Una investigaci¨®n apunta que el VIH surge de experimentos con sangre de monos
Las transfusiones de sangre a humanos procedentes de monos y chimpanc¨¦s entre 1920 y 1960 pueden ser la causa de la actual epidemia de sida, seg¨²n una investigaci¨®n publicada esta semana por la revista cient¨ªfica Nature y desarrollada por el doctor Charles Gilks, de 39 a?os, del hospital John Radcliffe del Oxford (Reino Unido), actualmente en el Instituto de Investigaci¨®n M¨¦dica de Kenia, en Nairobi.
Al menos 34 personas recibieron sangre de 17 chimpanc¨¦s durante los experimentos que se hicieron entonces para intentar descubrir si los par¨¢sitos de la malaria en la sangre de los animales infectar¨ªan a los humanos. Otras 33 personas recibieron sangre de gente a la que se le hab¨ªa hecho una transfusi¨®n con sangre de chimpanc¨¦ y otras dos recibieron sangre de mangabey de collar blanco. Los ¨²ltimos experimentos de este tipo sobre la malaria tuvieron lugar en los a?os sesenta en EEUU, y en ellos fueron utilizados presos, seg¨²n Gilks.El primero en salir a la luz fue un caso en 1922, en el que dos investigadores se inyectaron sangre de chimpanc¨¦, sabiendo que ¨¦stos portaban par¨¢sitos de malaria. Su idea era ver si la versi¨®n de la malaria de los chimpanc¨¦s era similar a una de las formas conocidas de infecci¨®n en los humanos.
Un trabajo en esta misma l¨ªnea se llev¨® a cabo en 1939, cuando se realizaron numerosos intentos por transferir la malaria de los chimpanc¨¦s a los seres humanos, bien directamente o a trav¨¦s de transfusiones de sangre de gente que previamente ya hab¨ªa recibido transfusiones del chimpanc¨¦.
Experimentos de este tipo continuaron hasta mediados los. a?os cincuenta. Hubo ensayos espor¨¢dicos posteriores en los que seres humanos fueron inoculados con sangre de mangabey de collar blanco.
Gilks calcula que las 34 personas fueron directamente inoculadas con sangre de 17 chimpanc¨¦s, y las restantes 33, con sangre de gente que hab¨ªa recibido previamente esta transfusi¨®n. Dos personas est¨¢n registradas como receptoras directas de sangre de mangabey de collar blanco, y se cree que otras tres recibieron sangre de macacos -mezclada con sangre de babu¨ªnos- que previamente hab¨ªan sido inyectados con sangre de mangabey de collar blanco infectada con malaria. Todas estas personas presentar¨ªan hoy un alt¨ªsismo riesgo de infecci¨®n por alg¨²n tipo de virus de inmunodeficiencia.
Virus end¨¦mico
Nadie ha explicado hasta ahora de forma satisfactoria c¨®mo surgi¨® el virus VIH-1, causante del sida, una enfermedad que ha alcanzado proporciones de epidemia en ?frica, Europa y Norteam¨¦rica. Los or¨ªgenes de virus similares permanecen igualmente en el misterio: las ra¨ªces del VIH-2, un virus de inmunodeficiencia humana end¨¦mico en parte de ?frica Occidental, son desconocidas, como los virus de inmunodeficiencia de los simios (VIS) que padecen colonias de monos en los laboratorios de EE UU.
Gilks intenta hallar una relaci¨®n entre el virus causante del sida y los experimentos sobre malaria en seres humanos. Si la sangre animal inoculada conten¨ªa virus similares al VIS, la barrera entre especies, entre humanos y monos, habr¨ªa sido cruzada y los virus podr¨ªan haber evolucionado en las formas que se observan hoy en los pacientes de sida.
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