La simbolog¨ªa mafiosa
El asesinato del Juez Giovanni Falcone por la Mafia devolvi¨® por un momento a Italia su sentimiento de unidad nacional, seg¨²n el autor del art¨ªculo. Considera que el atentado responde a la simbolog¨ªa mafiosa, a la que el Parlamento ha replicado con la suya propia acelerando la elecci¨®n del presidente.
?Existe un nexo entre el asesinato de Giovanni Falcone por parte de la Mafia y la elecci¨®n de Oscar Luigi Scalfaro para la presidencia de la Rep¨²blica de Italia? El nexo existe, y la propia Mafia, que es una estructura simb¨®lica, lo ha establecido al realizar una demostraci¨®n de fuerza precisamente en los d¨ªas en que el Parlamento italiano viv¨ªa momentos de impotencia por su incapacidad en el elecci¨®n de un jefe de Estado.Pero el nexo tambi¨¦n existe fuera de la simbolog¨ªa mafiosa: ha estado en juego el papel simb¨®lico del Parlamento. En Italia (sobre todo en el Norte) hay una negaci¨®n de la legitimidad de los partidos, especialmente si pertenecen al Gobierno. Esto ha originado el surgimiento de un movimiento en el norte de Italia, las Ligas, que promueven la constituci¨®n de una Rep¨²blica del Norte bas¨¢ndose en la declaraci¨®n de heterogeneidad entre el valle del Po y el Reino de las Dos Sicilias. La Italia del Sur parece en gran parte propiedad privada de la Mafia; desde all¨ª, la Mafia intenta introducirse tambi¨¦n en el Norte.
Giovanni Falcone era siciliano, un hombre del Sur, y es tambi¨¦n el hombre que hab¨ªa obtenido los principales ¨¦xitos en la lucha contra la Mafia. Era el ¨²nico que hab¨ªa dise?ado una estrategia anti-Mafia a largo plazo, basada en una ¨²nica estructura judicial de instrucci¨®n para todos los casos de Mafia. En esto tuvo el apoyo del ministro socialista Claudio Martelli y la oposici¨®n de sus colegas de la Magistratura.
Su muerte ha demostrado el poder de la Mafia, que probablemente hab¨ªa colocado el explosivo bajo el puente de la autopista hac¨ªa ya tiempo. Pero tambi¨¦n ha hecho sentir a los italianos del Norte que el Sur y el Estado est¨¢n inmersos en una lucha contra la Mafia, y quiz¨¢s por un momento ha contenido las dudas sobre la legitimidad de los partidos y del Gobierno.
Unidad nacional
Con su muerte, Falcone ha vuelto a dar forma a un sentimiento de unidad nacional. Esto ha dado fuerza al Parlamento y ha hecho creer a los pol¨ªticos que era el momento en el que pod¨ªan y deb¨ªan poner fin al ballet de los votos rec¨ªprocos y dar a Italia un presidente.
Antes de la matanza de Palermo, en la que tambi¨¦n han resultado muertos la mujer y loshombres de la escolta del juez, los candidatos eran dos: Andreotti y Spadolini.
Andreotti, el gran tejedor de las relaciones pol¨ªticas transversales que le ata?en, pod¨ªa obtener los votos de los disidentes de todos los partidos, y al final de una larga serie de votaciones recoger tambi¨¦n los de la Democracia Cristiana, que no quer¨ªa designarlo como su candidato.
Spadolini era el candidato institucional y pod¨ªa, por tanto, ser elegido cuando el Parlamento hubiera tenido que dejar constancia de su incapacidad para proponer una candidatura pol¨ªtica.
En ambos casos se habr¨ªa necesitado otra semana de votaciones: precisamente la que, despu¨¦s de la matanza de Palermo, no se pod¨ªa permitir el Parlamento. Hab¨ªa llegado el momento de intentar oponer al s¨ªmbolo de la Mafia, el Parlamento como s¨ªmbolo. Y se deb¨ªa hacer r¨¢pidamente. Andreotti ya no pod¨ªa dirigir su organizaci¨®n de clientes de todos los partidos porque el tiempo apremiaba. Spadolini significaba la no elecci¨®n, y, adem¨¢s, tiene fama de ser hombre de palabras, pero no de acciones. En el pa¨ªs, Spadolini es un personaje notable, pero no tiene autoridad.
El hombre elegido, Oscar Luigi Scalfaro, es un personaje singular. Diputado por Novara, tiene esca?o en el Parlamento desde 1946. Cuando el partido democristiano se organiz¨® en corrientes, ¨¦l eligi¨® la minoritaria de Mario Scelba y se convirti¨® de esta forma en un exiliado pol¨ªtico dentro de su partido durante 30 a?os.
Le sac¨® de su infortunio el l¨ªder socialista Bettino Craxi al nombrarle ministro del Interior en 1983. En aquel momento, su corriente pol¨ªtica hab¨ªa desaparecido hac¨ªa tiempo, y Scalfaro era un hombre solo. Pero despu¨¦s de la experiencia de Gobierno ten¨ªa m¨¢s respetabilidad, y la utiliz¨® para criticar las costumbres de su partido.
Propuso y dirigi¨® una investigaci¨®n sobre el uso que se hac¨ªa en el Sur de los fondos de ayuda por el terremoto de 1980 en Irpinia. Ciriaco de Mita, ex secretario de la Democracia Cristiana, estaba involucrado en el uso privado de estos fondos. Se ech¨® tierra sobre la investigaci¨®n del esc¨¢ndalo, no por falta de resultados, sino porque ¨¦stos eran demasiado graves. Se habl¨® largo y tendido del Irpiniagate, ya que ¨¦sta es la provincia de De Mita.
Scalfaro se convirti¨® as¨ª en la voz de la conciencia del Parlamento: hab¨ªa conseguido convertir en fuerza pol¨ªtica su ausencia de 30 a?os del Gobierno. Hombre de Acci¨®n Cat¨®lica, Scalfaro no es, sin embargo, clerical. Su corriente se hab¨ªa fundado siguiendo la tradici¨®n de Don Sturzo, fundador del Partido Popular en 1919 y que hab¨ªa intentado crear junto con otros cat¨®licos un partido no confesional.
Scalfaro es el hombre justo que llega en el momento justo: es un hombre que hab¨ªa criticado la corrupci¨®n de los partidos. ?Qu¨¦ mejor intermediario entre el mundo de los partidos y la ilegitimidad que la oponi¨®n p¨²blica atribuye a las formaciones pol¨ªticas? Eran necesarias esas muertes dolorosas para que fuera posible un salto cualitativo que el Parlamento hab¨ªa sido incapaz de dar.
Gianni Baget Bozzo es te¨®logo y diputado en el Parlamento Europeo por el Partido Socialista Italiano.
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