Un suspiro de alivio
McEnroe aplaza su adi¨®s tras ganar a Becker en el Open de Australia
John McEnroe (EE UU) cumplir¨¢ 33 a?os el pr¨®ximo 16 de febrero. Los tenistas que, como ¨¦l, nacieron en 1959 ya est¨¢n retirados. McEnroe anunci¨® hace unos d¨ªas que estaba decidido a irse si no llegaban pronto los buenos resultados. Pero el viernes, cuando gan¨® a Boris Becker (Alemania, 30 del mundo) en s¨®lo tres sets, los que aman un tenis imaginativo y se aburren con la mediocridad del tenis-fuerza que nos invade, dieron un suspiro de alivio. McEnroe seguir¨¢ un poco m¨¢s. Esta pasada madrugada deb¨ªa jugar ante Emilio S¨¢nchez Vicario en los octavos de final del Open de Australia. Arantxa S¨¢nchez (4?) se enfrentaba a Larisa Savchenko (Letonia) y Conchita Mart¨ªnez (8?) a Manuela Maleeva (Bulgaria, 9?).
S¨®lo unos escasos privilegiados vieron el viernes en Espa?a uno de los espect¨¢culos deportivos m¨¢s apetecibles que el tenis puede ofrecer. Zapeando en un d¨ªa ocioso, esos privilegiados con antena parab¨®lica toparon con un fastuoso enfrentamiento entre Becker y McEnroe. La fuerza bruta de Becker no pudo esta vez con la sutileza y la genialidad de McEnroe, algo que no hab¨ªa sucedido desde 1985, en el primero de sus siete enfrentamientos. Fue un partido sin prisioneros, entre dos hombres que siempre van al ataque y que desconocen lo que es la prudencia. Un tipo de tenis que se encuentra ya m¨¢s en los libros que en las pistas, donde abundan los j¨®venes que utilizan complicados esquemas ajedrec¨ªsticos que buscan m¨¢s el error del contrario que el acierto propio.McEnroe es el tercer integrante de un tr¨ªo nost¨¢lgico que ha dado m¨¢s emoci¨®n al tenis en el ¨²ltimo a?o que todos los nuevos juntos. Como Jimmy Connors y Martina Navratilova, McEnroe se est¨¢ yendo, y el p¨²blico, que lo sabe, ha comenzado a saborear su tremenda calidad y a olvidar la imagen de marca de jugador pol¨¦mico y antip¨¢tico.
La victoria de McEnroe ante Boris Becker es una de sus pocas alegr¨ªas en su largo adi¨®s. Se ofreci¨® para jugar la final de la Copa Davis ante Francia, pero fue rechazado. Anunci¨® que le gustar¨ªa estar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, pero no ha sido seleccionado en un equipo que estar¨¢ formado por Jim Courier, Pete Sampras y Michael Chang.
A McEnroe, los dirigentes americanos le est¨¢n pasando factura por la actitud cr¨ªtica de sus mejores a?os. Y el precio que est¨¢n pagando es muy alto. Muchos est¨¢n convencidos de que, con McEnroe en el equipo, Francia habr¨ªa tenido muchos problemas para ganar la final. A diferencia del apocado Sampras, que perdi¨® dos puntos decisivos, McEnroe es capaz de resistir a la presi¨®n de 10.000 espectadores euf¨®ricos, e incluso, con su estilo provocativo, de trasladar esa presi¨®n a su rival. Descartarle para Barcelona 92 en favor de dos destructores como Chang y Courier y de un novato en la tierra batida como Sampras es un castigo para los aficionados.McEnroe, mientras, disfruta de esos buenos momentos que antes eran tan abundantes y que ahora son tan escasos para ¨¦l. Tras ganar a Becker, ni siquiera quer¨ªa hablar del partido que deb¨ªa jugar ante Emilio S¨¢nchez: "No quiero pensar en quien va a ganar, s¨®lo quiero saborear esta sensaci¨®n de alegr¨ªa".
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