨ªa de los arquitectos m¨¢s famosos son complejos. En parte es por imagen corporativa, en parte por entusiasmo personal y en parte como una prolongaci¨®n natural de la incesante y autoconfiada pol¨ªtica comercial de Disney. Adem¨¢s, hay en eso algo de despotismo ilustrado. "Cuesta lo mismo hacer las cosas mal que hacerlas bien", dice Eisner. "Cuesta lo mismo construir 1.200 habitaciones feas".Poco despu¨¦s de llegar a Disney, en 1984, Eisner tuvo su primera cena de trabajon con algunos de los ejecutivos de la empresa y, como descuidadamente, sugiri¨® la construcci¨®n de un hotel con la forma de Mickey Mouse. Quedaron todos sorprendidos y petrificados. Pero a una parte de la vieja guardia la idea no le pareci¨® en absoluto divertida. Ya se hab¨ªan iniciado en Epcot las obras para construir un complejo hotelero, y el departamento de Disney encargado del proyecto hab¨ªa decidido crear un gran hotel convencional -una vulgar confusi¨®n de lat¨®n y vidrio- Eisner, sin embargo, quer¨ªa a Graves, en aquel momento el arquitecto m¨¢s pol¨¦mico del pa¨ªs, para que dise?ara el Swan (758 habitaciones) y el Dolphin (1.514 habitaciones). "Les dije, miren, somos una firma de espect¨¢culos". Eisner consigui¨® a su arquitecto, y ah¨ª se inici¨® la aventura de Disney en el dise?o de alta calidad y distinci¨®n. "Somos Disney. Hemos de tener lo m¨¢s grande, lo mejor y lo m¨¢s selecto", dice Eisner. Lo m¨¢s selecto es un nuevo superlativo de Disney, pero el gusto y la sorpresa est¨¦tica, adem¨¢s de cierto rigor, es lo que hacen de estas fantas¨ªas arquitect¨®nicas algo superior a lo superficial y anodino de Las Vegas.
Disney tiene fama entre los arquitectos (lo mismo que en el cine) por su taca?er¨ªa y microadministraci¨®n. En cada proyecto, Eisner interviene cinco veces para revisar los planos, aprobar la estructura de los muros, los colores de la pintura y los puntos de iluminaci¨®n. Una de las razones que esgrime para intervenir m¨¢s en el dise?o de un hotel que en el proyecto de una pel¨ªcula es que Ias pel¨ªculas pasan, pero los edificios permanecen como un monumento al mal gusto".
Eisner es ambicioso en el mejor sentido de la palabra. Al igual que el fundador de su firma, o como un ni?o grande, piensa en grande y no acepta un no como respuesta. Quiere recuperar el sue?o de Epcot de Walt Disney (que significa prototipo de comunidad experimental del ma?ana), creando una ciudad de 1.550 hect¨¢reas en el extremo sur de su emporio de Florida. Ya ha rechazado proyectos de Stern y Gwathmey Siegel. Una competencia de dise?os entre Helmut Jahn, Charles Moore, Aldo Rossi y las firmas Arquitect¨®nica, Morphosis y Kohn Pedersen Fox, ha dado lugar, de momento, a dise?os aceptados de Jahn, Moore y Rossi. Hacer realidad este sue?o ha sido "una pesadilla", dice Eisner.
Copyright Time Traducci¨®n de Leopoldo Rodr¨ªguez Regueira.
Babelia
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