Mes¨ªas del 'reggae'
Pablo Moses
Sala Rev¨®lver. Madrid. S¨¢bado 25 de enero.
Una hora m¨¢s tarde de lo fijado que es el tiempo de espera al que nos tiene acostumbrados la sala Rev¨®lver, aparecieron los m¨²sicos de Pablo Moses en un ambiente decorado para la ocasi¨®n con los colores de la bandera jamaicana.Tras un tema instrumental lleg¨® Pablo Moses, como un peque?o mes¨ªas y repitiendo a ritmo de reggae "I'm a rasta man". El concierto transcurri¨® por una m¨²sica que conjug¨® el tradicional ritmo lento del bajo y la guitarra con los sonidos m¨¢s actualizados de un ¨®rgano que, aunque romp¨ªa tanto est¨¦tica (era tocado por una japonesa) como musicalmente con la imagen del grupo, dio el toque m¨¢s original, apart¨¢ndose de los sonidos tradicionales.
Pablo Moses a?adi¨® adem¨¢s un toque rap, lanzando consignas de amor y hermandad, mezcl¨¢ndolas con una pose mesi¨¢nica a medio camino entre el carisma y la asesor¨ªa de imagen: posando continuamente sus manos sobre las cabezas del p¨²blico, pero sobre todo conociendo lo que el p¨²blico quer¨ªa para d¨¢rselo: un reggae para bailar. El bajo, planeando sobre toda la sala, persistente, lineal, con su nivel de sonido por encima de los dem¨¢s instrumentos, fue el art¨ªfice de que el ritmo no decayese y provocase una continua respuesta.
Pero fueron sin duda la voz y la actitud esc¨¦nica de Pablo Moses las que dieron personalidad a un reggae diferente, denso y con innovaciones arriesgadas. Su voz, cavernosa e hipn¨®tica, dio el toque l¨ªrico y po¨¦tico a una m¨²sica que en su ausencia se convert¨ªa en un sonido, aunque t¨¦cnicamente excelente y original gracias a sus ra¨ªces, repetitivo y algo discotequero.
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