Los jud¨ªos de Marsella se movilizan contra Le Pen
La comunidad jud¨ªa de Marsella se ha movilizado contra el auge de la ultraderecha. Los notables hebreos se reunieron hace unos d¨ªas, por ejemplo, para escuchar a Jean-Claude Gaudin, presidente de la regi¨®n Provenza-Alpes-Costa Azul y candidato ¨²nico del centro y la derecha a la renovaci¨®n del t¨ªtulo en las elecciones del 22 de marzo. Los representantes de los 80.000 jud¨ªos de Marsella, casi un 10% de la poblaci¨®n de la ciudad, esperan que Gaudin les diga claramente que nunca se aliar¨¢ con el Frente Nacional.
"No es que estemos obsesionados, pero es l¨®gico que nos inquiete la subida en Francia de las tesis revisionistas [las que niegan la existencia de los campos de concentraci¨®n nazis], los comentarios antisemitas de Jean-Marle Le Pen [el l¨ªder del ultraderechista Frente Nacional], todo ese constante ascenso de los partidarios de la exclusi¨®n", dice Clement Yana, vicepresidente del Comit¨¦ Representativo de las Instituciones Jud¨ªas de Francia (CRIJF). Yana, un hombre de unos 40 a?os, pelo rizado, piel oscura y gafas de miope, cree que Le Pen es "una amenaza para esta regi¨®n, para Francia y para la civilizaci¨®n".Los notables -la palabra la emplea el propio Yana- van sent¨¢ndose en el sal¨®n de actos de este centro cultural del Impasse Dragon que lleva el nombre de Edmond Fleg, un escritor jud¨ªo parisiense fallecido en los a?os cincuenta. Hay pocos j¨®venes, apenas tres o cuatro robustos muchachos con kipa en la coronilla. El grueso de la concurrencia est¨¢ compuesto por hombres y mujeres de edad madura, f¨ªsico mediterr¨¢neo y buenas ropas, que no lucen ning¨²n signo distintivo.
"Le Pen", dice Yana, "tiene depositadas sus esperanzas en esta regi¨®n porque hay un problema de inmigraci¨®n, un problema de paro y muchos pieds noirs que no han olvidado el drama argelino". Pero el problema crucial del sur de Francia, a?ade, es que, "como ocurre, tanto a escala mundial como en el seno de muchas naciones", est¨¢ "atrasado" en relaci¨®n al resto del pa¨ªs.
Combatir con ideas
Los jud¨ªos marselleses no son partidarios de declarar ?legal el Frente Nacional. "Hay que combatirlo con ideas; no se termina con lo que un partido representa prohibi¨¦ndolo por decreto", afirma Julleta Bankhalter, directora del Centro Fleg. Bankhalter, una joven delgada de pelo corto, gafas modernas y pantalones de pinzas, dice no ser "fatalista" ante el fen¨®meno Le Pen: "La llegada al poder de la extrema derecha no es inevitable".El 20 de marzo, Bankhalter seguir¨¢ la consigna del CRIJF: llamar¨¢ a 20 personas para recordarles que abstenerse "es lo mismo que votar por Le Pen". Los jud¨ªos temen al caudillo ultraderechista como si fuera la peste. No han olvidado que miles de ellos fueron perseguidos en Marsella y Niza durante la ocupaci¨®n nazi. "En la conciencia jud¨ªa contempor¨¢nea", dice Bankhalter, "el papel de la memoria es clave".
Pero Gaudin ha llegado. Presidente de Provenza-Alpes-Costa Azul desde las primeras elecciones regionales francesas, en 1986, este bar¨®n del partido de Valery Giscard d'Estaing es el retrato mismo de la prosperidad burguesa: calva reluciente, rostro redondo y bronceado, traje azul sin arrugas, olor a loci¨®n para despu¨¦s del afeitado. Antes de que haya alcanzado el estrado, el periodista le formula la pregunta que arde en todos los labios: "?Tiene raz¨®n Bernard Tapie cuando le acusa de complicidad con el Frente Nacional?".
"Tapie", responde Gaudin, "dir¨¢ lo que quiera, pero yo tengo la conciencia tranquila. En mis seis a?os de presidencia no he firmado un solo papel que tenga el sello de la infamia, la xenofobia, el racismo o el antisemitismo. Nunca me he aliado con el Frente Nacional, y nunca lo har¨¦".
Desde que comenz¨® la campa?a, Gaudin recorre Marsella asegurando que ¨¦l nada tuvo que ver con el hecho de que los 25 consejeros regionales del Frente Nacional votaran en 1986 a favor de su investidura, ni con el apoyo parlamentario que le han dado desde entonces. Las gentes de Le Pen han actuado as¨ª "porque les conven¨ªa", sin que hubiera "ning¨²n acuerdo" de por medio.
Gaudin va a dedicar una hora a intentar explicar eso a las personas que pueden influir en el voto de millares de jud¨ªos marselleses. Va a intentar vencer sus reticencias con el argumento del "voto ¨²til". La elecci¨®n parcial de Niza del 23 de febrero, les dir¨¢, ha probado que el "¨²nico baluarte" contra Jean-Marie Le Pen es la "derecha liberal". En Niza, el candidato del Frente Nacional desbord¨® al socialista y s¨®lo pudo ser vencido a los puntos por el de la coalici¨®n de centro y la derecha.
"Si yo no gano en esta regi¨®n, ganar¨¢ Le Pen, y eso ser¨¢ un choque terrible para Francia", afirmar¨¢ Gaudin. A tenor de los movimientos afirmativos de las cabezas, sus argumentos hacen mella.
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