Rafael Barradas y la vanguardia espa?ola

Figura clave en la animaci¨®n de la vanguardia hist¨®rica espa?ola, el uruguayo Rafael Barradas (Montevideo, 1890-1929) pas¨® en Espa?a los mejores a?os de su actividad art¨ªstica, truncada por una prematura muerte que le impidi¨® cumplir los 40 a?os.Vino a nuestro pa¨ªs en 1914, con tan s¨®lo 24 a?os, y se repatri¨® a los 39, ya tan enfermo que apenas logr¨® sobrevivir dos meses largos en su Montevideo natal.

A diferencia de su compatriota Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa, que tambi¨¦n desempe?¨® un papel decisivo como motor de la vanguardia espa?ola, pero form¨¢ndose dentro de ella, Rafael Barradas lleg¨®, por primera vez, a Barcelona como heraldo de la modernidad italiana y francesa que conoc¨ªa directamente por sus estancias previas en el Mil¨¢n de los futuristas y en el Par¨ªs de las derivaciones del cubismo.

Bastante m¨¢s joven que Torres Garc¨ªa (1874-1949), que adem¨¢s lleg¨® a vivir casi el doble de a?os, Barradas encaj¨® cronol¨®gica y est¨¦ticamente en la generaci¨®n espa?ola del 27, si bien, teniendo en cuenta su privilegiado y precoz contacto con la vanguardia internacional, se adelant¨® a ella, naturalmente en lo que hace referencia a los artistas pl¨¢sticos relacionados con este important¨ªs¨ªmo grupo po¨¦tico.

Amistad con Lorca

En este sentido, es l¨®gico que le admirasen los ultra¨ªstas y la bohemia vanguardista que encabezaba Cansinos-Ass¨¦ns, como que confraternizara con los inquietos j¨®venes de la residencia de estudiantes, algunos de los cuales, como Dal¨ª y Bu?uel, aparte de Garc¨ªa Lorca, con el que mantuvo una estrecha colaboraci¨®n amistosa, llegaron a ser important¨ªsimas figuras del surrealismo.En realidad, este ingenioso, cordial y activo hasta la extenuaci¨®n artista uruguayo logr¨® despertar las simpat¨ªas de todos los m¨¢s interesantes creadores e intelectuales espa?oles del momento, incluso la de los que no estaban alineados en la vanguardia, militante, como, Jos¨¦ Franc¨¦s y Mart¨ªnez Sierra. No obstante, por su talento chispeante y vers¨¢til, as¨ª como por sus filiaciones y gustos art¨ªsticos, personalmente veo a Rafael Barradas m¨¢s cercano de un escritor como Ram¨®n G¨®mez de la Serna, el cual lleg¨® a recoger varias de las proclamas vanguardistas de aqu¨¦l en su c¨¦lebre libro Ismos, sin que ello nos haga olvidar los elogios que tambi¨¦n le prodigaron Manuel Abril y Maroto, entre otros.

Casado con una espa?ola, la turolense Pilar Lainez, que conoci¨® cuando convalec¨ªa en Zaragoza camino de Madrid, todas estas simpat¨ªas y reconocimientos de las mentes m¨¢s despiertas y renovadoras de nuestro pa¨ªs no le evitaron a Barradas tener que trabajar a destajo, alej¨¢ndose no pocas veces de la plena dedicaci¨®n a la investigaci¨®n pl¨¢stica.

Esto explica, junto a su muerte prematura, el que la obra que lleg¨® a realidad no deje de producimos esa sensaci¨®n melanc¨®lica entre lo apuntado como posible y lo que la fatalidad redujo a real, no en absoluto porque los cuadros, dibujos e ilustraciones qu¨¦ llev¨® a cabo no sean muy notables, sino porque nos indican, en efecto, a d¨®nde podr¨ªa haber llegado Barradas de haber sido otras las circunstancias.

En cualquier caso, la exposici¨®n organizada con conocimiento e indudable esmero por la Galer¨ªa Jorge Mara, donde se han reunido hasta casi medio centenar de obras todas ellas provenientes de colecciones espa?olas, es un ejemplo perfecto de lo anterior, pues, a trav¨¦s de ella, apreciamos los destellos m¨¢s fulgurantes del talento de Rafael Barradas, as¨ª como los diversos caminos que se vio impelido a recorrer profesionalmente.

Esto me lleva a pensar qu¨¦ habr¨ªa sido, por ejemplo, de Juan Gris de haber permanecido en Espa?a, interrogaci¨®n que me parece particularmente oportuna para el caso no s¨®lo porque el pintor madrile?o muriera tambi¨¦n, como se suele decir, en la flor de la edad, y no sin antes haber padecido, asimismo, toda suerte de penalidades, pero, habiendo pasado en Par¨ªs plenamente centrado en sus meditaciones pl¨¢sticas aproximadamente los mismos a?os que Rafael Barradas residi¨® en Espa?a. Juan Gris es hoy reconocido como uno de los pintores m¨¢s relevantes del siglo XX, mientras que Barradas a¨²n espera nuestro reconocimiento como un eje vertebral que fue de la vanguardia hist¨®rica espa?ola.