El ¨²nico n¨¢ufrago rescatado regresa a casa
Gerardo P¨¦rez Pose pas¨® 26 horas solo en mitad de la tormenta del Atl¨¢ntico norte
"Por el momento me encuentro vivo". Estas fueron las primeras palabras que dijo al regresar a casa Gerardo P¨¦rez Pose, un marinero de Malpica (La Coru?a), de 36 a?os, que pas¨® 26 horas solo, a bordo de una lancha salvavidas, en medio del temporal del Atl¨¢ntico Norte. De sus 16 compa?eros del buque de bandera alemana Frank C, 14 de ellos gallegos, no se ha encontrado ning¨²n rastro, despu¨¦s de dos d¨ªas de intensa b¨²squeda por mar y aire en una zona de 6.000 kil¨®metros cuadrados de la costa escocesa, donde se hundi¨® el barco el pasado lunes. "Lo peor son los compa?eros que se me han quedado en el mar", se?al¨® como un lamento Gerardo P¨¦rez, con evidentes huellas en su rostro de la fuerte impresi¨®n sufrida.El marinero, casado y con tres hijos, lleg¨® a ¨²ltima hora de la tarde de ayer al aeropuerto de Santiago, donde le esperaban su esposa, sus hermanos y su padre, un anciano enfermo del coraz¨®n que apenas pod¨ªa contestar a las preguntas de los periodistas. La suerte del resto de los tripulantes depende ahora de la resistencia de otro bote, en el que Gerardo P¨¦rez los vio subir cuando el barco comenzaba a hundirse.
Envuelto en un abrigo, como si todav¨ªa no se hubiese quitado del cuerpo el fr¨ªo de las aguas del Atl¨¢ntico Norte, Gerardo P¨¦rez baj¨® cabizbajo las escalerillas del avi¨®n y no fue capaz ni de responder a las emocionadas muestras de afecto de su esposa. El marinero intent¨® eludir el acoso de los periodistas, a los que contest¨® tan s¨®lo algunas preguntas mientras corr¨ªa junto a su familia por los pasillos del aeropuerto.
"Estoy muy impresionado, much¨ªsimo. Pens¨¦ que me iba a morir". Gerardo P¨¦rez logr¨® echar al agua un bote cuando el Frank C comenz¨® a hundirse, sobre la una de la madrugada del pasado lunes. Seg¨²n su entrecortado relato, el barco se encontraba faenando con el costado abierto. La m¨¢quina tuvo un fallo y el buque hizo una maniobra equivocada, que dej¨® la zona abierta del casco a merced de los fuertes embates de las olas. El agua lo inund¨® y fue escor¨¢ndose hacia babor hasta que se hundi¨® por completo.
Gerardo P¨¦rez vio c¨®mo algunos de los tripulantes -no sabe precisar cu¨¢ntos- saltaban hacia un bote. El hasta ahora ¨²nico superviviente, que se encontraba en la proa, pudo coger otra lancha. Seg¨²n explic¨® en sus primeras declaraciones en Escocia, junto a ¨¦l hab¨ªa otro compa?ero, que desapareci¨® s¨²bitamente. Durante las 26 horas que estuvo a la deriva, en medio de un fuerte temporal, hasta que lo recogi¨® un buque dan¨¦s en la madrugada del martes, Gerardo P¨¦rez confiesa que vio la muerte de cerca.
"Pens¨¦ que no habr¨ªa nadie que me recogiese", explic¨® el marinero, que durante su traves¨ªa lanz¨® varias bengalas de socorro. Pero a pesar de esta angustiosa experiencia est¨¢ dispuesto a volver al mar. "No tengo m¨¢s remedio", dijo con resignaci¨®n. "No tengo otro oficio".
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