Rusia respalda a Yeltsin para gobernar por decreto
El Congreso de los Diputados de Rusia dio ayer su firme apoyo al presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, al aprobar por 876 votos a favor y s¨®lo 16 en contra su petici¨®n para gobernar por decreto Rusia durante 13 meses y llevar a cabo una dr¨¢stica reforma econ¨®mica, que cuenta con un amplio programa de privatizaciones y de medidas financieras para poner freno a la inflaci¨®n. La C¨¢mara s¨®lo estableci¨® l¨ªmites formales a los poderes excepcionales solicitados por Yeltsin para llevar a cabo la reforma.
Sin el l¨ªder ruso en la sala y s¨®lo con la bandera de Rusia presidiendo la sesi¨®n -minutos antes se hab¨ªa aprobado una reforma de la Constituci¨®n que permite a los rusos prescindir de la ense?a sovi¨¦tica-, los diputados aprobaron los proyectos presentados por Yeltsin, aunque se reservaron un cierto control parlamentario.El primer proyecto debatido, sobre la organizaci¨®n del poder ejecutivo durante el periodo de reforma econ¨®mica, pretende fundamentalmente la estabilizaci¨®n del pa¨ªs durante un periodo de 13 meses y un estricto sometimiento de los ¨®rganos ejecutivos inferiores a los superiores. En concreto, establece la prohibici¨®n de la pr¨¢ctica totalidad de las elecciones en el territorio de Rusia hasta el 1 de diciembre de 1992. Asimismo, el presidente podr¨¢ reorganizar cualquier ¨®rgano ejecutivo, desde el Gobierno central hasta los municipales, as¨ª como nombrar y destituir a sus miembros de acuerdo -y ¨¦sta es la principal enmienda introducida- con el soviet de diputados. Una segunda enmienda de importancia introducida ayer establece que la vigencia del decreto finalizar¨¢ el 1 de diciembre de 1992.
El segundo proyecto, complementarlo del anterior, otorga al presidente la facultad de gobernar por decreto en materia econ¨®mica. Seg¨²n la ley aprobada ayer, las nuevas normas que se emitan suspender¨¢n de forma autom¨¢tica las actualmente vigentes en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Rusia en todo aquello que las contradiga. El ¨²nico control de los decretos presidenciales queda en manos del S¨®viet Supremo de Rusia, que en un plazo de s¨®lo siete d¨ªas deber¨¢ aceptar o rechazar los decretos presidenciales. Cualquier iniciativa parlamentaria en el ¨¢mbito econ¨®mico deber¨¢ contar con el visto bueno de Yeltsin para salir adelante.
Horas antes de las votaciones de ayer, el l¨ªder ruso se reuni¨® con el grupo parlamentario Uni¨®n Industrial, formado principalmente por directores de empresas, para ganarse su apoyo. Ante ellos hizo algunas precisiones sobre su reforma econ¨®mica, de entre las que destaca que una serie de productos y servicios no se ver¨¢n afectados por la liberalizaci¨®n de los precios. La leche, el pan, la sal, los alimentos infantiles, algunos medicamentos, los combustibles caseros y el vodka seguir¨¢n teniendo precios regulados, as¨ª como el transporte, las comunicaciones, los productos energ¨¦ticos en general y los metales preciosos.
El dirigente ruso les explic¨® tambi¨¦n que en sus conversaciones con el presidente de EE UU hab¨ªa obtenido el visto bueno a la eventual exportaci¨®n de armas por parte de Rusia.
Precis¨® que, una vez valoradas las posibilidades de venta y las necesidades exactas de las Fuerzas Armadas para 1992, se establecer¨¢ un plan de reconversi¨®n del complejo militar industrial.
Ayuda de EE UU
Por otro lado, el Senado y la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos debaten la posibilidad de transferir 1.000 millones de d¨®lares (105.000 millones de pesetas, al cambio actual) del presupuesto de Defensa para dar a la URSS alimentos y asistencia sanitaria y ayudar a la conversi¨®n de las industrias militares sovi¨¦ticas en proyectos civiles, seg¨²n han informado en Washington altos funcionarios de la Administraci¨®n Bush y del Congreso estadounidense citados por The New York Times.La ayuda fue propuesta ayer por los dem¨®cratas y rechazada por los republicanos, pero deber¨¢ debatirse nuevamente el martes pr¨®ximo.
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