"?De qu¨¦ paz estamos hablando?"

La paz est¨¢ prohibida en el vocabulario de las contradictorias posiciones palestinas. Tanto quienes apoyan el proceso de Madrid como los que est¨¢n decididamente en contra de las negociaciones entre ¨¢rabes e israel¨ªes bajo la tutela estadounidense no pueden expresarse. Mientras en Amm¨¢n la delegaci¨®n palestina que particip¨® en la conferencia de Madrid estudiaba una estrategia -no s¨®lo para las futuras conversaciones bilaterales sino para calmar a sus cr¨ªticos-, el ej¨¦rcito israel¨ª prohibi¨® a los palestinos ventilar su entusiasmo y sus dudas.

El joven soldado israel¨ª se limit¨® a mostrar una hoja de papel escrita en hebreo. "?sta es zona militar", dijo. El documento hab¨ªa sido escrito en un ordenador. La fecha, nueve de noviembre, hab¨ªa sido puesta a mano. Hubo que dar media vuelta a las puertas de esta aldea cercana a Ramalah que los palestinos opuestos al proceso abierto en Madrid hab¨ªan elegido para criticar a Yasir Arafat. Parad¨®jicamente, fue el ej¨¦rcito israel¨ª el que frustr¨® el ejercicio y centenares de estudiantes palestinos antipacifistas ni siquiera pudieron apearse de los seis autobuses que les transportaban.Metralleta en mano, un sargento corpulento ejerc¨ªa como polic¨ªa de tr¨¢fico para descongestionar lo que sin duda debi¨® ser el primer embotellamiento serio en la historia del estrecho camino a la remota aldea de Beit Liqya.

No hubo incidentes. Los manifestantes frustrados acataron las ¨®rdenes y dieron marcha atr¨¢s. Antes de regresar a su coche, una profesora menuda de 26 a?os llamada Ghadir expres¨® lo que pensaba decir en la manifestaci¨®n que jam¨¢s se realiz¨®.

"La paz de Madrid no existe", declar¨®. "No significa nada. Arafat quiere que creamos que ha sido una victoria, pero nadie le cree. ?Qu¨¦ es lo que hemos conseguido?".

Ghadir prefiere no dar su apellido. Su marido Kamal est¨¢ preso en una c¨¢rcel israel¨ª desde hace 15 meses. ?Tiraba piedras? "Lo tomaron porque ama a su tierra", dijo. "Pero d¨ªgame usted, que viene de Espa?a, ?de qu¨¦ paz estamos hablando?"

Conseguir lo invisible

?sa es sin duda la pregunta que le espera a la delegaci¨®n palestina encabezada por Faisal al Huseini cuando regrese de Amm¨¢n ma?ana. En Jeric¨® se hacen preparativos para una manifestaci¨®n multitudinaria que recibir¨¢ a los palestinos de Madrid. Pero para muchos otros palestinos, Arafat tratar¨¢ de hipnotizar a su pueblo afirmando que Huseini, Hanan Ashraui y el resto han conseguido algo invisible.A la salida de Ramalah, Ibrahim Mahmud, estudiante de ingenier¨ªa, tomaba el sol con sus amigos porque la universidad sigue cerrada. Le faltan dos semestres para graduarse. "Es un error confiar en el plan de paz tal como se les ha vendido a nuestros l¨ªderes", dice. "En Madrid lo que ha habido es una p¨¦rdida de tiempo que s¨®lo beneficia a Israel. Los israel¨ªes hablan de paz, pero siguen construyendo asentamientos. Siguen deteniendo palestinos, incluso aquellos que de puro entusiasmo han organizado esas rid¨ªculas manifestaciones de paz entregando ramos de olivo a los opresores de nuestro pueblo". Mahmud condena sobre todo la ingenuidad de sus compatriotas.