El tr¨¢fico de comisiones ilegales en Mil¨¢n toca a la c¨²pula del partido socialista
Carlo Tognoli, ministro de Turismo del actual Gobierno italiano, en funciones, y Paolo Pillitteri, cu?ado del l¨ªder socialista Bettino Craxi, y diputado electo el pasado 5 de abril, anunciaron el s¨¢bado a la prensa haber recibido sendas notificaciones judiciales de que est¨¢n siendo investigados por un tr¨¢fico de comisiones ilegales registrado en Mil¨¢n. Ambos pertenecen a la c¨²spide del Partido Socialista Italiano (PSI) y, han sido alcaldes de la capital lombarda en 1976-1986 y 1986-1991, respectivamente.
El esc¨¢ndalo, cifrado hasta ahora en una suma pr¨®xima a los 15.000 millones de pesetas, compromete el futuro pol¨ªtico del l¨ªder del PSI, que esta misma semana deber¨¢ intentar una dif¨ªcil negociaci¨®n con los ex comunistas y la izquierda democristiana o, alternativamente, con la Liga del Norte y el secretario de la Democracia Cristiana (DC), Arnaldo Forlani, para promover su aspiraci¨®n a ser presidente de la Rep¨²blica o del Gobierno.Dos t¨¦cnicos municipales del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) han sido detenidos por el mismo asunto, en el que tambi¨¦n han surgido indicios de implicaci¨®n de democristianos. Pero Mil¨¢n ha sido en la ¨²ltima d¨¦cada el feudo por antonomasia de Craxi. Su hijo, Bobo, ocupa la secretar¨ªa local del PSI, mientras Tognoli, craxiano sin fisuras, y Pillitteri, conocido como "el cu?ad¨ªsimo", han regido los destinos de la capital de la moral, que ahora se muestra como la capital del cazo.
Un juez que hoy milita en las filas de La Rete, Carlo Palermo, quiso ya en 1984 investigar a Pillitteri en relaci¨®n con una oscura trama de tr¨¢fico de drogas y armas detectada en Trento. Pero Craxi, presidente entonces del Gobierno, bloque¨® en el tribunal de casaci¨®n aquel intento, que calific¨® de "persecutorio". El juez Antonio di Pietro, que dirige el proceso preliminar en curso, est¨¢ libre de dudas y de compromisos pol¨ªticos. Tiene 42 a?os, fue seminarista y obrero metal¨²rgico en Alemania antes de licenciarse en Derecho, e investigador policial en Mil¨¢n antes que magistrado. Su investigaci¨®n actual arranc¨® el pasado 17 de febrero, cuando fue detenido Mario Chiesa, socialista, presidente del Pio Albergo Trivulzio, una instituci¨®n milanesa dedicada al cuidado de ancianos, mientras percib¨ªa de u?a empresa de limpieza una comisi¨®n ilegal de menos de 700.000 pesetas.
El juez encontr¨® luego a Chiesa cuentas bancarias por cerca de 1.200 millones de pesetas, junto a otros dep¨®sito a nombre de terceros que todav¨ªa se investigan incluso en el circuito suizo, y que han llevado a la prensa italiana a hablar de los 15.000 millones citados. La mayor¨ªa de las operaciones detectadas eran de peque?a cuant¨ªa y, por ello, el esc¨¢ndalo perfila la imagen de un Mil¨¢n en el que cada adjudicaci¨®n de obra o servicio, desde la construcci¨®n del metro hasta la reforma del c¨¦lebre Piccolo Teatro, cada licencia de apertura o traslado de negocio, ha llevado aparejado el pago de la comisi¨®n correspondiente.
Acuerdo entre DC, PSI y PDS
De la investigaci¨®n, por la que han resultado detenidos otros tres cargos locales socialistas y numerosos empresarios -se dice que llegar¨ªa a 150 el total de implicados- se deduce, adem¨¢s, la existencia de un acuerdo entre los tres grandes partidos -DC, PSI y PDS, antes PCI- para la exacci¨®n y el reparto de esas comisiones que habr¨ªan financiado incluso la campa?a de las ¨²ltimas elecciones generales.Pillitteri, que, como Tognoli, niega haber recibido los pagos que Mario Chiesa dice haberle hecho, admite, sin embargo, la posibilidad de que en Mil¨¢n haya operado un mecanismo de este tipo para la financiaci¨®n de los partidos. El esc¨¢ndalo hab¨ªa provocado ya conflictos laborales en el peri¨®dico socialista II Giorno, que ha informado de su desarrollo tan poco como los medios controlados por Silvio Berlusconi, ligado a Craxi y Pillitteri. Ayer parec¨ªa probable que el Ayuntamiento milan¨¦s cayera hoy mismo, mientras que la secretar¨ªa del PSI ten¨ªa previsto colocara la federaci¨®n milanesa del partido bajo la figura extraordinaria de un comisario.
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