El FIS, heredero a la fuerza
El eventual advenimiento en Argelia de un poder religioso se situar¨ªa en la prolongaci¨®n del propio nacionalismo del FLN, que es de esencia religiosa y que perdi¨® sus cualidades como fuerza modernizadora tras la independencia del pa¨ªs. El presente art¨ªculo se escribi¨® poco antes de la dimisi¨®n de Chadli Benyedid.
El fundamentalismo religioso parece ser el destino indisputable de Argelia en este fin de siglo. Por segunda vez, el Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS), partido que propone gobernar con la sharia (ley inspirada en el Cor¨¢n), ha sido el predilecto del pueblo argelino, con m¨¢s del 50% de los votos en el primer turno de las elecciones legislativas, celebradas el 26 de diciembre pasado. Ya en junio de 1990 sorprendi¨® a todos cuando obtuvo m¨¢s del 60% del total de las alcald¨ªas, dejando al Frente de Liberaci¨®n Nacional FLN), partido que ha monopolizado el poder desde 1962, o sea, desde la independencia, s¨®lo algunas circunscripciones, y casi nada para los dem¨¢s partidos. Parece que el pa¨ªs, que ha sido agotado y empobrecido por el partido ¨²nico, s¨®lo aspira a cambiar de partido ¨²nico, reemplazando el FLN por el FIS. En efecto, este sistema, presentado por el FLN` como el que asegura la unidad y la soberan¨ªa, est¨¢ tan anclado en la mente de la gente que la pluralidad pol¨ªtica parece llevar directamente al caos y la vor¨¢gine.Vot¨¢ndole, el pueblo ha fortalecido la propia opini¨®n del FIS, que se considera como el partido de todos los argelinos y como la ¨²nica alternativa posible para sacar el pa¨ªs de la mara?a y del desencantamiento. Esta situaci¨®n; que prevalece desde la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo, es, seg¨²n los integristas, una crisis de civilizaci¨®n y de fe que no tiene nada que ver con la econom¨ªa. Lo que sorprende es que este partido tan hostil a la democracia llegue al poder por la misma democracia de las elecciones. No obstante, conviene recordar que si a la mayor¨ªa no le preocupan los valores ideol¨®gicos de la democracia, tal como el respeto de los derechos del hombre, la libertad de expresi¨®n, la igualdad pol¨ªtica entre hombre y mujer, etc¨¦tera,- no habr¨¢ democracia. ?sta exige que la religi¨®n est¨¦ lejos de la competici¨®n por el poder y que la separaci¨®n de lo temporal y lo espiritual est¨¦ expres¨ªsimamente denunciada por la Constituci¨®n. Sin estas condiciones, el proceso electoral no basta para asegurar la reproducci¨®n del sistema democr¨¢tico, y, por el contrario, acabar¨¢ por abolirlo, y legalmente.
Variante del nacionalismo
?C¨®mo un pa¨ªs que pretend¨ªa alcanzar el socialismo sin pasar por el desarrollo capitalista se halla con un r¨¦gimen pol¨ªtico cuya legitimidad reposa en la religi¨®n? M¨¢s all¨¢ de las explicaciones ocasionales, el advenimiento en Argelia de un poder religioso se sit¨²a en la prolongaci¨®n del propio nacionalismo del FLN, que es de esencia religiosa. El nacionalismo radical del FLN, qu¨¦ es, una variante del nacionalismo ¨¢rabe, ha tomado de la modernidad ¨²nicamente las formas exteriores siguiendo con las categor¨ªas pol¨ªticas premodern¨¢s de la sociedad tradicional. La ideolog¨ªa pol¨ªtica del FLN nunca se ha abierto a un movimiento de ideas que hubiera podido proponer una modernidad seg¨²n los criterios de la cultura isl¨¢mica. No hubo ni grandes peri¨®dicos ni revistas te¨®ricas con debates sobre los problemas fundamentales de la sociedad ¨¢rabe-musulmana. Al contrario, el FLN, como de modo general el nacionalismo ¨¢rabe radical, siempre ha reprimido el pensamiento y rechazado el debate ideol¨®gico.
El nacionalismo ¨¢rabe, que se ha concretado en la lucha contra el colonialismo, perdi¨® sus cualidades tras la independencia. Este nacionalismo representado por reg¨ªmenes neopatrimoniales brutales que se manten¨ªan en el poder gracias a su polic¨ªa pol¨ªtica, s¨®lo pod¨ªa desembocar en el nacionalismo religioso, que es, a su vez, la ¨²nica reivindicaci¨®n leg¨ªtima frente a la degradaci¨®n del modo de vivir de la poblaci¨®n y de la corrupci¨®n de los jefes. A los reg¨ªmenes ¨¢rabes de tipo naseriano (Bumedi¨¢n, Gaddafi, Assad, Sadam ... ) s¨®lo les pueden suceder reg¨ªmenes religiosos, porque la concepci¨®n que tienen de lo pol¨ªtico conviene a la legitimidad religiosa. La nivelaci¨®n por lo bajo que realizan, el igualitarismo que prometen, las esperanzas y las libertades individuales que reprimen, el sentido cr¨ªtico que combaten, el culto del l¨ªder nombrado de por vida, la confiscaci¨®n del espacio p¨²blico y la econom¨ªa de redistribuci¨®n que instalan son elementos que perpet¨²an el modelo social anterior a la colonizaci¨®n. El movimiento isl¨¢mico no responde al modelo que proponen, peto si la incapacidad de los jefes para, realizarlo. Por eso, no parece tan exagerado decir que el islam pol¨ªtico es el grado m¨¢s alto del nacionalismo ¨¢rabe y que no acecha solamente a los reg¨ªmenes radicales.
Numerosos soci¨®logos y polit¨®logos pensaron que el autoritarismo del nacionalismo radical ¨¢rabe correspond¨ªa a una fase de modernizaci¨®n de sociedades tradicionales opuestas al cambio. As¨ª, ser¨ªa la. expresi¨®n de una voluntad pol¨ªtica de dar luz, por la fuerza, a una sociedad civil abierta al progreso. La situaci¨®n actual desmiente esta tesis, ya que este autoritarismo, que se justifica ¨²nicamente por el mantenimiento de un poder narcisista, no ha solucionado ninguno de los problemas fundamentales de la sociedad ¨¢rabe-musulmana. En Argelia, desde la independencia, el FLN ha impedido la propagaci¨®n de la modernidad en las profundidades de la sociedad, a pesar de todas las promesas verbales, El FIS, reflejo religioso del FLN, sigue con el. mismo discurso populista de ¨¦ste. Es como si el FIS hubiera nacido del inconsciente del FLN. Abasi Madani es otro Bumedi¨¢n, pero con m¨¢s lustre religioso y menos presencia y lucidez. Ambos comparten la pasi¨®n de sermonear a la muchedumbre amontonada a sus pies; ambos menosprecian a la gente prefiriendo atarse a ideas abstractas, y ambos rechazan el pluralismo en nombre de un populismo sin humanidad. As¨ª, numerosos son los dirigentes que sirvieron ayer a Bumedi¨¢n y que llaman hoy a las puertas del FIS.
Repetici¨®n de la historia
Puede que la historia se repita para Argelia, pero no ser¨¢ en vano, porque el FIS, que rechaza la autonom¨ªa del espacio pol¨ªtico, fortalecer¨¢ sin darse cuenta la emancipaci¨®n de lo pol¨ªtico de lo religioso. Hay al menos tres razones que lo hacen suponer. La primera es que la estancia del FIS en el poder ser¨¢ m¨¢s corta que la del FLN por carecer aquel de legitimidad hist¨®rica y por apoyarse en la ¨²nica legitimidad electoral que ¨¦l califica de f¨®rmula de un sistema imp¨ªo. Esta f¨®rmula, no le conviene. Abasi Madani y Ali Benhadj lo percibieron cuando organizaron en junio la huelga general para instalar por la fuerza un nuevo r¨¦gimen lejos de la alternancia y de la legitimidad electoral, que es m¨¢s bien una desventaja para el FIS, ya que es ef¨ªmera. No hay que olvidar que la gente que vot¨® por ¨¦l no lo hizo para asegurarse el para¨ªso en el m¨¢s all¨¢, sino para que desarrolle y modernice el pa¨ªs y para que moralice el comportamiento de los jefes pol¨ªticos. Visto bajo este ¨¢ngulo, el FIS aparece no como un movimiento religioso, sino pol¨ªtico, cuyo discurso busca una legitimaci¨®n en la moral religiosa y cuyo prop¨®sito es seglar.
La segunda raz¨®n es que el FIS, ya que no puede apoyarse en la legitimidad electoral, va a invocar la legitimidad religiosa. El Cor¨¢n no se opone al contrato hobbiano que protege la vida, la honra y los, bienes de los contrayentes.En el Cor¨¢n y la Suna hay recursos teol¨®gicos para justificar, desde el punto de vista religioso, la modernidad pol¨ªtica. Esta presupone, seg¨²n Hobbes y Weber, que la violencia debe ser el monopolio exclusivo del Estado. Pero como ¨¦l mismo es la expresi¨®n pol¨ªtica de la interpretaci¨®n medieval del islam, el FIS dar¨¢ luz continuamente a fuerzas religiosas de contestaci¨®n, lo que desembocar¨¢, en una inestabilidad pol¨ªtica cr¨®nica.
La ¨²ltima raz¨®n que participar¨¢ en la autonom¨ªa del espacio pol¨ªtico es relativa a una contradicci¨®n que ocupa el eje mismo de la ideolog¨ªa pol¨ªtica de todos los movimientos islamistas. ?stos contestan al Estado nacional con la idea de soberan¨ªa, sin la, cual no se p pueden producir reglas jur¨ªdicas. Ellos afirman que hay una frente ¨²nica para el derecho: el Cor¨¢n, y que la soberan¨ªa pertenece s¨®lo a Dios. Pero esta posici¨®n vale tambi¨¦n para la oposici¨®n, porque, estando en el poder, el FIS tendr¨¢ que ejercer esta soberan¨ªa de una manera o de otra, sea cual sea el ropaje verbal que la justificar¨¢. El movimiento isl¨¢mico, al presentarse bajo la forma de partido pol¨ªtico, ya se propone como candidato al ejercicio de la soberan¨ªa. Ganando las elecciones legislativas del pasado 26 de diciembre, el FIS tendr¨¢ que formar un Gobierno y apoyar se en el aparato del Estado para dirigir el pa¨ªs, y de una manera muy natural tendr¨¢ que legislar, ejercer la soberan¨ªa y disociar lo espiritual de lo temporal en la administraci¨®n cotidiana de los diferentes ministerios y de la econom¨ªa nacional. Los que votaron por ¨¦l se dar¨¢n cuenta de que no basta con cortar la mano de algunos miserables delincuentes, o con imponer el velo a la mujer, para que la productividad aumente, se creen nuevos empleos, la crisis de la Hacienda se aten¨²e y la deuda exterior disminuya.
Purificar las almas
Los imames (alfaqu¨ªes) que predican en las mezquitas con un tema predilecto, el de la mujer, presentan de la sharia una especie de caricatura que entretiene a la prensa occidental, porque ignoran la historia del islam y la complejidad de la antropolog¨ªa humana. Con el ejercicio del poder, el FIS va a perder su popularidad, ya que su fuerza y su eficacia residen en ser un movimiento de oposici¨®n. Para la ¨¦lite del pa¨ªs, algunas de las l¨ªneas maestras de la pol¨ªtica de los fundamentalistas recuerdan la misi¨®n de la. Inquisici¨®n espa?ola.
El grupo m¨¢s fr¨¢gil frente a este trastorno pol¨ªtico es, sin duda, el de las mujeres que trabajan y que luchan desde hace a?os individual o colectivamente por su emancipaci¨®n, por la igualdad entre los sexos. Hace poco m¨¢s de un a?o Abasi Madani declar¨® que para resolver el problema del paro forzoso obligar¨¢ a las mujeres a quedarse en gasa y cumplir con "la noble misi¨®n de formar las generaciones venideras". A cambio, recibir¨¢n una ayuda material,
El FIS empezar¨¢ por restablecer la confianza y ablandar a la gente con un discurso suave. El primer ano de su reinado va a ser ¨¦l de la convivencia con todas las diferencias. Es solamente cuando se apodere convenientemente de la situaci¨®n y de la sociedad cuando empezar¨¢ a leer su larga lista de "halal" y de "haram" "l¨ªcito" e "l¨ªcito" empezando sin duda por lo que puede permitir a este "ser d¨¦bil" que es la mujer y lo que se le niega.
Otro sector afligido por este resultado: el de la ¨¦lite del pa¨ªs. Muchos de sus miembros han desaprobado p¨²blicamente el proceso democr¨¢tico que ha parido al FIS y han expresado su deseo de que el Ej¨¦rcito intervenga para establecer un r¨¦gimen militar. Esta posici¨®n tan desesperada revela una ruptura en la componente de la sociedad. ?Una ¨¦lite sin pueblo y un pueblo sin ¨¦lite!. El susto que ha empujado a algunos a poner en cuesti¨®n la oportunidad de seguir con el proceso democr¨¢tico no est¨¢ fundado. El FIS es una realidad inevitable para Argelia, y su victoria era previsible. Negar esta realidad o querer eliminarla por la violencia ser¨ªa exponer el pa¨ªs a trastornos tr¨¢gicos. El FIS, al contrario del FLN, plantea las cuestiones ideol¨®gicas y culturales y obliga a la sociedad a determinarse frente a la modernidad. Desde este punto de vista, su advenimiento no es una cat¨¢strofe, ya que en la historia de un pa¨ªs hay siempre regresiones fecundas.
son profesores en la Universidad de Or¨¢n y visiting scholars, Near Eastem Studies, Universidad de Princeton.
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