La Reina, en Vizcaya

LA VISITA de la Reina al Pa¨ªs Vasco, en apoyo de la campa?a contra las drogodependencias, permite valorar las enormes diferencias que existen entre un concepto civilizado del problema y la torpe actitud de los esquem¨¢ticos. La presencia de do?a Sof¨ªa en la Universidad de Deusto (Bilbao) el pasado mi¨¦rcoles para presidir los actos de entrega de diplomas de la primera promoci¨®n del master en drogodependencias, promovido por la citada universidad y la Fundaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n, es, adem¨¢s de un acto de enorme simbolog¨ªa pol¨ªtica, una muestra m¨¢s de la atenci¨®n que dedica desde hace a?os a uno de los principales problemas que aquejan a la sociedad espa?ola.No es infrecuente que representantes de las m¨¢s altas instancias de la vida pol¨ªtica o institucional de un pa¨ªs ocupen parte de su tiempo y energ¨ªa en potenciar la conciencia social que exigen determinados problemas, necesidad inevitablemente unida a su complejidad (m¨¢s de 100.000 heroin¨®manos y de 75.000 cocain¨®manos en Espa?a, seg¨²n aproximaciones estad¨ªsticas oficiales). La droga, adem¨¢s de drama personal y colectivo, es tambi¨¦n campo abonado para todo tipo de propuestas: desde las m¨¢s simplistas y reaccionarias (caza de brujas populares, enfoque exclusivamente represivo ... ) a las proclives a la demagogia (liberalizaci¨®n sin m¨¢s y en un solo pa¨ªs, paternalismo, etc¨¦tera). El denominador com¨²n suele ser la ignorancia. Quiz¨¢ por ello la creaci¨®n de especialistas en la materia se convierta en uno de los pocos y m¨¢s s¨®lidos caminos para tratar de resolver civilizadamente una de las mayores preocupaciones colectivas.

Los escasos discrepantes de la visita real al Pa¨ªs Vasco coinciden objetivamente con las actitudes m¨¢s reaccionarias, aquellas que simplifican y equiparan hasta el rid¨ªculo la instituci¨®n mon¨¢rquica con la opresi¨®n nacional. Pero si el talante de los abertzales m¨¢s radicales no se distingue por su tolerancia, el de su brazo ejecutor se ha significado en numerosas ocasiones por m¨¦todos m¨¢s expeditivos para combatir la drogadicci¨®n: tiros en la nuca o bombas en los locales donde hipot¨¦ticamente se trafica con estupefacientes. Frente a la ignorancia o la barbarie, la formaci¨®n cient¨ªfica de expertos en el problema es, con toda seguridad, la respuesta m¨¢s positiva. El compromiso manifestado por la Reina en el Pa¨ªs Vasco avala esa respuesta.