El Reino Unido pretende suavizar el texto del tratado en Maastricht

El Reino Unido quiere que la negociaci¨®n de Maastricht se base en un nuevo borrador de tratado, m¨¢s suave y menos ambicioso que el recientemente confeccionado por la presidencia holandesa de la Comunidad Europea (CE). El primer ministro brit¨¢nico, John Major, le sugiri¨® ayer al primer ministro holand¨¦s, Ruud Lubbers, que prepare a toda prisa un nuevo borrador de tratado para la uni¨®n pol¨ªtica, a s¨®lo dos semanas de la trascendental cumbre de Maastricht. La reuni¨®n se extendi¨® dos horas m¨¢s de lo previsto, y funcionarios brit¨¢nicos calificaron al encuentro de productivo. A la salida de la reuni¨®n, Lubbers se limit¨® a decir que "hemos tenido una tarde deliciosa" y se neg¨® a dar detalles de la conversaci¨®n.Major y Lubbers se reunieron ayer por la tarde en el n¨²mero 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro brit¨¢nico. Lubbers lleg¨® a Londres a mediod¨ªa, procedente de Dubl¨ªn, donde se hab¨ªa entrevistado con el primer ministro irland¨¦s, Charles Haughey. En Dubl¨ªn, la conversaci¨®n gir¨® en torno a la cohesi¨®n econ¨®mica en la Europa unida -reclamada por Espa?a, Irlanda, Grecia y Portugal- y sobre la pol¨ªtica agraria comunitaria, que interesa especialmente a Irlanda.
El debate sobre Europa celebrado esta semana en la C¨¢mara de los Comunes ha demostrado que el jefe del Gobierno brit¨¢nico tiene muy poco margen de maniobra: la mayor¨ªa de los parlamentarios -y la mayor¨ªa de los ciudadanos, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas- se opone a que Major haga concesiones de poder significativas, en aras de la futura unidad europea.
Moneda ¨²nica
Major le repiti¨® a Lubbers que no tolerar¨ªa que se impusiera al Reino Unido una moneda ¨²nica europea. Esto significa que Major s¨®lo est¨¢ dispuesto a firmar el tratado de uni¨®n econ¨®mica y monetaria si se le concede al Reino Unido la posibilidad de anular el compromiso antes de la creaci¨®n efectiva de dicha moneda ¨²nica, calculada para 1997 como pronto. La "opci¨®n de salida" fue una de las promesas que hizo el primer ministro en el debate parlamentario.
El primer ministro holand¨¦s lleva a cabo estos d¨ªas una fren¨¦tica vuelta a Europa para sondear las posiciones de cada una de las capitales comunitarias en la recta final de la cumbre de Maastricht. A falta de poco m¨¢s de dos semanas para la cumbre del Consejo de Europa, existen todav¨ªa grandes divergencias en torno a los dos documentos, el pol¨ªtico y el econ¨®mico, propuestos por la presidencia holandesa como base para los tratados en que habr¨ªa de basarse la futura Europa unida. En lo que se refiere a la posici¨®n brit¨¢nica, la m¨¢s reticente a la unidad europea, ser¨¢ crucial la reuni¨®n de Major con el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, prevista para la semana pr¨®xima. Si ambos l¨ªderes no consiguen aproximar sus posturas, las posibilidades de acuerdo en Maastricht ser¨¢n m¨ªnimas.
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