Los comicios turcos debilitan a Turgut Ozal

ENVIADA ESPECIAL El presidente turco, Turgut Ozal, se encuentra en la cuerda floja. Las elecciones del domingo pasado le han cortado definitivamente las alas de un poder civil que ejerc¨ªa de forma casi absoluta desde 1983. El jefe del Estado no aparec¨ªa en ninguna lista, pero ha sido el gran perdedor.

Los votantes dieron la victoria a Suleim¨¢n Demirel, l¨ªder del Partido de la Recta V¨ªa (DYP) y seis veces primer ministro. Con 180 de los-450 esca?os del Parlamento, Demirel tiene bastante dif¨ªcil lograr un pacto que le permita cambiar la Constituci¨®n, lo que requiere dos tercios de la C¨¢mara, y obligar a Ozal a dimitir en menos de 45 d¨ªas. Este es el periodo que la Carta Magna concede al presidente para que, si el l¨ªder de la mayor¨ªa no ha formado a¨²n Gobierno, encargue a otro la constituci¨®n de Gabinete. Pero, si f¨ªsicamente no se le puede sacar de Cankaya (el palacio presidencial), est¨¢ claro que tanto su poder como su influencia han quedado muy mermados.

Mesut Yilmaz, el primer ministro que dimiti¨® tras los comicios, se hizo cargo del liderazgo del Partido de la Madre Patria (ANAP) y del Gabinete hace tres meses, cuando el partido gobernante se encontraba en sus m¨ªnimos hist¨®ricos, con una popularidad del, 14%, y ha conseguido que su partido se mantenga como segunda fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs.

Nadie descarta ahora una coalici¨®n entre el DYP y ANAP que pasa, como m¨ªnimo, por sellar los labios del presidente de la Rep¨²blica durante los cinco a?os que a¨²n le restan de mandato.