Anillos enigm¨¢ticos
Enriquecedora y gratificante esta segunda muestra del chileno Patricio Farias (Santiago, 1940), tras un silencio expositivo que ya estaba pr¨®ximo al trienio. Enriquecedora por cuanto ha supuesto de quiebro, ruptura y profundizaci¨®n con toda una serie de elementos anecd¨®ticos y literarios -acaso explicables por la mayoritaria dedicaci¨®n del artista a la creaci¨®n calcogr¨¢fica y dibuj¨ªstica hasta hace escaso tiempo- que, como acertadamente se?ala Vera Guerra en el texto introductorio, desde un cierto puritanismo, pesaba sobremanera en sus trabajos anteriores.Y, jugando con las palabras, es precisamente en la lucha por escapar de tal lastrante condici¨®n que Farias viene ahora a centrar su trabajo en la ligereza. Una ligereza que, como condici¨®n y n¨²cleo predominante, por m¨¢s que sea af¨ªn pr¨¢cticamente a todo el conjunto, cada una de las obras, separadamente se encarga, a la vez que de manifestar, de enriquecer por otros cauces particulares.
Patricio Farias
Galeria Artual. Comer?, 31 Barcelona. Mes de enero.
Es en este sentido que las cuatro piezas que conforman la muestra, desarrollan, en lo formal, ya no s¨®lo un estricto problema escult¨®rico como es la idea de flotaci¨®n, sino otra suerte de derivaciones desde, por ejemplo, su externa disposici¨®n y con figuraci¨®n modular o, en esta l¨ªnea, desde lo repetitivo de sus estructuras anulares internas. Y en este punto entre lo superficial y lo interiorizado en que se sit¨²an los trabajos, ya no late ¨²nica mente un acierto estrictamente factural, sino precisamente la perenne batalla y el eterno problema de c¨®mo exteriorizar lo interno de cada uno.
Farias, pues, deja el trabajo en ese punto intermedio que es umbral de los cr¨ªptico y lo virtual al tiempo, insinuando en sus seres no s¨®lo la pericia de su creador en dotarlos de alas, sino, y ah¨ª radica el inter¨¦s mayor, mostr¨¢ndo el esqueleto que los anima. Situ¨¢ndose, entonces, en algo que podr¨ªamos llamar "condici¨®n radiogr¨¢fica", di¨¢fana percepci¨®n de opacidades, la creaci¨®n en piezas exhibidas nos mantiene sujetos a una g¨¦nesis primera en el cual, tanto los par¨¢metros perceptivos habituales como aquellos datos externos que los conducen, cobran enigm¨¢tica e inquietante veracidad.
Y en este ya no tan l¨²dico estado, el canto de cisne que suponen el deleite con las tersas, superficies que los, recubren o la elegancia de los pulqu¨¦rrimos e inmaculados acabados, los continentes de Farias se llenan, ahora plenamente, de contenido a todos los niveles.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.