Los socialistas italianos proponen a los ex comunistas gobernar con la DC

Los gestos de aproximaci¨®n lanzados desde el Partido Socialista Italiano (PSI) al ex comunista Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) desde el momento en que se conocieron los resultados de las elecciones generales se han hecho m¨¢s precisos en las ¨²ltimas horas. Un portavoz socialista autorizado, como es Claudio Martelli, vicepresidente y ministro de Justicia en el ¨²ltimo Gobierno, ha invitado p¨²blicamente al PDS para que negocie un programa com¨²n con el PSI, desde el que ambos partidos afrontar¨ªan la formaci¨®n de un nuevo Gobierno con la Democracia Cristiana (DC).

Martelli hizo este llamamiento a trav¨¦s de dos entrevistas de prensa poco despu¨¦s de reunirse el jueves con el presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, por lo que cabe entender que su mensaje tiene tambi¨¦n el respaldo de las fuerzas democristianas que ¨¦ste representa. El todav¨ªa ministro de Justicia esboz¨® adem¨¢s algunas bases del futuro programa.Cambiando la posici¨®n mantenida por el l¨ªder de su partido, Bettino Craxi, durante una campa?a en la que jam¨¢s previ¨® la posibilidad de una nueva mayor¨ªa distinta de la tradicional en torno al eje DC-PSI y en la que siempre habl¨® de un Gobierno de legislatura volcado sobre la crisis econ¨®mica, Martelli propone ahora al PDS un acuerdo para un Gobierno m¨¢s breve, de dos o tres a?os, y orientado a la reforma de la ley electoral.

"El objetivo de la nueva ley", a?ade Martelli, "debe ser que la izquierda pueda presentarse unida para dirigir el pa¨ªs sin la DC". El portavoz socialista tambi¨¦n se aparta con ello del programa electoral de su partido, poco propicio a corregir la alta proporcionalidad del sistema electoral italiano, m¨¢s all¨¢ de la introducci¨®n de un l¨ªmite inferior del 5% de los votos que impedir¨ªa el acceso al Parlamento de peque?os grupos como los que se han multiplicado en esta convocatoria. Martelli insiste ahora en un sistema proporcional de tipo franc¨¦s, con elecciones a dos vueltas. Esa correcci¨®n de la ley y un proyecto de reforma federal del Estado deber¨ªan movilizar en torno a la izquierda a "un 60% de los italianos que no han votado ni fascista, ni comunista, ni democristiano" y a los que ni el PSI ni el PDS pueden dejar al albur de la Liga y otros movimientos de protesta.

Occhetto, que nunca rechaz¨® durante la campa?a la entrada en un Gobierno basado en un programa, aunque s¨ª descart¨® pr¨¢cticamente la posibilidad de una alianza con la DC, de momento calla. Los resultados electorales le han convertido en el hombre clave de la situaci¨®n, con una capacidad de potente bisagra.

Desde los democristianos hasta la patronal, Confindustria, pasando por su gran enemigo, el presidente de la Rep¨²blica, Francesco Cossiga, le sugieren ahora que se incorpore al Gobierno para facilitar la salida a la crisis que han dejado las urnas. Pero tiene motivos para temer la reacci¨®n a su izquierda.

Sergio Garavini, secretario de Refundaci¨®n Comunista, la escisi¨®n que no sigui¨® al PDS y que ha logrado consolidar una cuota electoral del 5,6%, declar¨® ayer que el Gobierno previsto por Martelli ser¨ªa "un Gobierno de perdedores que tratar¨ªan de cambiar la ley electoral para reforzar sus posiciones". "En definitiva", dijo, "una estafa". Garavini, que considera que "el problema social" es prioritario sobre la reforma institucional o el d¨¦ficit p¨²blico, llama, en cambio al PDS a trabajar en la oposici¨®n junto a su partido, a los verdes y La Rete de Leoluca Orlando. M¨¢s preocupante para Occhetto es la reacci¨®n del ala izquierda del PDS, que, a trav¨¦s de Pietro Ingrao, habla tambi¨¦n del "problema social".