Un chorro de groser¨ªa bastarda
Angel Alonso quiere hacer un teatro bastardo, he le¨ªdo. Lo consigue.Su compa?¨ªa Catalana de Gags (n¨®tese la broma con Catalana de Gas y, probablemente, la alusi¨®n a las explosiones que se le atribuyeron) trabaja como centro de investigaci¨®n teatral para encontrar un compromiso con nuestro tiempo.
La forma de realizarlo es una caricatura de la mili con los viejos chistes -alguno ya lo o¨ª cuando me toc¨® a m¨ª esa cosa, no recuerdo si en tiempos de Prim o de Weyler- y acentuando lo que se llama lenguaje cuartelero: no parece suficiente.
Cae muy bien, s¨ª, en una juventud masculina que tiene muy clara su oposici¨®n a la leva y para la cual la caricatura del mando es siempre motivo de regocijo, y en muchachitas liberadas que se tienen que re¨ªr con fuerza y sonoridad ante los vocablos del argot sexual machista para demostrar su propia actualidad.
Historias de la puta mili
Historias de la pula mili, de Iv¨¢. Int¨¦rpretes, Ram¨®n Teixidor, Enric Boixadera, Didac Escolar, Kike Ferragut, Xavi Ortiz, Rom¨¢ S¨¢nchez, Charo Sebasti¨¢n. Escenograf¨ªa, Tero Guzm¨¢n. Iluminaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Guerra / Focus. Vestuario, Cristina M. Garc¨ªa. Direcci¨®n, ?ngel Alonso. Producci¨®n de Catalana de Gags. Infanta Isabel, 5 de septiembre.
Sargento
El personaje del Sargento Arensibia fue una creaci¨®n del historietista lv¨¢ (Ram¨®n Tosas), y esta compa?¨ªa lo llev¨® al escenario hace tres a?os: desde entonces corre por ah¨ª con sus mismas transgresiones verbales exageradas, y el mismo efecto.Ha tenido, al parecer, algunos tropiezos con los bienpensantes; pero no los suficientes como para ser lanzada a la fama.
M¨¢s tarde las creaciones de Iv¨¢ fueron llevadas por otros al teatro (Makinavaja, que en este mismo Infanta Isabel fue un ¨¦xito largo y ruidoso) y les quit¨® protagonismo. Con raz¨®n: su contenido ¨¢crata est¨¢ muy acentuado, su concepto teatral es m¨¢s brillante que la mera reproducci¨®n de cuadros.
De todas formas, no hay necesidad de comparar. Esta obscena groser¨ªa de Iv¨¢ y ?ngel Alonso tiene su p¨²blico predispuesto, le hace feliz, y parece suficiente.
Goza especialmente esta clase de espectadores con Ram¨®n Teixidor, que representa al hist¨®rico sargento, y con los otros seis actores que le dan ocasi¨®n de hablar y hablar.
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