Entrem¨¦s

Los entremeses que han entretenido a los bolsistas en los dos ¨²ltimos a?os, cuando la Bolsa ense?aba los dientes de sierra, se han acabado. Los manuales econ¨®micos dicen que la Bolsa cotiza expectativas. Estamos a fin de a?o y los defensores de los gr¨¢ficos como instrumento de an¨¢lisis est¨¢n revisando a la baja los soportes anteriores. Las expectativas que maneja el mercado est¨¢n claras. No queda opci¨®n para ganar unos duros antes de fin de a?o. Las ampliaciones de capital se han replegado pr¨¢cticamente del mercado a la espera de mejores precios de salida. De poco sirve que algunos an¨¢lisis recuerden que son cada vez m¨¢s las empresas cuyo valor contable por acci¨®n es superior de su valor burs¨¢til.Resulta sorprendente, adem¨¢s, c¨®mo algunas sociedades est¨¢n logrando casar operaciones con escaso movimiento de acciones. La estrechez de un mercado a la hora de marcar precios no es buena porque cualquier inversor medianamente potente puede condicionar un precio de referencia al resto del mercado. Basta con ver los vol¨²menes del mercado continuo para constatar que los precios se van formando a lo largo de cada jornada con un negocio cada vez m¨¢s escaso.