Guerrilla y Ej¨¦rcito de El Salvador discuten en M¨¦xico la reforma militar
Las negociaciones para alcanzar la paz en El Salvador entraron en su ¨²ltima fase con la reuni¨®n que desde el lunes mantienen en un hotel de M¨¦xico representantes del Gobierno y la guerrilla. En ellas se ha impuesto la cautela dado que los puntos en discusi¨®n -la configuraci¨®n de una nueva polic¨ªa civil y la reducci¨®n del Ej¨¦rcito- son altamente delicados y dif¨ªciles para lograr un consenso satisfactorio.
A pesar de ello, existe una voluntad general de firmar la paz antes de que expire el presente a?o, probablemente coincidiendo con la Navidad.La principal garant¨ªa de esta nueva ronda de negociaciones se da en la persona del mediador ?lvaro de Soto, representante del secretario general de Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, que es quien conduce las discusiones. Por parte del Gobierno de Alfredo Cristiani ha acudido a M¨¦xico el ministro de la presidencia, ?scar Santamar¨ªa, y por parte del Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional el comandante Shafick Handal. Ambos se encuentran al frente de importantes delegaciones que, en el caso de la guerrilla, aglutina al menos a otros cuatro comandantes m¨¢s.
A puerta cerrada
Las conversaciones se desarrollan a puerta cerrada en una suite del hotel del Prado, cuyos accesos son discretamente vigilados por polic¨ªas mexicanos de paisano. Hasta el momento s¨®lo el propio De Soto, que confes¨® a los periodistas que ¨¦sta era la fase m¨¢s dificil de la negociaci¨®n, y el comandante guerrillero, Roberto Ca?as, que exigi¨® una reducci¨®n del Ej¨¦rcito que lo sit¨²e en el mismo nivel de efectivos anterior a la guerra, son las ¨²nicas personas que han aportado algo de luz sobre el estado de las discusiones.Los dos puntos de negociaci¨®n (polic¨ªa civil y reducci¨®n del Ej¨¦rcito) son los que quedaron pendientes de las reuniones celebradas con ¨¦xito en Nueva York el pasado septiembre. La creaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional Civil, compromiso ya asumido por ambas partes en Nueva York, llevar¨¢ consigo la desaparici¨®n gradual de los tres cuerpos de polic¨ªa que actualmente funcionan en el pa¨ªs (Guardia Nacional, Polic¨ªa Nacional y Polic¨ªa de Hacienda) que, por otra parte, han sido identificados por sectores civiles salvadore?os con operaciones sangrientas y represivas contra la insurgencia y sus seguidores. El FMLN discute la entrada de sus mandos y combatientes en este nuevo cuerpo policial, en combinaci¨®n con los actuales mandos y efectivos de seguridad del pa¨ªs.
Sin embargo, el asunto m¨¢s delicado de estas negociaciones de M¨¦xico estriba en la reducci¨®n del aparato del Ej¨¦rcito, reacio a disminuir su poder¨ªo en el pa¨ªs, que le asegura actualmente un 40% del total de los presupuestos generales.
El Ej¨¦rcito salvadore?o, a ra¨ªz de la guerra, se ha multiplicado en los ¨²ltimos 11 a?os de forma que actualmente cuenta con 55.000 efectivos controlados por 261 jefes militares y un total de 2.037 oficiales. En las negoclaciones se pretende reducir todos estos efectivos a una peque?a fuerza militar operativa, estrictamente ce?ida a la defensa frente a eventuales amenazas exteriores y acorde con una situaci¨®n de paz interior.
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