Par¨ªs despidi¨® al soldado Marlene Dietrich
Par¨ªs rindi¨® ayer homenaje al soldado Marlene Dietrich. En un sobrio y hermoso funeral celebrado en la iglesia de La Madeleine, la protagonista de El ¨¢ngel azul fue recordada no tanto como la gran actriz y cantante que fue, sino por su infatigable combate contra el nazismo durante los a?os treinta y la II Guerra Mundial. Para subrayar este aspecto de su personalidad, se sumaron a la ceremonia los embajadores de Estados Unidos, Alemania, Rusia y el Reino Unido y un representante personal del presidente franc¨¦s.En un ata¨²d cubierto por la tricolor bandera francesa y las condecoraciones recibidas en vida por la actriz, el cad¨¢ver de Marlene Dietrich, fallecida el 6 de mayo en Par¨ªs, entr¨® a las 10.30 en el templo. Le segu¨ªa Mar¨ªa, su ¨²nica hija. Un centenar de fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n registraron este postrero paseo de Marlene Dietrich por la ciudad en la que vivi¨® los ¨²ltimos cinco lustros.
En el altar de la iglesia, unos ¨¢ngeles de piedra danzaban en torno a la estatua del personaje b¨ªblico Mar¨ªa Magdalena. La frescura del templo contrastaba con el calor veraniego de las calles parisienses, y las melod¨ªas del ¨®rgano, con la algarab¨ªa de los tubos de escape.
"Marlene vivi¨® como un soldado y hubiera deseado morir como un soldado", dijo el p¨¢rroco de La Madeleine. Y a?adi¨®: "Esta extraordinaria mujer, que en vida protegi¨® celosamente su jard¨ªn secreto, est¨¢ ahora respondiendo a las preguntas definitivas de Dios". El coro enton¨® el Kirie Eleyson y, luego, Louis Bozon, un periodista amigo de la actriz, le dedic¨® el poema La bandera, de Rilke. Junto con Goethe, Rilke fue el poeta favorito de la actriz, que en sus ¨²ltimos a?os apenas sal¨ªa a la calle y dedicaba sus jornadas a la lectura, la m¨²sica y las conversaciones con su hija Mar¨ªa y sus nietos. Al t¨¦rmino de la ceremonia, cubierto esta vez por la bandera norteamericana, el f¨¦retro con los restos de Marlene Dietrich viaj¨® por avi¨®n hacia Berl¨ªn, donde, al lado de su madre, ser¨¢ enterrada ma?ana la propietaria de las piernas m¨¢s hermosas de nuestro siglo.
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