Los 'muyahidin' croatas
La vieja guardia radical ustasha renace en el territorio secesionista
Llegaron una noche armados hasta los dientes y ocuparon la sede de la Asociaci¨®n Croata de Artes Pl¨¢sticas, en la plaza del Rey Tomislav, en pleno centro de Zagreb. En tan s¨®lo cinco d¨ªas, los milicianos del Hrvatska Stranka Prava (HSP) o Partido del Derecho Croata, y su brazo armado, Hrvatska Obranbeni Prava (HOP), han convertido lo que era un hermoso edificio en una fortaleza militar, en la que se amontonan las cajas de municiones, armas ligeras y hasta misiles tierra-aire. La est¨¦tica y las maneras de estos hombres uniformados con trajes de camuflaje difieren considerablemente de las fuerzas de la polic¨ªa y de la Guardia Nacional croata, a las que acusan de no actuar con la suficiente contundencia ante el Ej¨¦rcito yugoslavo.Los dirigentes del HOP aseguran que sus unidades est¨¢n encuadradas dentro de la Guardia Nacional, aunque no desmienten que act¨²an por su propia cuenta. "Hemos asistido a demasiados fracasos de la Guardia Nacional, que muchas veces no est¨¢ donde debe", explica Dobroslav Paraga, el presidente del partido HSP. Todo est¨¢ perfectamente estudiado. La fiereza de los rambos del HOP contrasta con el impecable traje azul marino que luce su m¨¢ximo dirigente, un joven de 31 a?os, de cara angelical y suave voz. "La raz¨®n de nuestra existencia es la indecisi¨®n del presidente Tudjman para conseguir la paz y la independencia de Croacia".
"Nuestros hombres han demostrado su coraje en el frente de batalla. No son profesionales; muchos de ellos han venido de Alemania, Francia e Italia, pero combatir¨¢n como los arrnenios o los muyahidin en Afganist¨¢n". Los recursos econ¨®micos de la organizaci¨®n proceden esencialmente de la poderosa comunidad croata en el extranjero. Como ejemplo, Iv¨¢n Orsanic, un acaudalado hombre de negocios que vive en Canad¨¢ y se encuentra actualmente en Zagreb, ha donado dos millones de d¨®lares para la adquisici¨®n de armamento.
El partido m¨¢s antiguo
El HSP se considera el partido m¨¢s antiguo de Croacia, con 120 a?os de existencia. "Formamos una coalici¨®n pol¨ªtica con otras fuerzas de Albania, Kosovo, Macedonia y Bulgaria", agrega Paraga, y se hallan en la fase de crear una coalici¨®n militar con el objetivo declarado de hacer estallar Serbia por fuera y por dentro (a trav¨¦s de un levantamiento armado en Kosovo) y conseguir la unificaci¨®n de todos los croatas en una gran Croacia, que incluir¨ªa lo que es hoy Bosnia-Herzegovina y una amplia extensi¨®n de Serbia. "As¨ª fue Croacia hasta 1918. Desde entonces hemos vivido bajo el yugo serbio".
Estos sue?os de grandeza se contraponen a los defensores de una gran Serbia como el presidente de esta rep¨²blica, Slobodan Milosevic. En la-propaganda del HSP figura como ¨²ltimo l¨ªder de Croacia Ante Pavelic, jefe del Estado croata ustasha, colaboracionista de la Alemania nazi entre 1941-1945, y responsable de la matanza de m¨¢s de 600.000 serbios. La utilizaci¨®n de la simbolog¨ªa ustasha en algunos uniformes y armas de los miembros del HOP no puede sino acarrear problemas al Gobierno de Franjo Tudjman. "Nuestro partido no se identifica con el r¨¦gimen de Pavelic", intenta explicar Paraga, "sino con el territorio croata establecido entonces. Hay una diferencia entre un pa¨ªs y el r¨¦gimen pol¨ªtico que lo gobierna".
Para complicar m¨¢s las cosas, el vicepresidente del partido, Ante Parajic, result¨® muerto ayer en Zagreb en un control de la policia croata. Los responsables del HSP califican la muerte de Parajic de asesinato pol¨ªtico del Goblerno de Tudjman.
Cualquiera que sea la importancia de esta organizaci¨®n en Croacia -sus dirigentes hablan de 100.000 militantes y 10.000 hombres en armas-, su fanatismo puede ser un serio problema para las autoridades de Zagreb.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.