El duelo Lewis-Burrell amenaza el record mundial

La final de los 100 metros tiene hoy (11.05, La 2) todas las trazas de un estallido. La sensaci¨®n es que el r¨¦cord del mundo caer¨¢ en el estadio ol¨ªmpico de Tokio. S¨®lo har¨¢ falta que el viento no sople por encima del l¨ªmite permitido. Todo lo dem¨¢s est¨¢ asegurado: Carl Lewis, Leroy Burrell e incluso el namibio Frankie Fredericks tienen la capacidad para bajar de 9.90, y quiz¨¢ acercarse a los milagrosos registros de Ben Johnson en Roma y Se¨²l. Con 4 metros por segundo de viento a favor, Lewis marc¨® 9.80 segundos; Fredericks, 9.89, y Christie, 9.90. Y eran los cuartos de final.

Lewis s¨®lo ha corrido una vez m¨¢s r¨¢pido en su carrera deportiva. Fue en 1988, en las pruebas de selecci¨®n del equipo estadounidense para los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l. Entonces registr¨® 9.78 segundos, con casi 5 metros por segundo de viento a favor. El estadio de la capital japonesa apenas daba cr¨¦dito al registro del estadounidense, que se relaj¨® notablemente en los ¨²ltimos 15 metros. La duda nace ahora de la tradici¨®n victoriosa de Lewis en las eliminatorias y las relativas decepciones que ha provocado en las finales de los Campeonatos del Mundo de Roma y los Juegos de Se¨²l. En las dos citas el norteamericano baj¨® de la frontera de los 10 segundos en las semifinales. Sin embargo, no pudo con Johnson, escondido en el juego de las series previas.El papel de Johnson lo interpretar¨¢ hoy Leroy Burrell. El plusmarquista mundial ha vencido este a?o a Lewis en todas las carreras. En Tokio ha decidido reservarse para el gran duelo final. En la primera eliminatoria hizo 10.17 frente a 10.12 de Lewis. En los cuartos de final dio la impresi¨®n de correr agarrotado y s¨®lo marc¨® 10.11, aunque con menos de 2 metros de viento a favor. Por momentos, Lewis gana enteros, pero el recuerdo de Johnson en Se¨²l perdura en la memoria de todos. El canadiense se movi¨® con mucha discrecci¨®n en las eliminatorias, pero arras¨® a la final. Lo m¨¢s probable es que Burrell haya seguido este juego hasta ahora.

La ventaja de Lewis sigue en sus progresos en las salidas. En las tres ¨²ltimas semanas ha dedicado toda su atenci¨®n a este aspecto, la ¨²nica carencia grave en sus carreras. En los cuartos de final consigui¨® un tiempo de reacci¨®n al disparo de 15 cent¨¦simas de segundo, toda una estampida frente a las 20 cent¨¦sima que concedi¨® en los campeonatos de Estados Unidos, donde realiz¨® 9.92 segundos. Si mantiene esta finura en su sistema nervioso ser¨¢ dificil que nadie le gane. Sus ¨²ltimos 40 metros son incomparables, o por lo menos s¨®lo resisten la comparaci¨®n del namibio Fredericks, un atleta ligero, de tranco muy largo, con una capacidad fant¨¢stica de progresi¨®n en el ¨²ltimo tercio de la carrera.

El tercer hombre

Fredericks, que se ha curtido como atleta en la universidad mormona de Brigham Young, se ha colocado como el tercer hombre. Nadie puede desecharle en la final de 100 metros, ni en la de 200, donde su aceleraci¨®n podr¨ªa conducirle a una victoria sobre el favorito Michael Johnson.

El resto lo har¨¢ una pista extraordinaria. Todos los informes sobre la calidad de la superficie de uretano se han confirmado. Los dise?adores aseguran que es una revoluci¨®n comparable a la que produjo el tart¨¢n con respecto a las pistas de ceniza. Los registros de ayer en 100 metros avalan esos pron¨®sticos, a pesar del factor ventajoso que jug¨® el viento favorable a los atletas.