H¨¦roes de la resistencia

Hace un tiempo le¨ªamos en EL PA?S un art¨ªculo en el que se glosaban las virtudes de los llamados "h¨¦roes de la retirada", en referencia a aquellos pol¨ªticos hombres de Estado que supieron retirarse a tiempo, posibilitando con su gallarda poitura cambios hist¨®ricos. Hoy d¨ªa parece que abundan m¨¢s los "h¨¦roes de la resistencia", personajes berroque?os aferrados a sus particulares dogmas y fantasmas, incapaces de dar su brazo a torcer y torcedores contumaces de extremidades ajenas. As¨ª ocurre con el compa?ero de farras de don Manuel Fraga, el ¨ªnclito Fidel Castro, quien esgrimiendo unos l¨®gros sociales que ya no consuelan a nadie, es incapaz de reconocer que la miseria que asola a su pueblo se debe a la incuria estructural de su obsoleto r¨¦gimen pol¨ªtico-econ¨®mico y no al uno contra uno que los yanquis mantienen con Cuba. Igual que don Johan Cruyff, con perd¨®n por la frivolidad comparativa, otro preclaro h¨¦roe de la resistencia numantina. Resulta que los sucesivos vapuleos que sufre su equipo no son debidos a un demencial sistema t¨¢ctico, sino a que sus jugadores pierden en el "uno contra uno". Apoyado en una buena estrella que le ha hecho ganar t¨ªtulo por a?o -aunque en la temporada anterior pudo y debi¨® ganar tres-, y en su aureola de profeta del f¨²tbol-espect¨¢culo, el engre¨ªdo holand¨¦s culpa un d¨ªa s¨ª.y otro tambi¨¦n a sus jugadores de perder en ese uno contra uno que no viene en los manuales t¨¢cticos, bien ex pl¨ªcitos por otra parte en se?alar que f¨²tbol ofensivo y ocupaci¨®n racional del terreno de juego no tienen por qu¨¦ ser t¨¦rminos excluyentes como ¨¦l se empe?a en demostrar continuamente, as¨ª como en el dise?o de un sistema de coberturas y relevos que pre venga fallos individuales. En esos matices, y poco m¨¢s, estriban los llamados "sistemas t¨¢cticos" que el holand¨¦s desconoce clamorosamente, limit¨¢ndose a confeccionar alineaciones de la misma manera que entra un elefante' en una cacharrer¨ªa, defenestrando, cual Castro con sus disidentes, al primer chivo exp¨ªa torio que se le ponga por delante (Lineker, Aloisio, Soler, Nando y ahora Stoichkov).

Claro que lo del pueblo barcelonista no es tan grave como lo del cubano, pero no estar¨ªa de m¨¢s que el nuevo orden internacional t¨¦mara cartas en el asunto para acabar de una vez con esos pelmazos de la resistencia y el enga?o.-