Aviones del Ej¨¦rcito federal de Yugoslavia bombardean el palacio presidencial de Croacia

Viene de la primera p¨¢ginaLa mayor parte de las; ventanas del palacio quedaron hechas a?icos, y las bombas destrozaron el patio interior del recinto. La fachada del edificio fue afectada por el ataque, seg¨²n explic¨® el propio Tudjman por televisi¨®n. Banski Dvori se halla enclavado en la plaza de Radicev, en donde tambi¨¦n se encuentran otros edificios del Gobierno croata, y la iglesia de San Marcos, del siglo XIII, que result¨® da?ada.

"Nos han impuesto la guerra, y ya no dudaremos en luchar a la defensiva contra el agresor. El Ej¨¦rcito ha lanzado una ofensiva generalizada", manifestaba Tudjinan por la ma?ana. Los ataques a los cuarteles del Ej¨¦rcito son para Croacia la ¨²nica forma de hacerse con armas, ya que las otras v¨ªas le han sido cerradas a esta rep¨²blica, explic¨® Tudjman, que defendi¨® la decisi¨®n de no desbloquear los cuarteles antes de un alto el fuego.

"Hernos ofrecido el desbloqueo simult¨¢neo al cese el fuego. Pero dar libertad de rnovimiento a unas fuerzas que est¨¢n destruyendo Croacia antes de poner fin a las hostilidades ir¨ªa contra toda l¨®gica militar. Mientras contin¨²e la agresi¨®n, atacarenios lo que nos suponga un beneficio militar", a?adi¨® Tudjman.

La guerra en Croacia est¨¢ en plena marcha, con violentos combates en todos los frentes. "La guerra nos ha sido impuesta, y ahora debemos cornportarnos seg¨²n las"leyes de la guerra", hab¨ªa declarado Tudjman antes del violento ataque. La Guardia Nacional croata tom¨¦~ ayer dos cuarte)es del Ej¨¦rcito federal en Samobor y Velika Buna, y requis¨® los arsenales que las tropas asediadas no lograron destruir. Las fuerzas croatas capturaron al menos 280 prisioneros en ambos cuarteles. "Ha llegado el momento en que no creemos en absoluto a las autoridades croatas. No tenemos ya con qui¨¦n hablar, porque no cumplen nada de lo acordado", declaraba poco antes el jefe militar de la V Regi¨®n del Ej¨¦rcito, el general Andrea Razeta. "Puede que nuestras vidas acaben aqu¨ª, pero la rep¨²blica de Croacia no lograr¨¢ sus flnes", amenaz¨® Razeta ante varios periodistas, y advirti¨® que "es probable que hoy [por ayer] Zagreb sea atacado".

Rehenes

A preguntas de EL PA?S, el general manifest¨® que ¨¦l y sus camaradas son pr¨¢cticamente rehenes de las autoridades croatas en el centro de Zagreb, ya que ¨¦stas esperan que su presencia impida el bombardeo de la capital. "Pero yo no creo que seamos tal garant¨ªa" dijo. Poco despp¨¦s volv¨ªa a sonar por d¨¦cima vez en 24 horas la alarma a¨¦rea en Zagreb. Esta vez los aviones no ten¨ªanobjetivos en la periferia de la ciudad, sino en pleno coraz¨®n de la misma, el palacio que es s¨ªmbolo de la historia croata y desde h¨¢ce un a?o centro neur¨¢lgico de la lucha por la independencia. Zagreb tiene m¨¢s de un mill¨®n de habitantes. Razeta se declar¨® convencido de que las fuerzas croatas atacar¨¢n en las pr¨®ximas horas los cuarteles del Ej¨¦rcito en el centro de Zagreb y el alto mando de la V Regi¨®n, desde donde ¨¦l dirige las operaciones.

Mientras Zagreb se convert¨ªa en nuevo frente b¨¦lico, otras ciudades croatas eran sometidas ayer a un implacable bombardeo. Las ciudades adri¨¢ticas de Zadar y Dubrovnik fueron atacadas de nuevo por tierra, mar y aire, mientras en el frente de Eslavonia los carros de combate del Ej¨¦rcito federal lanzaban un nuevo ataque contra las ¨²ltimas resistencias croatas en la ciudad de Vukovar, que ya est¨¢ destruida en su totalidad, y contra los bastiones de Os¨ªjek y Vinkovci.En la regi¨®n de la Banija, en la franja del frente m¨¢s cercana a Zagreb, los ataques contra Karlovac y Pokupsko segu¨ªan con gran intensidad. El centro industrial de Sisak fue bombardeado, y fue alcanzada la segunda refiner¨ªa de petr¨®leo m¨¢s importante del pa¨ªs con una capacidad de producci¨®n de 150.000 barriles diarios. Tambi¨¦n se recrudecieron los ataques en Eslavonia occidental, donde el Ej¨¦rcito ?ntenta establecer, a¨²n sin ¨¦xito, -una l¨ªnea de conexi¨®n entre sus fuerzas de Eslavonia oriental, la Banija y el centro de operaciones del Ej¨¦rcito en la ciudad de Banja Lulca, en Bosnia occidental.

A ¨²ltima hora de ayer, Ramiz Alia, jefe del Estado de Albania, pa¨ªs fronterizo con Yugoslavia, puso en estado de alerta a su Ej¨¦rcito debido a que "la guerra entre serbios y croatas amenaza con- extenderse al sur y provocar conseIcuencias tr¨¢gicas para los Balcanes y Europa", seg¨²n un comunicado del Gobierno alban¨¦s.

Las explosiones de los cohetes Katiusha, las granadas de mortero y las bombas de aviaci¨®n en los suburbios de Zagreb, la capital de Croacia, eran ayer ya una mon¨®tona letan¨ªa de casi 72 horas cuando a las 15.05 tres fuertes explosiones en pleno centro disipaban las ¨²ltimas dudas de los pocos incr¨¦dulos que pensaban que la guerra no llegar¨ªa a la capital de la rep¨²blica croata.?l palacio que en su d¨ªa habit¨® el Ban Jelacic, virrey de Croacia, Dalmacia y Eslavonla y h¨¦roe nacional croata, hab¨ªa sido parcialmente destruido por dos certeros cohetes de la aviaci¨®n federal. Otro cay¨® en los cercanos cuarteles de la Guardia Nacional.

Horas antes, dos de los principales contendientes en esta guerra, el presidente eroata, Franjo Tudjman, y el general serbio Andrija Razeta, desde sus respectivas sedes de mando, hab¨ªan coincidido por una vez y en una sola cuesti¨®n: que la guerra total era inevitable si el enemigo no se doblegaba.

Decenas de metros baj¨® el palacio bombardeado, en los viejos refugios antia¨¦reos construidos durante la II Guerra Mundial, centenares de mujeres, ancianos y ni?os esperaban con los ojos llenos de miedo el fin de la alarma sentados en. improvisados bancos de madera. Comenz¨® adem¨¢s la terror¨ªfica actuaci¨®n de los francotiradores, tan anecd¨®tlca en el plano militar como efectiva en el castigo psicol¨®gico de la poblaci¨®n civil.

La milenarla capital croata se halla desde ayer, como desde hace d¨ªas y semanas otras ciudades de esta rep¨²blica, bajo la terrible certeza de que la muerte-acecha a todos, en pleno centro de Europa y en el umbral del siglo XXI.