El Milan super¨® al Atl¨¦tico tras 24 penaltis
Veinticuatro penaltis, al margen del lanzado durante el encuentro en s¨ª, fueron necesarios para determinar el vencedor. Todo un empacho de esa fruta tan gustosa que los ¨¢rbitros suelen vender tan cara. Especialmente, para Rodax, al que a la tercera le fue la vencida y ya no pudo enga?ar como en las dos anteriores a Antonioli. Fue la cruz del Atl¨¦tico, su castigo por no haber rematado al Milan por medio de Pedro y Manolo, que lo ten¨ªan a merced de sus botas. Pero el p¨²blico se divirti¨® con el suspense. Adem¨¢s, los suplentes amontonados en ambos equipos siempre pusieron voluntad y, en algunos casos, incluso calidad para ganarse la titularidad o aspirar con fundamento a ello. Toni, por ejemplo, se signific¨® de modo positivo en su funci¨®n de defensa lateral ofensivo. El yugoslavo Boban, cuya cesi¨®n se le ha ofrecido al Real Madrid, tambi¨¦n mostr¨® algunas de sus credenciales t¨¦cnicas pese a hallarse bajo de forma f¨ªsica por llevar mucho tiempo en paro.Lo cierto es que el partido, consecuci¨®n del torneo aparte, estaba planteado para ver detalles. Fabio Capello, el sustituto del prestigioso Arrigo Sacchi en el conjunto milan¨¦s, se hab¨ªa presentado sin su tr¨ªo de holandeses, Rijkaard, Gullit y Van Basten, ni alguien tan importante como Donadoni. A ¨²ltima hora, por a?adidura, se qued¨® asimismo sin la posibilidad de alinear a otro yugoslavo, Stojkovic, que el Verona pretend¨ªa prestarle. A su vez, Luis Aragon¨¦s s¨®lo dispuso de entrada de Donato, Soloz¨¢bal y Vizca¨ªno entre los de su once habitual, aunque al final recurri¨® igualmente a Manolo.
Eran demasiadas, pues, las cuerdas nuevas para que pudieran estar afinadas todas ellas. Pero se trataba de o¨ªrlas y juzgar. La m¨¢s llamativa, obvio, era la de Boban. El centrocampista esboz¨® sus cualidades en el primer periodo, cuando el Milan estuvo m¨¢s armado y a ¨¦l le acompa?aban las fuerzas. Se desenvolvi¨® con preferencia por la izquierda y, en alg¨²n momento, como mediapunta. Libre de un marcaje especial, desplaz¨® bien el bal¨®n y dio buenos pases en profundidad. Dispar¨® en dos bazas: en la primera, con potencia y colocaci¨®n, oblig¨® a Diego a ceder el c¨®rner que supuso el gol de Massaro; en la segunda, lo hizo en semifallo. Un violento corte ante Aguilera le acarre¨® la antipat¨ªa de los aficionados y, tan deseoso como estaba de lucirse en el escaparate del Calder¨®n, se descentr¨® y fue relevado.
Mientras tanto, Luis pudo confirmar que la carta Soler no es la ¨²nica que puede jugar por la banda izquierda. El joven Toni le ech¨® coraje y precisi¨®n a sus correr¨ªas por ella, aunque en alg¨²n instante Ferreira tuviera que andar presto para hacerle el quite. Hasta forz¨® el m¨¢ximo castigo que dio pie al empate de Rodax. En el lado contrario, Aguilera actu¨® como un extremo reconvertido y tambi¨¦n se estir¨®, aunque sin tanta profusi¨®n. Diego mantuvo el tipo en el portal y marc¨® uno de los penaltis, lo que no logr¨® su colega, Antonioli, que quiz¨¢ estaba ya harto de ser fusilado y quer¨ªa acabar aquello cuanto antes. A Sabas le cupo la satisfacci¨®n de sentar en el c¨¦sped en una de sus acciones a Baresi. Entre los menos inspirados estuvieron Pedro, que se precipit¨® en la mayor¨ªa de sus intervenciones, y Julio Prieto, al que se le fue la pierna mala, la agresiva, contra Albertini cerca ya de la conclusi¨®n, cuando los nervios se desataron como en las citas trascendentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.