La ¨²ltima batalla del Ej¨¦rcito Rojo
Seg¨²n los reformistas, el golpe ha cambiado para siempre a los militares sovi¨¦ticos
El comandante militar de Leningrado se neg¨® a desplegar sus tropas por la ciudad, la fuerza a¨¦rea se resisti¨® a las odiosas ¨®rdenes de sus superiores, y un consternado oficial de la flota del Pac¨ªfico lleg¨® a inducir a la tripulaci¨®n a sacar en secreto su deteriorado submarino al mar antes de que pudiera servir a los golpistas. Mientras salen a la luz informaciones sobre el alcance de la oposici¨®n militar al intento de golpe de la semana pasada, los reformistas se declaran convencidos de que las Fuerzas Armadas sovi¨¦ticas no volver¨¢n a ser las mismas.
Roto su largo y forzado vasallaje al Partido Comunista, "el romanticismo revolucionario que fue acu?ado en el Ej¨¦rcito, ahora, finalmente, "a visto la luz", dijo VIadimir Lopatin, presidente del Comit¨¦ de Defensa del Parlamento ruso. Lopatin declar¨® tambi¨¦n que se puede esperar que la estructura completa de las Fuerzas Armadas sovi¨¦ticas cambie radicalmente, pasando de una masa centralizada de cuatro millones de miembros a milicias establecidas en las rep¨²blicas, quiz¨¢ unidas bajo un civil como ministro de Defensa.Incluso antes de que el reci¨¦n nombrado ministro de Defensa, Yevgueni Sh¨¢poshnikov, anunciara el domingo que iba a reemplazar al 80% de los mandos militares, un coronel del Estado Mayor, Alexander Kondrashev, coment¨® que "los cambios ya han comenzado, y alcanzar¨¢n los niveles m¨¢s altos. S¨®lo tenernos que aclarar c¨®mo actu¨® cada uno".
El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, prohibi¨® las c¨¦lulas del partido en las Fuerzas Armadas durante el golpe de Estado de la semana pasada, y el presidente sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, emiti¨® un decreto similar el s¨¢bado para toda la URSS. Sin embargo, el verdadero cambio se produjo mucho antes, opina Lopatin, "cuando el Ej¨¦rcito tuvo que elegir a qui¨¦n defender": a los reaccionarios apoyados por el partido o al presidente ruso, que se sali¨® del PCUS hace m¨¢s de un a?o.
En la 'Casa Blanca'
"La gente comprendi¨® al instante que se trataba de un golpe anticonstituciona, dice Kondrashev, uno de los que particip¨® en la defensa del edificio del Parlamento ruso. "Tenemos informaci¨®n de que, al d¨ªa siguiente, el 50% del personal del distrito militar de Mosc¨² se hab¨ªa declarado en contra del golpe", a?ade. M¨¢s de 5.000 militares sovi¨¦ticos defendieron la Casa Blanca, seg¨²n fuentes militares.
Las dotaciones de los tanques leales a Yeltsin se hicieron famosas de inmediato, como el anterior jefe de la fuerza a¨¦rea, Sh¨¢poshnikov, que gan¨® su reciente nombramiento como ministro de Defensa al negarse a lanzar a sus tropas en apoyo del golpe.
Las historias se extienden desde el teniente general que rechaz¨® enviar a sus paracaidistas a Mosc¨² hasta el capit¨¢n Medvedev, que persuadi¨® a los seis miembros de la tripulaci¨®n de un incapacitado submarino para echarse al Pac¨ªfico e intent¨® navegar en superficie con una bandera rusa al viento.
La m¨¢s importante de las historias de heroica insubordinaci¨®n es la del general de divisi¨®n del KGB V¨ªctor Karpujin, quien fue convocado por el jefe del KGB, VIadimir Kryuchkov, a las 5 de la madrugada del lunes 19 de agosto. Se le dijo que Gorbachov estaba enfermo y se le orden¨® detener a Yeltsin con la direcci¨®n completa del Parlamento ruso, y llevarlos luego "a un lugar especialmente equipado" fuera de Mosc¨².
"Desde los primeros momentos, hice todo lo posible para no cumplir las ¨®rdenes", dijo. Sus hombres s¨®lo le obedecer¨ªan a ¨¦l, y su grupo de fuerzas especiales era "la ¨²nica fuerza con la que pod¨ªan contar [los golpistas]".
"Finalmente, Kriuchkov me llam¨® a su despacho y me dijo que la suerte del pa¨ªs depend¨ªa de mi actuaci¨®n", cont¨® Karpujin. "Se me dio la orden de dirigir el golpe", y se le puso al frente de 15.000 hombres pertenecientes a las fuerzas especiales del ministerio del Interior y del KGB. Karpujin elabor¨® un plan para atacar el edificio del Gobierno ruso en mitad de la noche, dispersando a la gente con gases lacrim¨®genos y ca?ones de agua, y utilizando luego helic¨®pteros, lanzagranadas y otros m¨¦todos. "Agradezco a Dios que no acabara dando la orden. En aquella situaci¨®n todo depend¨ªa de m¨ª. Habr¨ªa sido una carnicer¨ªa. Me negu¨¦ a hacerlo".
"Durante mucho tiempo, la divisi¨®n del Ej¨¦rcito era evidente", ha dicho Lopatin, responsable de Defensa del Parlamento ruso. "El Ej¨¦rcito est¨¢ polarizado, eso se ha ido profundizando y ahora estos acontecimientos revolucionarios lo han sacudido todo". En cualquier caso, concluye Lopatin, el Ej¨¦rcito es m¨¢s f¨¢cil que se resquebraje por rep¨²blicas que por ideolog¨ªas. "La amenaza repentina y mortal desde Mosc¨² de la semana pasada hizo que las rep¨²blicas se dieran cuenta de que deb¨ªan tener sus propios ej¨¦rcitos".
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