Reynolds sustituir¨¢ a Haughey como jefe del Gobierno irland¨¦s

Albert Reynolds fue elegido ayer presidente del Fianna F¨¢il, partido mayoritario irland¨¦s, en sustituci¨®n del dimitido Charles Haughey. El liderazgo en el partido conlleva en este caso la jefatura del Gobierno de la Rep¨²blica de Irlanda, cargo al que Reynolds acceder¨¢ con toda seguridad la semana pr¨®xima en una sesi¨®n parlamentaria en la que contar¨¢ con los votos de su partido y los de sus socios en la coalici¨®n gubernamental, los Dem¨®cratas Progresistas.Reynolds, que durante los ¨²ltimos meses ha mantenido una abierta rivalidad con Haughey, obtuvo finalmente el respaldo de Bertie Ahern, el ministro de Finanzas, a quien muchos ve¨ªan como el hombre id¨®neo para regenerar el anquilosado Fianna F¨¢il y para dirigir el Gobierno en un momento de grave crisis econ¨®mica. El propio Haughey sugiri¨® indirectamente que Ahern era su sucesor natural.

Pero Ahern, ha preferido evitar la confrontaci¨®n directa con Reynolds y esperar mejores tiempos. Reynolds dice tener 60 a?os, aunque muchos aseguran que en realidad debe haber cumplido ya los 65. Ahern, en cambio, tiene 38. La alianza entre ambos permitir¨¢ a Ahern mantener la cartera de Finanzas y, seg¨²n se especula en el Fianna F¨¢il, a?adir a ella el cargo de viceprimer ministro.

Sus excelentes relaciones con los Dem¨®cratas Progresistas, mucho mejores que las de Reyno1ds, har¨¢n de ¨¦l el aut¨¦ntico hombre fuerte del Gabinete. Fueron precisamente los Dem¨®cratas Progresistas los que obligaron a dimitir a Haughey, hartos de las corruptelas que han sacudido constantemente al Gobierno de coalici¨®n formado tras las elecciones de 1989.

Reynolds fue ministro de Finanzas hasta el pasado mes de noviembre, cuando fue destituido por encabezar una rebeli¨®n en el partido contra el liderazgo de Haughey.

El jefe del Fianna F¨¢il y del Gobierno consigui¨® sofocar el mot¨ªn pol¨ªtico, pero al precio de prometer que dimitir¨ªa esta primavera. La decisi¨®n de los Dem¨®cratas Progresistas ha adelantado los acontecimientos y ha permitido a Reyno1ds, multimillonario fabricante de comida para perros, cumplir al fin su sue?o de convertirse en primer ministro.

No se espera de Reynolds ning¨²n cambio sustancial en la pol¨ªtica desarrollada hasta ahora por Haughey, ni en el terreno internacional ni en el dom¨¦stico. Muchos le ven como un primer ministro de transici¨®n, que se limitar¨¢ a enlazar el pasado, representado por Haughey, con el futuro, que deber¨ªa pertenecer a Ahern o a otro joven pol¨ªtico capaz de sintonizar con la voluntad de cambio y progreso que llev¨® a una mujer de talante liberal, Mary Robinson, a la presidencia de la Rep¨²blica hace un a?o.