Autoacusaci¨®n

En el editorial de EL PA?S del s¨¢bado 7 de diciembre hablan ustedes de la situaci¨®n precaria en que vive nuestra lengua, agredida por, entre otros, los medios de comunicaci¨®n. No s¨¦ si tendr¨¢n clara conciencia de ello, pero me temo que la autoacusaci¨®n del caso es una mera f¨®rmula. ?Por qu¨¦ no se buscan ustedes un corrector de lenguaje que sepa de verdad lengua castellana?Voy a presentarles una peque?a muestra de los asaltos contra nuestra lengua por parte de los diversos redactores de EL PA?S. El d¨ªa 30 de noviembre, en la primera p¨¢gina, dentro de un art¨ªculo dedicado a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, leo "... y que los bancos podr¨¢n fijarlo de acuerdo a... ". ?Oiga! ?En qu¨¦ corrector de estilo han revisado este art¨ªculo? Quiz¨¢ sea de estilo ingl¨¦s, porque, desde luego, castellano no es; en castellano -o espa?ol, si lo desean- los acuerdos son con. Y no es la primera vez que nos pegan esta bofetada ling¨¹¨ªstica; no repasar¨¦ todo el peri¨®dico, pero no creo que me confunda si afirmo que expresiones similares abundan en otras p¨¢ginas. Ciertamente que una golondrina no hace verano; pero ustedes tiene aut¨¦nticas nubes. Debajo del art¨ªculo citado, en letras may¨²sculas, escriben: "El bachillerato durar¨¢ dos cursos y habr¨¢ cuatro opciones".

Sigamos: en la p¨¢gina 17 del mismo diario, en la parte inferior, hay un art¨ªculo sobre la marcha de Felipe Gonz¨¢lez a Israel. Y en la segunda columna podemos leer: "El lenguaje sobre el conflicto de Gonz¨¢lez ser¨¢ ...". Es decir; no s¨¦, porque no me lo dicen, qu¨¦ clase de lenguaje ser¨¢, pero lo m¨¢s grave para m¨ª es que aluden ustedes a un conflicto de Gonz¨¢lez, del que despu¨¦s no vuelven a decirme nada.

Todo ello por no colocar el complemento junto a la palabra complementada. ?Quiere usted que siga?, porque defectos de este ¨²ltimo calibre aparecen en su peri¨®dico todos los d¨ªas, de modo que a veces puede leerse que "los ni?os de ternera comen carne de Juan".- Santos Redero Belfido.