Las autoridades rusas consideran imposible e innecesario el cierre de sus centrales nucleares
El fuerte debate que se ha desatado en Europa entre los que consideran que se ha de cerrar buena parte de las centrales nucleares de tecnolog¨ªa sovi¨¦tica y los que se contentan con un fuerte aumento de las medidas de seguridad contrasta con la posici¨®n que muestran los responsables Ministerio de Energ¨ªa At¨®mica de Rusia, que insistieron ayer en que los sistemas de seguridad funcionaron a la perfecci¨®n en el accidente que se produjo el martes en la central de Sosnovi Bor, a 100 kil¨®metros de San Petersburgo, y recordaron que el pa¨ªs no puede prescindir de la energ¨ªa generada en sus centrales nucleares.
Aunque la actitud de las autoridades responsables siga siendo de defensa a ultranza de la energ¨ªa nuclear, la diferencia b¨¢sica entre el incidente que se produjo en Chern¨®bil en 1986 y el actual es que la opini¨®n p¨²blica ya no est¨¢ totalmente inerme. Aunque el debate en los medios de comunicaci¨®n no es comparable al que se produce en los pa¨ªses occidentales en casos similares, dos diarios moscovitas, Izvestia y Komsom¨®lskaya Pravda, se han sumado esta vez a las reclamaciones de cierre de los reactores del tipo de Chern¨®bil.Adem¨¢s, los ciudadanos han tenido conocimiento r¨¢pido de lo que suced¨ªa. El mi¨¦rcoles, idos j¨®venes de Kiev comentaron a este diario, al hablar del accidente de San Petersburgo, que ellos pasearon tranquilamente el 1 de mayo (cinco d¨ªas despu¨¦s del grav¨ªsimo accidente de Chern¨®bil) por las calles de la ciudad, castigada en aquellos momentos por una fort¨ªsima radiaci¨®n.
Los responsables de la energ¨ªa at¨®mica rusa esgrimen tambien razones econ¨®micas para resistirse al cierre de las centrales nucleares. Seg¨²n Sergu¨¦i Krilov, vicedirector de Explotaci¨®n de Centrales Nucleares, el 25% de la energ¨ªa el¨¦ctrica que se consume en la regi¨®n central de Rusia es de origen nuclear, y no es posible a corto plazo sustituirla por energ¨ªa generada por otro tipo de instalaciones. "Si tuvi¨¦ramos suficiente potencia", agreg¨®, "tendr¨ªamos que cerrar los dos reactores instalados en la pen¨ªnsula de Kola, pero hacer eso ser¨ªa dejar sin energ¨ªa toda la industria de la regi¨®n".
La carencia de energ¨ªa es tan dram¨¢tica en algunas zonas que, en lugar de cerrar, lo que se estudia es todo lo contrario. ?ste es el caso de Armenia, cuya central nuclear fue paralizada en 1989 por estar situada en una zona s¨ªsmica muy activa, pero que podr¨ªa ser de nuevo puesta en funcionamiento por el Gobierno, que la semana pasada decret¨® el estado de emergencia econ¨®mica a causa de los cortes en el suministro de combustibles que sufre el pa¨ªs como consecuencia de su conflicto b¨¦lico con Azerbaiy¨¢n.
El reactor que sufri¨® el martes la grave aver¨ªa es del tipo RBMK, similar al que se fundi¨® en Chern¨®bil (Ucrania) en abril de 1986 en el accidente m¨¢s grave de la historia de la energ¨ªa nuclear de uso civil.
Problemas de dise?o
En estos momentos hay 16 de ellos que te¨®ricamente siguen operando en Rusia, Ucrania y Lituania, aunque uno de ellos, el segundo grupo de Chern¨®bil, se encuentra paralizado desde que en octubre pasado sufri¨® un grave incendio que destruy¨® el turbogenerador y probablemente no se pondr¨¢ nunca m¨¢s en funcionamiento. Los otros dos grupos de Chern¨®bil deber¨ªan cerrarse en 1993, seg¨²n decisi¨®n del Parlamento ucranio, aunque no se descarta que uno de ellos pudiera seguir en marcha hasta, 1995.
Entre los t¨¦cnicos occidentales existe la convicci¨®n de que el problema de estos reactores es de dise?o, lo que dificulta notablemente su mejora y hace conveniente su cierre, sobre todo de los ocho RBMK de la primera generaci¨®n.
La diferencia fundamental con respecto a reactores parecidos de tecnolog¨ªa occidental es la carencia de una estructura de contenci¨®n suficiente que impida la salida al exterior de cantidades masivas de material radiactivo en caso de accidente m¨¢ximo, como el que sucedi¨® en el grupo cuatro de Chern¨®bil hace casi seis anos.
Tecnolog¨ªa obsoleta
Se trata, asimismo, de reactores en que el material que modera la velocidad de los neutrones -para que se pueda producir la reacci¨®n en cadena- es grafito. Esto los emparenta con una serie de reactores de tecnolog¨ªa francesa -todos ellos ya cerrados o a punto de serlo, igual que la planta espa?ola Vandell¨®s I- y la mayor parte de reactores que operan en Gran Breta?a.
La diferencia entre ellos es que el calor de la reacci¨®n at¨®mica es extra¨ªdo del n¨²cleo del reactor por un gas inerte (di¨®xido de carbono) en el caso de los franceses y brit¨¢nicos, mientras que en los sovi¨¦ticos es directamente en tubos de agua en los que se efect¨²a el primer intercambio de calor.
Esta diferencia, en opini¨®n de los t¨¦cnicos occidentales, tambi¨¦n hace que los sovi¨¦ticos sean menos seguros.
Un tercer apartado que hace que los reactores como el de Chern¨®bil o Sosnovi Bor sean m¨¢s peligrosos que otros son sus deficientes medidas de seguridad, un problema de dise?o cuya correcci¨®n cuesta grandes sumas de trabajo y dinero. Seg¨²n t¨¦cnicos de la Siemens, poner las 61 centrales de la Europa del Este en los niveles de seguridad que actualmente tienen instaladas las plantas occidentales costar¨ªa varios billones de pesetas, una cifra fuera del alcance de unos Gobiernos que afrontan complejos tr¨¢nsitos a la econom¨ªa de mercado.
Deficiencias reconocidas
Estas deficiencias en la seguridad fueron reconocidas ayer por el disenador principal de las centrales rusas, Yevgueni Ad¨¢mov, quien justific¨® que eso fuera as¨ª en el hecho de que los sovi¨¦ticos fueron pioneros en el uso de la energ¨ªa at¨®mica para usos civiles, "y el concepto de seguridad es algo que ha ido cambiando con el tiempo".
Ad¨¢mov admiti¨® que los t¨¦cnicos de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica no hab¨ªan actualizado suficientemente esos sistemas en los a?os setenta y principios de los ochenta, pero que desde que se produjo el accidente de Chern¨®bil se hab¨ªan puesto manos a la obra. "La central de Leningrado", agreg¨®, "se est¨¢ modernizando desde 1987, y el bloque en que se produjo la aver¨ªa es capaz de soportar a la vez dos fugas como la que tuvo". El n¨²mero uno, m¨¢s antiguo y, por tanto, con los materiales m¨¢s gastados, "puede soportar hasta cuatro fugas a la vez", precis¨®.
La agencia rusa SocEco, de car¨¢cter ecologista, subray¨® ayer, sin embargo, que en los grupos m¨¢s viejos de la central de Leningrado existen carencias de seguridad, sobre todo en los sistemas contra incendios. Uno de los puntos cr¨ªticos que cita es la falta de instalaciones de extinci¨®n mediante agua en las salas donde se encuentran los grupos de emergencia de generaci¨®n por Diesel, b¨¢sicos en caso de que una aver¨ªa acabe con los sistemas intemos de suministro el¨¦ctrico.
A los problemas de dise?o que padecen las centrales rusas y de otros Estados de la CEI se han de agregar otros directamente relacionados con la cr¨ªtica situaci¨®n que atraviesan estos pa¨ªses.
Por una parte, la desintegraci¨®n del sistema de producci¨®n y la falta de dinero para importar determinados componentes hacen que los repuestos escaseen, lo que dificulta la renovaci¨®n de las centrales.
Por otra, los bajos salarios est¨¢n haciendo que algunos t¨¦cnicos se hayan ido a buscar trabajo a las nuevas empresas privadas. En la central de Leningrado, concretamente, s¨®lo trabajan tres de los seis inspectores dependientes del Comit¨¦ Estatal de Supervisi¨®n. Los otros tres, se han ido porque su salario era inferior al de los obreros de limpieza, seg¨²n inform¨® d¨ªas atr¨¢s el diario moscovita Kormom¨®lskaya Pravida.
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