Bibi Andersson: "La culpa de que yo no haya sido una 'sex symbol" la tiene Bergman"

El t¨ªtulo Una estaci¨®n de paso le va que ni pintado a la actriz sueca Bibi Andersson. Con ¨¦l, y a propuesta de? productor El¨ªas Querejeta-y bajo la direcci¨®n de su hija Gracia, que realiza as¨ª su opera prima, la actriz preferida de Ingmar Bergman debuta en el cine espa?ol. Bibi Andersson (Estocolmo, 1935) ha estado en Madrid durante varias semanas sesiones" afirma- -y el s¨¢bado acab¨® su trabajo y ha vuelto a Estocolmo, al teatro que, dice, le atrae "m¨¢s que el cine". Y, con un sorprendente sentido de] humor, afirma: "La culpa de que yo no haya sido una sex symbol la tiene Bergman".

La m¨ªtica protagonista de los dramas cinematogr¨¢ficos de Bergman se presenta, vista de cerca, como una mezcla entre aquel Puck, duende del bosque de Shakespeare, y Caperucita roja, color del que va vestida. Pero, aunque juvenil, el suyo es un rojo elegante, porque esta se?ora sueca nada tiene que ver con una de aqu¨¦llas que retrataba el cine de Lazaga de los a?os sesenta. Lleva en los escenarios desde 1953. Ingres¨® en la prestigiosa Academia Real de Arte Dram¨¢tico de Estocolmo en 195(5. Un a?o m¨¢s tarde apareci¨® en su carrera Ingmar Bergman y rod¨® pel¨ªculas como El s¨¦ptimo sello, Fresas salvajes, Persona...La pregunta es inevitable ?Qu¨¦ hace una sueca como usted en un pa¨ªs como ¨¦ste? "Es la primera vez que trabajo en Espa?a y estoy muy contenta", dice. "Me sorprendi¨® ' mucho cuando me llam¨® El¨ªas Querejeta que, seg¨²n me dijeron, era un productor de primera clase, y yo hab¨ªa visto pel¨ªculas que ¨¦l hab¨ªa hecho. Luego, el gui¨®n me pareci¨® muy interesante porque me record¨® la ¨¦poca en que hac¨ªamos aut¨¦nticas pel¨ªculas, que no eran forzosamente grandes aventuras o dramas sino algo que reflejara cosas muy de dentro. Adem¨¢s, el hecho de que fuera dirigida por una mujer y ¨¦sta su primera pel¨ªcula, me pareci¨® a¨²n m¨¢s interesante.

Ama de casa frustrada

De su papel en Una estaci¨®n de paso, dice: "Soy una alemana casada. con un espa?ol, con todos los problemas de la vida cotidiana. Me preocupaba que fueran costumbres diferentes a las que yo conoc¨ªa. No hay tantas diferencias aunque, por ejemplo, en Suecia hab¨ªa una moda mucho m¨¢s extendida que aqu¨ª -women`s liberation- que consideraba muy reaccionario decir 'voy a dejar de trabajar y me ocupar¨¦ de m? marido y mis hijos'. Bajo mi punto de vista, intepretar el papel de una mujer as¨ª ten¨ªa que ser muy tr¨¢gico, hacer de alguien que se enga?aba a s¨ª misma... En cambio, aqu¨ª en la pel¨ªcula me dicen que esa opci¨®n es muy s¨®lida, esa mujer no es infeliz y, al principio, me cost¨® un poco darme cuenta de que dentro de m¨ª misma hay, a lo mejor, un ama de casa muy frustrada".

?El fantasma de su trabajo con Ingmar Bergman le sigue persiguiendo? "Desgraciadamente s¨ª. Pero, por otra parte, me doy cuenta de que para m¨ª fue como una invitaci¨®n a participar en algunas de las m¨¢s importantes pel¨ªculas que se han hecho en nuestra ¨¦poca; lo que ocurre es que yo en aquella ¨¦poca no me daba cuenta. Lo de que me asocien siempre con el cine de Bergman es un precio que hay que pagar".

?Y le ha molestado que, por los trabajos con Bergman, le encajaran en el drama y no le ofrecieran comedias? "S¨ª, eso s¨ª que me molesta, porque cuando era joven todo el mundo a mi alrededor, incluso mis padres y yo misma, pens¨¢bamos que yo era una chica muy graciosa, no lo suficientemente guapa para ser una actriz de cine, ni suficientemente dram¨¢tica para ser una actriz de tragedia, por lo que yo siempre pens¨¦ que la comedia iba a ser mi destino. Pero gracias a las pel¨ªculas de Bergman, que eran muy serias, aunque yo hac¨ªa de chica inocente, la gente empez¨® a pensar que yo era una persona muy seria. Y cuando la gente empieza a tratarte de una cierta forma, te conviertes en eso. De alguna forma, Ingmar Bergman tiene la culpa de que yo no haya sido una sex symbol, por ejemplo, y no me habr¨ªa importado serlo, adem¨¢s de lo que he representado".

Bibi estuvo en Barcelona hace dos a?os con Largo viaje hacia la noche, de O'Neil, dirigida tambi¨¦n por Bergman. Y volver¨¢ a Espa?a, en junio pr¨®ximo, en la Expo de Sevilla, con otro montaje teatral, Peer Gynt, de lbsen, tambi¨¦n dirigida por Bergman. "S¨ª, me sigue persiguiendo, pero ahora s¨®lo me da papeles de madre. A veces me pregunto", dice entre risas, "si Bergman no pensar¨¢ que ¨¦l y yo somos de la misma generaci¨®n".

Respecto a si tendr¨¢n que pasar varios a?os hasta que ruede una nueva pel¨ªcula, afirma Andersson: "Yo no s¨¦ cu¨¢nto tardar¨¦ en hacerla porque si quisiera realmente hacer pel¨ªculas puedo encontrar m¨¢s papeles. Pero ahora he volcado todas mis energ¨ªas en ser directora de teatro y, claro, no puedes hacer las dos cosas". ?Y por qu¨¦ no directora de cine? "Me doy cuenta de que me llega el stress enseguida y creo que hace falta un nervio de acero para dirigir cine. Bergman siempre me dec¨ªa, y no le entend¨ªa entonces, que estaba siempre tan enfadado porque era la puta de todo el mundo"... Yo prefiero trabajar con mi propia sensibilidad, en el teatro".