La sonda "Galileo" toma por primera vez im¨¢genes de un asteroide cercano a la Tierra
Las primeras im¨¢genes jam¨¢s tomadas de un asteroide a poca distancia (1.600 kil¨®metros) por una nave espacial, a 408 millones de kil¨®metros de la Tierra, est¨¢n almacenadas desde ayer en los ordenadores de la nave Galileo, de la NASA, y no llegar¨¢n a manos de los cient¨ªficos hasta dentro de un a?o. El fallo de la antena principal del aparato, que los t¨¦cnicos intentan solucionar, impidi¨® la transmisi¨®n inmediata de los datos del encuentro con el asteroide Gaspra.
Galileo, lanzada en octubre de 1989, y el asteroide Gaspra se cruzaron a gran velocidad en el terreno propio de los asteroides, es decir, en el gran cintur¨®n comprendido entre las ¨®rbitas de Marte y J¨²piter, a m¨¢s de 300 millones de kil¨®metros del Sol.El cintur¨®n est¨¢ formado por miles de cuerpos rocosos de diferentes tama?os que ser¨ªan material de un planeta que jam¨¢s logr¨® formarse debido a la influencia gravitacional de J¨²piter, o cascotes de un planeta destrozado.
Muchas de esas masas de roca y minerales met¨¢licos salen del cintur¨®n y varias han chocado contra la Tierra, causando efectos devastadores, como el que se supone que fue responsable de la extinci¨®n de los dinosaurios hace 65 millones de a?os.
El estudio cercano de los asteroides puede dar pistas a los cient¨ªficos sobre los or¨ªgenes del sistema solar y la formaci¨®n de. los planetas, pero hasta ahora no disponen de m¨¢s datos que los proporcionados por telescopios terrestres o por las naves espaciales que los han observado a distancias muy superiores a la que se ha acercado la sonda Galileo.
"La informaci¨®n podr¨ªa confirmar nuestros modelos del origen, evoluci¨®n y naturaleza de los asteroides, o podr¨ªa revolucionar nuestros conocimientos", ha comentado Richard P. Binzel, especialista en asteroides del Massachusetts Institute of Technology (EE UU).
12 kil¨®metros de di¨¢metro
La nave Galileo, tal y como estaba previsto, pas¨® ayer a 1.600 kil¨®metros del asteroide Gaspra, un cuerpo rocoso de 12 kil¨®metros de di¨¢metro y forma de patata, tomando 150 fotos, en color y blanco y negro, al tiempo que analizaba su composici¨®n qu¨ªmica. Tambi¨¦n estaba previsto que esas im¨¢genes no llegasen a la Tierra.
La antena principal de la nave, una especie de paraguas que tendr¨ªa 4,87 metros de di¨¢metro si se hubiese desplegado correctamente tras el lanzamiento sigue atascada y los especialistas no han logrado desenganchar tres de las 18 varillas que la forman, a pesar de haber hecho varios intentos desde el mes de abril calentando y enfriando la nave.
Si no se logra abrir esa antena antes, los cient¨ªficos tendr¨¢n que esperar un a?o para recibir los datos, porque en noviembre de 1992 la Galileo se aproximar¨¢ a la Tierra para tomar impulso y dirigirse definitivamente a J¨²piter, su objetivo final. Desde una distancia m¨¢s corta, la nave podr¨¢ enviar los datos almacenados en su memoria a trav¨¦s de la antena peque?a.
Incluso la misi¨®n en J¨²piter est¨¢ seriamente comprometida sin la antena principal. Las im¨¢genes que Galileo tome en 1995 en J¨²piter, con una resoluci¨®n 1.000 veces superior a las tomadas por anteriores naves, lo que significa la misma diferencia que entre leer un libro en las manos o intentar verlo desde el ¨²ltimo piso de un rascacielos, podr¨ªan quedarse en la memoria de la nave sin posibilidad de transmisi¨®n a Tierra.
La Galileo es una nave de dos toneladas y media que ha costado 140.000 millones de pesetas y es una de las m¨¢s avanzadas que se han construido. Lleva 17 experimentos a bordo para estudiar la atm¨®sfera de J¨²piter, la radiaci¨®n, el campo magn¨¦tico y sus lunas. Pero para llegar al objetivo final, en 1995, la nave est¨¢ haciendo un recorrido singular de seis a?os por el sistema solar para tomar impulso gravitacional. Ahora se cumplen dos a?os de viaje, durante, el cual la Galileo ha rodeado Venus y ha vuelto a pasar por las cercan¨ªas de la Tierra. Entretanto, los equipos de la Galileo van analizando el espacio interplanetario y cuerpos como Gaspra y el posible asteroide Ida en 1993.
El lanzamiento de la nave estaba previsto inicialmente para 1986, lo que habr¨ªa permitido el encuentro con Amohitrite, uno de los asteroides m¨¢s grandes, pero fue retrasado hasta 1989 por el accidente del transbordador Challenger en 1986. La exploraci¨®n de este asteroide, que tiene m¨¢s cr¨¢teres y accidentes superficiales habr¨ªa dado m¨¢s pistas sobre si los asteroides son materia original procedente de la formaci¨®n del sistema solar -o son cuerpos ricos en metales que se han calentado y modificado a lo largo del tiempo.
El fallo de la Galileo es uno m¨¢s de los que han sufrido las misiones de exploraci¨®n espacial de la NASA en los ¨²ltimos a?os, el m¨¢s espectacular de los cuales ha sido el mal funcionamiento del telescopio espacial Hubble, cuyos espejos est¨¢n mal fabricados.
A 29.000 kil¨®metros por hora
Galileo se cruz¨® ayer con el asteroide Gaspra a una velocidad relativa de 29.000 kil¨®metros por hora y tom¨® 150 fotograf¨ªas mientras la nave se iba acercando al cuerpo celeste, pero no en el momento de m¨¢x¨ªma proximidad porque las im¨¢genes habr¨ªan salido movidas. Adem¨¢s, el fallo de la antena. principal ha impedido apuntar perfectamente las c¨¢maras de la nave al asteroide y los especialistas han dependido de una s¨®la imagen tomada el viernes pasado para localizarlo.Incluso en condiciones t¨¦cnicas ¨®ptimas no es f¨¢cil enfocar un cuerpo tan peque?o como Gaspra, y los expertos hab¨ªan. programado los ordenadores de a bordo de- forma qu¨¦ las c¨¢maras tomasen una franja ancha de cielo para garantizar un 95% de posib¨ªlidades de captar el asteoride.
Las fotograf¨ªas mostrar¨¢n detalles de 90 metros y, corno el encuentro se supone que se realiz¨® en condiciones adecuadas de flun?naci¨®n solar, ser¨¢n im¨¢genes con excelente contraste de sombras que realce la topograf¨ªa de la superficie de Gaspra.
El primer asteroide se descubri¨® a principios del siglo pasado y el m¨¢s grande que se ha observado es Ceres, de 912 kil¨®metros de di¨¢metro.
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