LA construcci¨®n defectuosa de una grada provisional ocasion¨® la tragedia de Bastia
Los espectadores comenzaron a aposentarse cuando los obreros atornillaban todav¨ªa los listones de madera y los tubos met¨¢licos de la gigantesca tribuna suplementaria destinada a ampliar la capacidad del modesto estadio Furiani, en la localidad corsa de Bastia. Poco despu¨¦s, el tinglado, que ni tan siquiera estaba plantado en tierra, se desmoron¨® como una cconsstrucci¨®n infantil bajo el furioso taconeo del p¨²blico. Veinte horas despu¨¦s de la cat¨¢strofe, las autoridades anunciaron que el n¨²mero de muertos se reduc¨ªa a 10, pues un error inicial hab¨ªa duplicado la cifra de v¨ªctimas. Los heridos son 527, 15 de ellos en estado cr¨ªtico.
Francia estaba ayer literalmente conmocionada por la tragedia de Bastia, retransmitida en directo por la cadena televisiva TF-1. Los telespectadores hab¨ªan escuchado Dio vi salvi regina, el himno corso, y las c¨¢maras comenzaban a enfocar a los jugadores de los dos equipos, prestos para saltar al c¨¦sped, cuando un terrible estr¨¦pito anunci¨® la carnicer¨ªa.Durante el resto de la velada, millones de personas siguieron en sus pantallas el horror de los cuerpos reventados; los gritos de dolor, las ambulancias impotentes para salir del atasco de tr¨¢fico, la hierba cubierta de heridos, la noria de los helic¨®pteros aterrizando y despegando en medio del campo; y. tambi¨¦n la belleza de la inmediata solidaridad.
El presidente Frano?ois Mitterrand quiso representar ayer el estupor y la angustia de sus compatriotas. Mitterrand acort¨® su viaje a la Exposici¨®n Universal de Sevilla para desplazarse Bastia. "He sentido lo que todos los franceses: la sensaci¨®n de una fiesta estropeada, de unas vidas rotas en el momento en que se exaltaba el deporte, esa especie, de comuni¨®n popular", dijo Mitterrand.
Su gobierno, a trav¨¦s del Ministro del Interior, ya hab¨ªa creado una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre las causas y responsabilidades de la tragedia, una m¨¢s que a?adir a las puestas en pie por la Asamblea Nacional y la Federaci¨®n Francesa de F¨²tbol.
La FIFA sac¨® ayer mismo una primera conclusi¨®n de la carnicer¨ªa de Bastia. Joseph Blatter, su secretario general, anunci¨® que la edificaci¨®n de. tribunas provisionales de metal y madera en los estadios "ser¨¢ prohibida en fechas pr¨®ximas por el organismo supremo del f¨²tbol mundial. "Tras las tragedias de Heysel (39 muertos), Bradford (53 muertos) y Sheffield (95 -muertos), hab¨ªamos adoptado toda suerte de medidas para garantizar la seguridad, pero no pod¨ªamos prever que a alguien se le ocurriera la idea de levantar una construcci¨®n temporal sin anclaje en el suelo", dijo Blatter.
Ese "alguien" fueron los directivos del Sporting de Bastia, un club de la Segunda Divisi¨®n francesa, que el martes ten¨ªa el honor de afrontar al poderoso Ol¨ªmpico de Marsella, en la semifinal de la Copa de Francia.
Ante el inter¨¦s despertado en toda C¨®rcega por el partido y ante la llegada de millares de aficionados marselleses, los directivos de Bastia decidieron doblar la capacidad del peque?o y vetusto estadio Furiani (8.000 personas). Para ello contrataron, hace apenas una semana, los servicios de Sud-Tribune, una empresa de Niza especializada en levantar tribunas provisionales.
Unas 3.000 personas instaladas en una veintena de filas en lo alto de la tribuna pagaron el precio de esa decisi¨®n. A su s¨²bita ca¨ªda se sum¨® el entierro de muchos bajo un amasijo de tubos y maderas. Entre las v¨ªctimas hubo varios informadores de la prensa escrita y de la radio, que hab¨ªan sido instalados en lo alto de la tribuna.
Af¨¢n de lucro
Muchos supervivientes declararon haber visto c¨®mo los obreros terminaban de atornillar la tribuna cuando las puertas del estadio ya hab¨ªan sido abiertas al p¨²blico. "Maldigo a los directivos del Bastia, que han querido ganar a toda costa dinero", dijo uno de ellos.
Dominque Verdailhan, periodista de la cadena televisiva Antenne 2, testigo ocular de la tragedia, asegur¨® que la construcci¨®n no estaba amarrada a tierra. "Reposaba simplemente sobre peque?os trozos de madera, a fin de darle un cierto nivel. Imagino que los taconazos de 9.000 espectadores durante m¨¢s de dos horas hicieron que los pilones salieran de esas bases de madera".
Los hospitales corsos fueron desbordados desde los primeros minutos que siguieron a la cat¨¢strofe. Como a lo largo de toda la noche del martes al mi¨¦rcoles, una quincena de helic¨®pteros segu¨ªan viajando ayer entre Bastia Y Marsella, localidad esta ¨²ltima donde fueron transportados cientos de heridos. Dos aviones de transporte militar y varios civiles, entre ellos el del Ol¨ªmpico de Marsella, hac¨ªan la misma labor.
Tapie: "Eraa evitable"
J.V. "Era evitable", dijo ayer Bernard Tapie, presidente del Ol¨ªmpico de Marsella y Ministro de la Ciudad en el gobierno socialista franc¨¦s. "No se puede doblar la capacidad de un estadio en una semana", a?adi¨®.
Los jugadores del Ol¨ªmpico de Marsella, que como sus colegas del Sporting de Bastia sudaron y ensangrentaron sus camisetas participando en el rescate de las v¨ªctimas -luego dieron su propia sangre para las transfusiones de urgencia en el mismo c¨¦sped-, segu¨ªan espantados.
Sud-Tribune, la empresa que instal¨® la tribuna, los directivos del Sporting de Bastia, los responsables de seguridad de la Federaci¨®n Francesa de F¨²tbol y la gendarmer¨ªa de la localidad corsa manifestaron que todos ellos hab¨ªan comprobado la seguridad de 40 tribuna del estadio Furiani.
La sociedad France Equipements, de Besancon, que hab¨ªa equipado con tribunas provisionales los Juegos de Albertville, rechaz¨® ayer las informaciones que la vincularon. a la cat¨¢strofe de Bastia. Su desmentido fue confirmado por otras fuentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.