Discreteos mas bien c¨®micos
Una pobrecita espectadora se quejaba, con nostalgia, de que el amor hoy no es como lo era entonces. En realidad, el amor tampoco era as¨ª entonces: otro negocio. La coincid¨ªa ha sido siempre una expresi¨®n de deseos, m¨¢s que otra cosa, y don Agust¨ªn era sonrosado, italianizante, algo afrancesado y tambi¨¦n rico, y tuvo un excelente siglo XVIIAgust¨ªn Moreto lo pas¨® bien. Era un excelente escritor castellano; un verso limpio, ir¨®nico -ya sab¨ªa ¨¦l que no era verdad aquella corte en Barcelona-, un vocabulario amplio; Francisco Nieva, naturalmente, le ayuda, tambi¨¦n con su riqueza de idioma y su sentido de las medidas, a que nos suene hov. ?Cu¨¢nto ayuda la m¨²sica! Desear¨ªa que la partitura de Claudio Prieto no se quedara en m¨²sica inc¨ªdental, y fuese grabada: su calidad es perdurable. Con la bella voz de esta misma soprano, Mar¨ªa Eugenia Mart¨ªnez.
El desd¨¦n, con el desd¨¦n
Autor: Agust¨ªn Moreto. Versi¨®n yadaptaci¨®n de Francisco Nieva. M¨²sicacompuesta por Claudio Prieto.Int¨¦rpretes: Enric Maj¨®. Manuel Galiana, Miguel Palenzuela, RafaelRamos de Castro, Juan Sala, Adriana Ozores, Laura Cepeda, NataliaMen¨¦ndez, Cristina Juan, Francisco Xavier Monteiro. Soprano: Mar¨ªaEugenia Mart¨ªnez. Coreograf¨ªa de Ana Yepes. Escenograf¨ªa y vestuario deMario Bernedo. Direcci¨®n de Gerardo Malla. Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico. Madrid. Teatro de la Comedia, 27 de septiembre.
El c¨®mico y el gal¨¢n
Con todo esto, la intenci¨®n del director, Gerardo Malla, de hacer la obra m¨¢s bien c¨®mica llega a buen resultado. Pesa m¨¢s la parte del gracioso, por eso ha sido encargada a Manuel Galiana, que se convierte en el protagonista: en ese hacedor de las voluntades ajenas, medio mago y medio criado, en ese realista cl¨¢sico con sus met¨¢foras de comida y vulgaridad: Galiana brilla, domina.Pierde, naturalmente, el gal¨¢n: Enric Maj¨®, que m¨¢s que gal¨¢n es figur¨ªn, manoteante y exagerado: no por defecto de actor, ni mucho menos, sino en parte por esa inteligencia popular de nuestros cl¨¢sicos que hac¨ªan que los se?ores no existieran, de tan tontos, de no ser por el ingenio de sus criados; quiz¨¢ reflejo de los escritores mismos entre los grandes de la corte, de los que eran, como los m¨²sicos, mitad criados, mitad bufones.
Y en parte, tambi¨¦n, por la decisi¨®n de Gerardo Malla de sacar los relieves de los "discreteos de damas v galanes". Un poco m¨¢s comedida est¨¢ Adriana Ozores, mejor en sus voce, graves que en las agudas, tan ?o?a y mutable como lo pide el texto y la direcci¨®n.
La comedia es, te¨®ricamente, este juego de cuatro damitas, cuatro galancetes -incluyendo el gracioso- que, al final, despu¨¦s de hacernos sospechar desv¨ªos en los que nadie cree, se casan cada oveja con su pareja; y la pareja central del juego es fingir desapego y desdenes para enamorar el uno al otro; y el personaje de la mujer que no quiere amores -llegan a sospechar que pudiera ser hermafrodita- para al final ser vencida: como corresponde a las mujeres, objeto de conquista.
Comicidad a?adida
Los personajes deb¨ªan ser mucho m¨¢s j¨®venes de lo que lo son los actores; muchachos ellos, casi ni?as ellas: por los datos reales de la ¨¦poca. El exceso de edades a?ade comicidad; o los hace m¨¢s tontos, y m¨¢s bobalic¨®n el amor; y mucho m¨¢s listo el criado, tambi¨¦n envejecido por el director. Con todo esto se r¨ªe mucho el p¨²blico; y gusta de un decorado pict¨®rico con gordas se?oritas desnudas, llenas de adorables michelines o lorzas, y de una picaresca celulitis; y vestidas las de verdad -las flaquitas, manejables, flexibles, bonitas de nuestro tiempo exiguo, empeque?ecido- con elegancia y colorido, como sus galanes; bailoteando todos divertidas coreografias de Ana Yepes con la, repito, excelente m¨²sica de Claudio Prieto, con su toque de antig¨¹edad y su arte contempor¨¢neo.Si no se le pide demasiado al teatro, sino distraerse un poco y animarse algo m¨¢s, ver y o¨ªr algo bonito -creo que ¨¦sa es la palabra justa, bonito-, lo que se ve en la comedia es as¨ª, y divertido; y el p¨²blico del estreno lo agradeci¨® mucho.
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