Tropas de refresco parten hacia Eslavonia oriental

Los soldados del Ej¨¦rcito federal vuelven cansados de Vukovar, pero el env¨ªo de nuevos contingentes de reservistas hacia Eslavonia Oriental (Croacia) se?ala que los combates prosiguen.Los portavoces oficiales de las Fuerzas Armadas guardan silencio acerca de las futuras operaciones b¨¦licas, pero Zeljko Raznjatovic-Arkan, comandante de uno de los grupos paramilitares serbios, en contacto directo con la c¨²pula pol¨ªtica serbia, anuncia: "Os¨ªjek caer¨¢ m¨¢s f¨¢cilmente que Vukovar". Y sigue: "Recomiendo al alcalde de Osijek, el se?or Zlatko Kramaric, y al presidente de Croacia, Franjo Tudjman, la entrega de Os¨ªjek para evitar la des trucci¨®n innecesaria de la ciudad y evitar las v¨ªctimas". Los medios de comunicaci¨®ncon oficiales en Serbia describen que Osijek est¨¢ cercado por tres partes, y que existe s¨®lo una v¨ªa de comunicaci¨®n abierta para evacuar a los civiles, preparando as¨ª a la opini¨®n p¨²blica de Belgrado para una nueva batalla.

Sin embargo, los partidos de oposici¨®n en Serbia aprovechan la ca¨ªda de Vukovar y las horrendas im¨¢genes de la destrucci¨®n y la muerte en esta ciudad para pedir el cese de las operaciones b¨¦licas. Dragoljub Micunovic, l¨ªder del centrista Partido Democr¨¢tico, apareci¨® en la televisi¨®n para disuadir del avance hacia Os¨ªjek.

Los partidos de la extrema derecha nacionalista, utilizados por la c¨²pula pol¨ªtica en Belgrado, no piensan obedecer la tregua desafiando los acuerdos firmados por el Ej¨¦rcito.

Los 'chetniks' amenazan

Vojislav Seselj, dirigente del Partido Radical Serbio, advierte que sus tropas, los chetniks, tomar¨ªan las ciudades d¨¢lmatas Zadar y Sibenik. El Ej¨¦rcito federal comenz¨® ya la retirada de sus cuarteles en estas ciudades.

Goran Hadzic, el presidente de la "regi¨®n libre serbia" de Eslavonia Oriental, cuyo Gobierno estableci¨® su sede en las ruinas de Vukovar, precisa: "Debemos derrotar a las formaciones paramilitares croatas y luego eventualmente negociar con ellas".

El Ej¨¦rcito federal, carente de hombres para rellenar las filas de combate -sobre todo para la infanter¨ªa y la lucha casa a casa-, depende de los voluntarios y de los chetniks, aunque luego ¨¦stos no aparecen en la televisi¨®n cuando se celebra la victoria. Te¨®ricamente, todos los grupos paramilitares serbios obedecen a los mandos del Ej¨¦rcito.

Por lo pronto, no se anuncia el desarme de estos grupos paramilitares porque, si se toman en serio las palabras de Zeljko Raznjatovic-Arkan, ex criminal, el Ej¨¦rcito sigue necesitando de los servicios de los paramilitares. Ning¨²n general ha desmentido los proyectos de Arkan acerca de la futura toma de Osijek.