El anticomunismo entrega las armas en Colombia
La paz toma cuerpo en el Magdalena Medio
Integrantes de los grupos que durante 11 a?os llevaron a cabo la m¨¢s violenta campa?a contra todo lo que significara comunismo empezaron la pasada semana a llegar a Puerto Boyac¨¢, la llamada capital de la antisubversi¨®n, para entregarse a un juez de orden p¨²blico enviado especialmente a esa conflictiva y tumultuosa poblaci¨®n de la rica zona del Magdalena Medio.
En actos r¨¢pidos y sencillos, los paramilitares entregaron sus armas y confesaron dos delitos: porte ilegal de armas y concierto para delinquir. Las armas entregadas, de ca?ones a granadas pasando por rev¨®lveres y fusiles de asalto, sumaban m¨¢s de 300. "Despu¨¦s de esta decisi¨®n, ahora corresponde a la guerrilla responder", dicen los responsables de estos grupos, y lo mismo piensan los habitantes de Puerto Boyac¨¢.Los responsables de estos grupos niegan los v¨ªnculos con los narcotraficantes y con las matanzas de campesinos que se les han atribuido.
El Gobierno se siente optimista. Cree que esta desmovilizaci¨®n de las autodefensas del Magdalena Medio es un gran paso hacia el desarme del pa¨ªs. Pero de momento no ha habido un pronunciamiento de la Coordinadora Nacional Guerrillera, que exige, para continuar el di¨¢logo, el desmantelamiento de estos grupos paramilitares en todo el pa¨ªs.
Una larga negociaci¨®n
Esta desmovilizaci¨®n, a la que se espera se sumen m¨¢s de 500 paramilitares, es el resultado de un largo proceso de negociaci¨®n en el que jug¨® un papel decisivo uno de los movimientos guerrilleros.Hace casi dos a?os, en Puerto Boyac¨¢ se realiz¨® una reuni¨®n por la paz. All¨ª, delante de los delegados del reci¨¦n desmovilizado M-19, de pol¨ªticos que abiertamente auspiciaban autodefensas en distintas regiones del pa¨ªs y de delegados de la Iglesia, los jefes paramilitares manifestaron que su deseo era entregar las armas.
Dijeron tambi¨¦n entonces que no aceptaban que se les tratara como a delincuentes: ellos ped¨ªan una negociaci¨®n de tipo pol¨ªtico. El Gobierno se neg¨® y les ofreci¨® los mismos beneficios que a los narcotraficantes: reducci¨®n de penas a cambio de la confesi¨®n de delitos.
Este forcejeo, en el cual nadie cedi¨®, se resolvi¨® finalmente el pasado 4 de octubre cuando el llamado Congresito (ente legislativo que funcion¨® desde la clausura de la Asamblea Nacional constituyente hasta la instalaci¨®n hace unos d¨ªas del nuevo Congreso) aprob¨® una norma que concede el beneficio de excarcelaci¨®n a quienes confiesen porte ilegal de armas y concierto para delinquir.
Las gentes de Puerto Boyac¨¢ hablan estos d¨ªas con confianza del futuro, despu¨¦s de a?os en que esta poblaci¨®n fue se?alada como la capital antisubversiva de Colombia: all¨ª, se dijo, funcionaron las m¨¢s sanguinarias escuelas de sicarios.
En la avenida central del puerto queda el monumento al promotor de las autodefensas, una estatua de Pablo Emilio Guar¨ªn, asesinado en 1987. Grabada en una placa se puede leer una de sus frases preferidas: "Si a la vera del camino hallaran mi cad¨¢ver, no lo recojan: d¨¦jenlo para que los buitres de las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] lo devoren. Recojan mis ideas y mis banderas y sigan adelante".
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