Cortar orejas no significa haber toreado
Roberto Dom¨ªnguez y V¨ªctor Mendes a?adieron ayer algunos trofeos m¨¢s para sus estad¨ªsticas de esta temporada, aunque no lo hicieron s¨®lo por sus rri¨¦ritos toreando, sino, en mayor medida, porque sus nombres le suenan m¨¢s al gent¨ªo que el del modesto Plaza. Parad¨®jicamente fue ¨¦ste, pese a su inferior balance aritm¨¦tico, el que hizo el toreo puro.La filosof¨ªa que impera en la sociedad actual, en la fiesta y todos los espect¨¢culos de masas, premia la imagen y el nombre rimbombante, con independencla del an¨¢lisis, del juicio mesurado y profundo. As¨ª lo resum¨ªa a la perfecci¨®n un asistente ayer al coso cuando espet¨® en voz alta: "Si las figuras est¨¢n ah¨ª arriba, tienen que ser buenos a la fuerza". Fue muy ovacionado.
V¨¢zquez / Dom¨ªnguez, Mendes,
PlazaCinco toros de Jos¨¦ V¨¢zquez y 1?, de Aldeaquemada, desiguales de presencia, noblotes; 31, bronco y,pel¨ªgroso. Roberto Dom¨ªnguez: oreja- dos orejas. V¨ªctor Mendes: ovaci¨®n; dos orejas. Jos¨¦ Mar¨ªa Plaza: pitos-, oreja. Plaza de Aleal¨¢ de Henares, 27 de agosto, primera corrida de feria. Casi lleno.
Corio lo fue, gracias a esta Filosof¨ªa, todo lo que hicieron las dos figuras y sus respectivas cuadrillas, que, con la aplicaci¨®n de este sistema, tambi¨¦n deben ser muy buenas. Hasta el punto que el p¨²blico oblig¨® a desmonterarse a Curro Cruz tras poner al cuarto toro un magn¨ªfico par... de una s¨®la banderilla. De la misma guisa atronaban las palmas en el turno rehiletero de un desigual Mendes, que tam-bi¨¦n coloc¨® alg¨²n par de un s¨®lo palo.
El portugu¨¦s pech¨® con un lote encastadito y ¨²nicamente dome?¨® al quinto, al que aplic¨® un canjil¨®n de pases, de entre los que destacaron algunos largos redondos y poco m¨¢s. Con su primero se faj¨® sin gran lucimiento antes de fallar reiteradamente con la tizona. Dom¨ªnguez tuvo dos rivales pajunos y tambi¨¦n les sac¨® muchos pases, aunque no los tore¨® mucho. Si acaso algunos templados redondos a su segundo, con el que practic¨® su numerito del descabello, para ¨¦xtasis de los tendidos.
Plaza acus¨® sus pocas actuaciones con el pregonao tercero, de enorme peligro, mientras el p¨²blico le abroncaba injustamente. Se desquit¨® en el sexto, al que lance¨® art¨ªsticamente, embraguetado y ganando terreno. Con la sarga sigui¨® su recital de toreo depurad¨ªsimo. Albore¨® sentimiento y clase a raudales, pero cal¨® en el p¨²blico bastante menos que sus compa?eros y hubo de conformarse con oreja.
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