Una puerta entreabierta
La liberaci¨®n de Terry Waite y Thomas Sutherland es uno de esos raros sucesos humanos que lo primero que provocan es la expresi¨®n por parte del liberado de los m¨¢s complejos pensamientos ( ... ). No hay forma posible de cuantificar tanto sufrimiento, aunque s¨ª la agon¨ªa de este confinamiento en soledad que aument¨¢ba ante la incertidumbre de su final, si es que alguna vez llegaba a su fin.Waite y Sutherland hab¨ªan confiado sus destinos a L¨ªbano, pero no ten¨ªan condicionamientos pol¨ªticos. Pudieron considerarse v¨ªctimas de una suerte cruel, pero tal consideraci¨®n seguramente no les proporcion¨® alivio alguno. Quiz¨¢ la implicaci¨®n de Waite ha sido una de esas complejidades que no se comprender¨¢n totalmente durante mucho tiempo ( ... ). Era una terrible iron¨ªa que Waite, con unas convicciones morales que le llevaron a trabajar en favor de los rehenes, fuera secuestrado por la inmoralidad del Irangate ( ... ).
La impresi¨®n que ha quedado ha sido la de una excesiva rigidez para tratar con terroristas cuando una mayor flexibilidad hubiera permitido, al menos, facilitar las condiciones de vida de los rehenes.
Todav¨ªa son necesarias unas palabras de advertencia ( ... ). El estancamiento y la agon¨ªa de L¨ªbano y del resto de Oriente Pr¨®ximo han disminuido. Pero la desesperaci¨®n fomenta este tipo de actos. A¨²n han de encontrarse las soluciones que proporcionen paz para todos.
20 de noviembre
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