Disuasi¨®n en¨¦rgica
Para destruir "nuevos focos de proliferaci¨®n" de armas nucleares, etc¨¦tera, Andr¨¦s S. Serrano (EL PA?S del pasado 16 de octubre) propone utilizar en ciertos casos armas termonucleares; es decir, las vulgarmente conocidas como bombas H, mucho m¨¢s devastadoras que las bombas at¨®micas o de fisi¨®n.Aunque presentada como un refinamiento estrat¨¦gico, esta tosca y horrenda proposici¨®n es, con todos los respetos, monstruosa. Serrano nada dice de por d¨®nde empezar a aplicar esta contundente t¨¦cnica quir¨²rgica: ?por Israel quiz¨¢, que -como dice ¨¦l mismo- probablemente tiene ya armas nucleares? ?O ha de considerarse a ese pa¨ªs como miembro definitivo del club de naciones con derecho exclusivo a poseer dichas armas?
En realidad, uno de los factores que empujan a la proliferaci¨®n es el hecho de que los pa¨ªses nucleares siguen reiterando el valor disuasivo de las armas at¨®micas (pese a que la teor¨ªa al respecto deje mucho que desear). Como dec¨ªa hace m¨¢s de 30 a?os un destacado sindicalista brit¨¢nico, "si la posesi¨®n de esas armas es beneficiosa para nosotros, ?qu¨¦ derecho tenemos a decir a otras naciones que ellas no tienen por qu¨¦ disfrutar de esas mismas ventajas...?". Si cinco (o seis) pa¨ªses las poseen por sus presuntos efectos disuasorios, ?por qu¨¦ otros no tienen derecho a poseerlas?
Los riesgos ligados a las armas at¨®micas s¨®lo se atenuar¨¢n significativamente cuando los pa¨ªses nucleares reduzcan al m¨ªnimo sus enormes arsenales, con miras a una futura eliminaci¨®n. Las propuestas recientes de los presidentes Bush y Gorbachov van en esa direcci¨®n, pero el camino por recorrer es a¨²n muy largo. Un paso decisivo ser¨ªa un tratado de prohibici¨®n total de pruebas nucleares, pero muchos de los pa¨ªses nucleares siguen oponi¨¦ndose al mismo, facilitando as¨ª una coartada a otros que desean tambi¨¦n -emul¨¢ndolos- dotarse del arma at¨®mica.-
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