Ponga un arma sovi¨¦tica en su arsenal

Rusia vender¨¢ este a?o armas por valor de 6.000 millones de d¨®lares, lo que representara aproximadamente la mitad del total de las exportaciones de productos manufacturados, seg¨²n c¨¢lculos de la comisi¨®n parlamentaria de industria y energ¨ªa. En palabras del propio presidente Bor¨ªs Yeltsin, Rusia est¨¢ obligada a comerciar con armas "porque son una fuente de divisas", algo que tanto "se necesitas en la actualidad".La venta de armas a pa¨ªses amigos mediante la concesi¨®n de cr¨¦ditos que muchas veces la URSS no cobraba ha pasado a la historia. Pero el tama?o de la industria militar ex sovi¨¦tica es tal que pone a la nueva Rusia en la tesitura de buscar nuevos mercados en los que vender sus armas, como los 1.600 aviones no necesarios para la defensa nacional cuya venta se autoriz¨® la pasada semana, o limitarse pr¨¢cticamente a exportar s¨®lo materias primas.

Vitali V¨ªtebski, vicepresidente del citado comit¨¦ de industria y energ¨ªa, no confirma los c¨¢lculos que sit¨²an la producci¨®n militar de la ex URSS en m¨¢s de la cuarta parte del total de la producci¨®n del pa¨ªs, pero ofrece un dato preciso: "El 70% de las industrias participaban en el suministro de armas y otros bienes al Ej¨¦rcito Eso no quiere decir que en todas ellas toda la producci¨®n tuviera un destino militar, pero s¨ª que dedicaban una parte a las Fuerzas Armadas".

Nada m¨¢s empezar la conversaci¨®n, V¨ªtebski deja claro que ¨¦l no se alinea con los representantes de la industria de guerra, considerados inspiradores del golpe de Estado del pasado agosto. "La presi¨®n del complejo militar-industrial ha sido la causa principal de la quiebra que ha sufrido el pa¨ªs", asegura.

Exportar para sobrevivir

Pero esa arirmaci¨®n no le impide ser un firme defensor de la venta de armamento: "Necesitamos aumentar las exportaciones para que lag empresas sobrevivan", subraya. Parte de esos ingresos se prev¨¦ destinarlos a la reconversi¨®n de esas mismas f¨¢bricas para que se transformen en elaboradoras de bienes de consumo.

Te¨®ricamente, hace a?os que la reconversi¨®n del complejo militar se puso en marcha, pero si es correcto lo que afirman ahora las autoridades rusas, no se ha hecho en realidad nada positivo "La reconversi¨®n se ha efectuado seg¨²n los peores esquemas posibles y se ha convertido en un desastre nacional", afirma el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, en una entrevista publicadael s¨¢bado pasado en Izvestia.

De momento, parece que clientes no les faltan. "Estoy asombrado de la cantidad de pa¨ªses que muestran inter¨¦s por nuestras armas", afirma V¨ªtebsk?. Y precisa que son de Oriente Pr¨®ximo; de Am¨¦rica, incluido Estados Unidos, y de Europa, "sobre todo Aleman¨ªa". El diputado explica que los alemanes han tenido la oportunidad de probar muchos sistemas de armas al absorber en 1990 el Ej¨¦rcito de la ex. Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. Una vez comprobado el buen funcionamiento de varios de ellos, ahora pretenden adquirirlos, como por ejemplo el caza Mig-29.

El vicepresidente de la comisi¨®n de industria y energ¨ªa asegura que existe "una demanda muy activa" de aviones, tanto del Mig-29 como del SU-29, pero tambi¨¦n tiene en su caj¨®n expedientes sobre pedidos de veh¨ªculos blindados de todo tipo -desde tanques a transportes de tropas, pasando por lanzaderas de misiles- y, "por supuesto, denuestro famoso Kal¨¢shnikov". Asegura que no recuerda por cu¨¢nto se vende cada cazabombardero, pero no duda en afirmar: "Nuestros precios son muy buenos". S¨ª relata con precisi¨®n que un buen tanque como el T-72 se vend¨ªa hace unos a?os por un mill¨®n de d¨®lares y ahora est¨¢n en el mercado a 300.000 d¨®lares a causa de la competencia de otros pa¨ªses del este de Europa que est¨¢n revendiendo sus materiales o, en el caso de Checoslovaquia, tienen f¨¢bricas propias.

Precios reventados

V¨ªtebski teme que si no hay un acuerdo en el seno de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) los precios van a ser reventados a¨²n m¨¢s. "Ucrania, que constitu¨ªa la primera l¨ªnea de defensa al estar situada en la vieja frontera de la URSS, tiene enormes cantidades de material que no necesita y que ahora trata de vender". Pese a todo, esa competencia, que puede ser fort¨ªsma en los pr¨®ximos tiempos, acabar¨¢ disip¨¢ndose porque, seg¨²n agrega, "la mayor parte de los principales procesos, de fabricaci¨®n est¨¢n en Rusia", y sin llegar a acuerdos con la industria rusa ser¨¢ dif¨ªcil para cualquier Estado de la CEI, incluida la poderosa Ucrania, mantener en el futuro el comercio de armas.

"Nosotros", se apresura-a precisar el diputado, "no estamos tan interesados en vender armas sobrantes como en fabricar y ofrecer nuevo y moderno armamento, que permita a nuestras f¨¢bricas seguir funcionando y a nuestros trabajadores seguir teniendo empleo".

Coincidiendo con el colapso del Estado sovi¨¦tico, se crearon diversas empresas mixtas encargadas de efectuar las transacciones comerciales de material de las Fuerzas Armadas. En el caso concreto de la Marina de guerra,,se trata de la sociedad an¨®nima Navycon, cuyo paquete mayoritario de acciones (51%) pertenece a la propia Armada, aunque tambi¨¦n participan inversores privados. Posteriormente, en febrero, ha sido legalizado el Centro Comercial de las Fuerzas Armadas de la CEI, cuya finalidad es poner orden en la hasta ahora poco ordenada actividad de venta de las propiedades militares.

En parte para contrarrestar los rumores sobre supuestos grandes beneficios obtenidos por algunos particulares, el general VIadislav Litv¨ªnov, que dirige ese cenfro comercial, insisti¨® el pasado 13 de febrero a la agencia oficial Itar-Tass sobre los fines sociales de las transacciones: "El objetivo principal de nuestra actividad es buscar fuentes adicionales de Financiaci¨®n de los programas socioecon¨®micos, sobre todo del programa de vivienda, en inter¨¦s de los oficiales y sus familias".

Durante 1992, seg¨²n ha anunciado el propio Yeltsin, el Estado ruso reducir¨¢ las compras de material b¨¦lico a la mitad en relaci¨®n con 1991, lo que significa que ser¨¢n una tercera parte de las de 1990. Esta dr¨¢stica rebaja, junto con la incapacidad demostrada hasta ahora por las industrias para reconvertirse y producir bienes no militares, es lo que ha provocado la ansiosa b¨²squeda de mercados exteriores solventes.

"Este brusco giro", ha explicado el presidente ruso, "comportar¨ªa inevitablemente tensiones sociales y pondr¨ªa a miles de personas al borde del desempleo" si "el comercio de armas no actuara como amortiguador del golpe".

El diputado V¨ªtebski explica que la URSS vendi¨® en 1987 armas por valor de 14.000 millones de d¨®lares, pero, de ellos, s¨®lo 4.000 millones fueron transacciones con pa¨ªses desarrollados sin problemas de solvencia.

Los nuevos dirigentes rusos han abandonado las razones ideol¨®gicas en el suministro de armamento y se plantean ahora las ventas desde un punto de vista meramente comercial. A trav¨¦s de ese prisma, los 6.000 millones de d¨®lares previstos para este a?o no son en absoluto una cifra baja.Control estatalLos nuevos planteamientos en la exportaci¨®n de material b¨¦lico no suponen, seg¨²n precisa Vitebski, que el Estado vaya a dejar de controlar las transacciones. Un comit¨¦ interministerial del Gobierno ser¨¢ el encargado de adoptar las decisiones del d¨ªa a d¨ªa, mientras que una comisi¨®n parlamentaria. ser¨¢ la que establezca el marco de actuaci¨®n: qu¨¦ armas se pueden vender y a qu¨¦ pa¨ªses.

El diputado subraya que, como miembro de las Naciones Unidas, Rusia no suministrar¨¢ productos a aquellos pa¨ªses contra los que la ONU haya decretado embargos. Tambi¨¦n descarta la venta a "reg¨ªmenes extremistas" y a pa¨ªses que puedan revender el armamento a Estados de la CEI en conflicto. Otras fuentes precisaron que en este caso se encuentra Turqu¨ªa, por temor a que entregue el material b¨¦lico a Azerbaiy¨¢n.

Otras razones son m¨¢s dificiles, de definir. Como, por ejemplo, la inconveniencia de exportar tanques y aviones a Taiwan -que est¨¢ interesada en adquirir todo tipo de armamento- por la reacci¨®n que pudiera tener China, o la dificultad de seguir vendiendo material a Ir¨¢n despu¨¦s de la protesta de Estados Unidos.

"Creo que los contratos ya firmados con Ir¨¢n van a cumplirse, pero los nuevos ya los analizaremos teniendo en cuenta la posici¨®n norteamericana", dice V¨ªtebski.