"El problema de ETA es de ustedes"
Los vascos franceses no quieren saber nada de los terroristas que act¨²an en Espa?a

"Yo soy franc¨¦s. El problema de la ETA es de ustedes, los espa?oles". Con estas palabras manifestaba un vecino de Bidart (Francia), que como tantos otros se niega a velar su identidad, su sentir sobre el teorismo que ejerce ETA en territorio espa?ol. En ese municipio del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s fueron detenidos el domingo tres dirigentes de ETA. En el suroeste de Francia viven unas 242.000 personas, que nada quieren saber de los terroristas.
No obstante, los habitantes del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s defienden la bondad de quienes han cobijado o cobijan a etarras. La zona en la que en los ¨²ltimos 10 a?os han sido arrestados los dos jefes eta rras, Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, y Francisco M¨²gica Garmendia, Pakito, sus lugartenientes y colaboradores, est¨¢ a una veintena escasa de kil¨®metros de la frontera con Ir¨²n, es decir, a apenas 15 minutos en coche por autopista. El domingo 29 de marzo fueron detenidos los responsables de m¨¢s de un cente nar de asesinatos en Espa?a. El Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, una zona agr¨ªcola y con una muy re ducida presencia de industrias donde viven unas 242.000 personas (el 82% en zonas de costa), es donde los militantes de ETA han encontrado en las tres d¨¦cadas de existencia de la organizaci¨®n un verdadero santuario de refugio.
Los habitantes de Bidart, Arcangues, Ghetary, San Juan de Luz o cualquiera de los peque?os Municipios pr¨®ximos a la frontera, lugares en los que resid¨ªan algunos de los etarras y sus colabo radores arrestados en la ¨²ltima redada policial, mostraban cierta sorpresa por las detenciones.
Janine Lelay, vecina de la familia Tuya, en cuya casa estaban albergados los terroristas, dec¨ªa con cierto nerviosismo: "Parece que cosas as¨ª s¨®lo pasan en las pel¨ªculas". Nadie de los alrede dores se explica lo sucedido. El se?or Larroca conoc¨ªa al matri monio Tuya desde hace a?os: "Son gente seria, deben haber al quilado la casa sin conocer quienes ten¨ªan dentro del apartamento". Mathieu y Gaxuxa Tuya al quilaban temporalmente uno de los pisos de la casa de tres plan tas en la que residen, por lo que no era extra?o ver gente de paso.
Bondad de quien cobija
Este tipo de comentarios sobre la bondad de los franceses que aco gen a miembros de ETA se re produce de forma sistem¨¢tica en todos los testimonios. Lo cierto es que gracias a este tipo de gente la organizaci¨®n etarra ha monta do a lo largo de su existencia una infraestructura en territorio franc¨¦s perfectamente camuflada.
La tradici¨®n que Francia ha tenido a lo largo de su historia como tierra de asilo fue bien utilizada por ETA hace varios a?os cuando lanz¨® la campa?a Un refugiado, una casa.
El resultado fue que los militantes de la organizaci¨®n terro rista encontraron cobijo en los domicilios de viejos refugiados de la Guerra Civil espa?ola, de vascofranceses vinculados a los movimientos radicales de la izquierda abertzale, o franceses militantes de la extrema izquierda para los que en Espa?a la dictadura franquista no est¨¢ superada y queda una revoluci¨®n pendiente por llevar a cabo. Casi todos los detenidos en Francia en los ¨²ltimos d¨ªas se identifica con alguno de estos perfiles.
As¨ª, por ejemplo, Pexan Alfaro es militante de Ezkerrako Mugimendi Abertzalea (EMA), el principal partido nacionalista del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, asimilable a Herri Batasuna. Durante los a?os ochenta, presidi¨® la Federaci¨®n de Ikastolas Seaska y es responsable de la distribuci¨®n en Francia de la editorial vasca Elkar. Manuel Rodr¨ªguez, ch¨®fer de Pakito, se refugi¨® en Francia hace varios d¨¦cadas, y el millonario Antoine Martin Harispe es un franc¨¦s situado econ¨®micamente con ideas de izquierdas.
Las localidades en las que han residido los militantes de ETA poseen un excelente urbanizaci¨®n, ecol¨®gicamente impecables. Peque?os pueblos habitados por poco m¨¢s de un millar de personas en los que se respira una absoluta tranquilidad. Las viviendas suelen ser chal¨¦s con jard¨ªn. El hermetismo de sus residentes a la hora de hablar de sus conciudadanos aparece como un elemento com¨²n.
Las relaciones entre los vecinos se suele limitar con frecuencia a un saludo y lo que sucede fuera de sus l¨ªmites les importa bien poco: "Yo s¨¦ lo que ocurre en mi casa. Lo que pas¨¦, una vez que cruzo las lindes de mi terreno, no me interesa en absoluto", indica una vecina de Arcangues.
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