Cinco soldados dicen que quemar a un compa?ero es "un juego entre amigos"
Atar de pies y manos a un compa?ero, pasearlo en una carretilla, rociarlo con un l¨ªquido inflamable y prenderle fuego es un "juego entre amigos", seg¨²n cuatro soldados y un cabo -"el m¨¢s chulo del escuadr¨®n", seg¨²n un procesado- que ayer se sentaron en el banquillo en Valencia. Los procesados dicen que la v¨ªctima acept¨® jugar y que "se re¨ªa". El fiscal califica este hecho como un delito de abuso de autoridad y otro de lesiones, y pide, en conjunto, siete a?os de prisi¨®n para los acusados. Los hechos ocurrieron en el III Escuadr¨®n de Caballer¨ªa de Marines (Valencia) en 1988. La v¨ªctima padeci¨® quemaduras en el 22% de la piel. El juicio contin¨²a hoy.
El soldado Jos¨¦ Jim¨¦nez, natural de La Roda (Albacete), ten¨ªa un "car¨¢cter apocado", seg¨²n su abogado, Ram¨®n Milara, y ya hab¨ªa sido objeto de otras "bromas". El 27 de octubre de 1988, le ataron para que "fuera m¨¢s seguro en la carretilla", explic¨® el cabo Jos¨¦ ?ngel Montejano, tambi¨¦n de un pueblo de Albacete y, al igual que Jim¨¦nez, de 19 a?os cuando ocurrieron los hechos. La carretilla llevada por varios de los compa?eros de Jim¨¦nez volc¨® al pasar por un canal¨®n. "Entre risas", seg¨²n el cabo, le echaron alcohol por la camisa para simular que le curaban las supuestas heridas de la ca¨ªda, aunque sab¨ªan que ni siquiera se hab¨ªa hecho da?o. Uno de los soldados, Pedro Sola, utiliz¨® su mechero para encender el cigarro que se la hab¨ªa_apagado y Jimenez se vio envuelto en llamas, seg¨²n la versi¨®n de los procesados. El fiscal y la acusaci¨®n particular piensan de manera diferente. Seg¨²n ellos, los cinco soldados ataron a la fuerza a su compa?ero, le rociaron con gasolina y Pedro Sola acerc¨® su mechero para prenderle fuego. Las llamas les asustaron y se lanzaron sobre ¨¦l para apagar el fuego. La v¨ªctima lleg¨® hasta el botiqu¨ªn, pas¨® al hospital militar y de all¨ª a la Unidad de Quemados de La Fe de Valencia.Jos¨¦ Jim¨¦nez declar¨® a ¨²ltima hora de la tarde de ayer. La v¨ªctima de la broma afirm¨® que no acept¨® en momento alguno participar en el juego. "Estaba atado de pies y manos y por eso no pude defenderme", manifest¨®. A?adi¨® que nadie le cort¨® la cuerda con la que estaba atado. "Era de nylon y se quem¨®. As¨ª pude liberarme, explic¨® Jim¨¦nez. El herido tard¨® tres meses en curar.
"No fue una novatada. Es como si nos ponemos a jugar a f¨²tbol y uno se rompe una pierna", declar¨® el soldado Manuel Sarabia, uno de los procesados. Sarabia declar¨®, en su d¨ªa, que el cabo Montejano era "el m¨¢s chulo del escuadr¨®n".
Los m¨¦dicos que participaron ayer como peritos aseguraron que no puede determinarse con exactitud si el l¨ªquido inflamable fue alcohol o gasolina.
Para los defensores, esta diferencia es importante porque basan su estrategia en demostrar que le vaciaron la botella de alcohol para simular que le curaban, como una parte m¨¢s del juego. El empleo de gasolina demuestra una intencionalidad m¨¢s grave, seg¨²n el acusador.
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