La FAO alerta contra la desaparici¨®n de la diversidad gen¨¦tica vegetal

Un a?o despu¨¦s de la alarma lanzada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), ante la constante desaparici¨®n de las especies vegetales a causa de la selecci¨®n gen¨¦tica utilizada por la agricultura moderna, es el turno de la FAO (Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura) de alarmarse de la progresiva disminuci¨®n de las especies vegetales, tras el descenso de la producci¨®n agr¨ªcola registrada el pasado a?o.

Tanto la FAO como el WWF y la Liga Suiza para la Protecci¨®n de la Naturaleza han constatado el riesgo futuro e imperdonable de la p¨¦rdida de decenas de miles de especies, calculando que aproximadamente el 90% de la alimentaci¨®n actual est¨¢ basada en unas 30 especies.Seg¨²n las estimaciones de la FAO, ser¨ªan unas 40.000 especies las amenazadas de extinci¨®n en los pr¨®ximos 50 a?os. Para el director de la FAO, Eduard Saouma, las reservas gen¨¦ticas del planeta son limitadas y perecederas, la desaparici¨®n de estas especies constituir¨¢ una amenaza para la seguridad alimenticia imperdonable por las generaciones futuras.

El peligro ecol¨®gico de estas desapariciones no debe ocultar otro peligro no menor, la tendencia a la uniformidad alimenticia. En este sentido, la FAO se?ala que cuando el hombre viv¨ªa esencialmente de las cosechas en barbecho utilizaba varios miles de especies diferentes, mientras que en la actualidad apenas si llegan a las 150.

El caso de Grecia puede ser ejemplar. En este pa¨ªs ha desaparecido el 95% de las diferentes variedades de trigo con las que contaba en los ¨²ltimos 40 a?os.

En Espa?a, por su parte, la FAO deplora las numerosas variedades perdidas de melones, se?alando que cada especie perdida es sin¨®nimo de una p¨¦rdida gen¨¦tica irreparable, que limita la selecci¨®n natural y facilita la vulnerabilidad de las especies a los par¨¢sitos y a las inclemencias meteorol¨®gicas.

Patata y ma¨ªz

Otros ejemplos hist¨®ricos se?alados por la FAO son la p¨¦rdida de la patata en Europa a mediados del siglo pasado y, m¨¢s recientemente, la devastaci¨®n de las plantaciones de ma¨ªz en Estados Unidos.

En Europa, la patata de cultivo proven¨ªa de evoluciones gen¨¦ticas homogeneizadas, muy sensible, sin embargo, a los par¨¢sitos.

Igualmente sucedi¨® con la destrucci¨®n de las cosechas de ma¨ªz de la mitad sur de Estados Unidos en 1970, que proven¨ªan de una sola variedad sensible a los par¨¢sitos.

Ante tal cuadro, la FAO preconiza la conservaci¨®n de las especies amenazadas, al menos en laboratorio, y prev¨¦ ampliar esfuerzos para ayudar a los pa¨ªses en desarrollo a conservar su patrimonio favoreciendo zonas protegidas, as¨ª como con la creaci¨®n de una red mundial de datos de recursos gen¨¦ticos abiertos a todos. Un amplio programa que centrar¨¢ buena parte de los debates de fondo de la Cumbre de la Tierra en R¨ªo de Janeiro, donde la FAO presentar¨¢ ambos proyectos.