Canciones de amor y despecho para una amazona herida
Isabel Pantoja presenta su ¨²ltimo trabajo con Jos¨¦ Luis Perales en su finca "Cantora"
"Coraz¨®n herido pone en punto el rel¨® de mi sangre". Isabel Pantoja vuelve al tajo con un elep¨¦ del compositor Jos¨¦ Luis Perales, una especie de segundo cap¨ªtulo de aquel Marinero de luces con el que reg¨® de l¨¢grimas los escenarios un a?o despu¨¦s de morir su marido, Francisco Rivera Paquirri. En el nuevo trabajo apenas hay evocaci¨®n del ausente, pero persisten los dolores y penurias. Desgarro, pasi¨®n y hasta despecho contra las amigas traidoras. En su finca Cantora, vestida con un traje de amazona, la tonadillera se puso ayer en jarras: "Que se busquen a otra los que me han perseguido".
Este es el estribillo de la canci¨®n que lleva por bandera el ¨¢lbum Coraz¨®n herido, producido por la casa discogr¨¢fica RCA con letra y m¨²sica de Jos¨¦ Luis Perales. "S¨ª, que se busquen a otra para herirla, para machacarla y para ensa?arla; Que se miren desnudos frente al espejo ?y a ver si alguno pueda lanzar la primera piedra7. Isabel Pantoja ha salido, por fin (dos horas de espera en el port¨®n), del caser¨ªo de Cantora -la hacienda que hered¨® del finado Paquirri- y ha dejado estupefacta a la limitada concurrencia. Como Gloria -Swanson en El Crep¨²sculo de los dioses, la tonadillera baja lentamente los escalones del jard¨ªn de la piscina, se para, mira brava y mece las caderas con las manos en la cintura. Las c¨¢maras fotogr¨¢ficas disparan. "Me he vestido as¨ª para vosotros, era dif¨ªcil escoger la ropa y, ya v¨¦is, me he puesto de amazona".
La presentaci¨®n del disco no es un acto oficial, aclara. "Es s¨®lo para los periodistas-periodistas, no para los que me han difamado. Quiero que sea un encuentro entre amigos y por eso he abierto por primera vez las puertas de mi casa, que es la vuestra". Sus palabras supuran recelo por los cuatro costados. Lo mismo que sus ojos. Lo mismo que sus canciones. "Estoy herida, lo he pasado mal", responde Isabel Pantoja se le pregunte lo que se pregunte. "El t¨ªtulo no es de culebr¨®n. Se trata de un reflejo de lo que he sentido este a?o atr¨¢s. Desenga?os, malas vibraciones a mi alrededor... A Jos¨¦ Luis le habl¨¦ de todo, de mi vida.,de mi gente y plasm¨® este maravilloso d¨ªsco. Quiz¨¢s sea la segunda parte de Marinero de luces, est¨¢ cantado con el alma".
Es dificil elegir una letra para ilustrar este compendio de pasiones desmesuradas. Aunque unade ellas llama especialmente la atenci¨®n, pues versa sobre el ajuste de cuentas con una amiga que al final result¨® rana. Dice: "Me enga?aste/ te cruzaste una tarde en mi vida/ disfrazada de amiga/ para luego inventar lamentira/ y echarla a volar./ Y sembrar en la gente / esa duda que llega y que duele". En otras, regresa a los temas tradicionales de la canci¨®n espa?ola de siempre y destila fuego: "No importa c¨®mo sea, yo le quiero/ galopando a caballo de mis noches/ recorriendo las playas de mi vientre/ y apagando la llama de mis besos". E incluso proclama para quien lo quiera o¨ªr: "Por un beso dejar¨ªa tantas cosas/ matar¨ªa mi pasado hasta el olvido".
Denominaci¨®n de origen
En los primeros temas del ¨¢lbum Perales reivindica para Isabel Pantoja la denominaci¨®n de origen: Sevilla y "el vientre" de Andaluc¨ªa. Y para rematarlo con la imagen, la tonadillera pos¨® ayer vestida de amazona, con sombrero cordob¨¦s, el pelo recogido en una trenza y botos camperos. Fotos en las cuadras frente a los caballos, Campe¨®n y Trianero, en el granero, y en el brocal del pozo. Pero no hubo forma de llevarla al tentadero. Por ninguna parte apareci¨® el clan Pantoja. Isabel estuvo sola: Ni do?a Ana (su madre), ni Francisco Jos¨¦ Paquirr¨ªn (su hijo). Un restaurante contratado sirvi¨® una paella, e Isabel revolote¨® de mesa en mesa, gentil, como una verdadera anfitriona. Cuando acabe la promoci¨®n del elep¨¦ en Espa?a se ir¨¢ a Am¨¦rica en noviembre para una gira de tres meses. Para dentro de unos d¨ªas ya tiene concertadas entrevistas en varias cadenas de televisi¨®n y la portada de diversas revistas. "Que se busquen a otra, porque yo no puedo soportar este juego". Canta ella.
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