Gobierno y guerrilla ultiman en Nueva York el tratado de paz en El Salvador
ENVIADO ESPECIAL, El Gobierno y la guerrilla salvadore?os reanudaron ayer sus conversaciones en Nueva York con el compromiso de dotar de contenido antes del d¨ªa 10 a los acuerdos de paz alcanzados en la Nochevieja. El acta deber¨¢ ser sometida ala firma definitiva el pr¨®ximo d¨ªa 16, en el curso de un acto solemne en M¨¦xico que contar¨¢ con la presencia de varios mandatarios extranjeros comprometidos con el proceso de paz, entre ellos el jefe del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, seg¨²n confirm¨® ayer el subsecretario de] ministerio del Portavoz Miguel Gil.
Tambi¨¦n asistir¨¢n los presidentes de Colombia, C¨¦sar Gaviria, y de Venezuela, Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. El eco y el apoyo internacional han sido b¨¢sicos e imprescindibles para que la guerrilla y el Gobierno salvadore?os est¨¦n irreversiblemente condenados a entenderse, pese a las presiones de la extrema derecha.De momento, los negociadores de ambos lados parten de un ¨²nico texto de tan s¨®lo seis p¨¢rrafos donde se fija un calendario de actuaciones que, en caso de no ser respetado, permite al mediador de las Naciones Unidas, el peruano ?lvaro de Soto,, imponer sus criterios para que se pueda respetar la fecha del 16 de enero.
Esos seis p¨¢rrafos se tendr¨¢n que convertir en cuatro d¨ªas en un acta de 75 p¨¢ginas, donde deber¨¢n quedar claros dos aspectos fundamentales, que cambiar¨¢n para siempre la estructura de poder en este pa¨ªs constitucionalmente dirigido por un presidente democr¨¢tico, Alfredo Cristiani pero sometido a la fuerte presi¨®n de una oligarqu¨ªa econ¨®mica y una c¨²pula militar dominante que constituyen el verdadero brazo ejecutor de su pol¨ªtica.
Jaque a la extrema derecha
Los dos aspectos m¨¢s delicados, que cuentan con el rechazo de la poderosa extrema derecha, inductora durante d¨¦cadas de las m¨¢s espeluznantes violaciones de los derechos humanos, son la reducci¨®n a la mitad de los 60.000 efectivos de las actuales Fuerzas Armadas, que conlleva la depuraci¨®n de un porcentaje similar de jefes y oficiales, y la legalizaci¨®n de la ocupaci¨®n . por la guerrilla de las tierras arrebatadas a los terratenientes de las zonas ocupadas. El Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) ha advertido ya que no admite otra forma de desmovilizaci¨®n que "la de canjear los fusiles por los arados".Medios diplom¨¢ticos occidentales aseguran que las negociaciones iniciadas ayer en Nueva York se presentan "dif¨ªciles" porque las presiones y la resistencia de la oligarqu¨ªa econ¨®mico-militar son cada vez mayores. "Hay gente en este pa¨ªs, minoritaria pero poderosa, que ha hecho o¨ªdos sordos a los acuerdos de Nueva York", se?alaron. Y a?adieron: "Es gente que no transige y que responde con armas de fuego, no import¨¢ndole en absoluto ir a contracorriente de la comunidad internacional". Y es que si fuera de las fronteras salvadore?as todav¨ªa domina la euforia por el acuerdo, dentro del pa¨ªs, especialmente en los sectores conservadores que arropan la presidencia de Cristiani, el clima es m¨¢s bien distinto.
Amnist¨ªa o perd¨®n
A la futura amnist¨ªa, que se pretende entre en vigor el 1 de febrero, se le llama perd¨®n, a los guerrilleros se les sigue tildando de terroristas, y cuando existe ya un calendario para desmilitarizar a la polic¨ªa contin¨²an los enfrentamientos. En cuanto al Ej¨¦rcito, d¨ªas despu¨¦s del acuerdo de paz, se premia a su c¨²pula con 14 ascensos militares -dos generales y 12 coroneles-, cuando lo que se ha decidido en Nueva York es precisamente la reducci¨®n dr¨¢stica del n¨²mero de sus efectivos.En estas condiciones, los sectores de izquierda del pa¨ªs reclaman ahora m¨¢s que nunca el apoyo permanente de pa¨ªses que, como Espa?a, Colombia, Venezuela y M¨¦xico, han sido claves en el acuerdo de Nueva York, y conf¨ªan en que la masiva presencia de observadores de la ONU en el pa¨ªs se convierta en. un freno frente a quienes tratan de imponer su voluntad por la fuerza.
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