Indur¨¢in no transige en la etapa m¨¢s monta?osa

Miguel Indur¨¢in extendi¨® ayer su absoluto control sobre el Giro a los detalles m¨¢s nimios. Lo hizo en la etapa m¨¢s monta?osa de la carrera italiana. No existe favorito capaz de encontrar resquicios en el pedaleo elegante, casi displicente, del corredor navarro. A su espl¨¦ndida forma f¨ªsica une Indur¨¢in un sentido t¨¢ctico pr¨¢cticamente perfecto. Ayer solt¨® las riendas al ataque, desde lejos y desbocado, del italiano Giorgio Furlan (Ariostea), de 29 a?os. Fue el ¨²nico que, dada su desventaja en la general, obtuvo permiso de Indur¨¢in y el equipo Banesto.

Los t¨¦cnicos, entendidos y valedores del ciclismo italiano empiezan a arrojar la toalla. Ninguno de sus m¨²ltiples aspirantes al triunfo es capaz de despegar de sus talones a Indur¨¢in. Nadie es capaz de suicidarse con un ataque largo que pudiera hacer trabajar m¨¢s de la cuenta al ¨²ltimo vencedor del Tour. Para lanzar un ataque de tal envergadura necesitar¨ªan encontrar alg¨²n punto d¨¦bil en el hombre al que batir. En cualquier caso, ayer era una jornada propicia. Se trataba de la m¨¢s monta?osa de la carrera, con un puerto de segunda categor¨ªa, la cima Coppi -de 2.239 metros, la m¨¢s alta por la que transita la presente edici¨®n- y el monte Bondone, de primera categor¨ªa, por el que se transit¨® en dos ocasiones; en la segunda, adem¨¢s, estaba instalada la meta. Por si fuera poco, no falt¨® la lluvia ni el fr¨ªo, inclemencias que no son favorables a las conveniencias del jefe de filas del Banesto.

Implacable

El impaciente Chiappucci volvi¨® a refrendar su peculiar estilo e intent¨® atacar en el primer paso del Bondone. Pero Indur¨¢in estuvo implacable. Nadie pudo despegarse de ¨¦l. Es m¨¢s, incluso pas¨® en tercera posici¨®n, por detr¨¢s de Furlan, que ya hab¨ªa iniciado su larga escapada en el ascenso, y del propio Chiappucci. Al coincidir el paso por la cima con el Intergiro, exist¨ªan unos pocos segundos de bonificaci¨®n. Indur¨¢in se mostr¨® entre avaro e intransigente, y tan s¨®lo permiti¨® que Chiappucci le sacara dos segundos.El dominio del ciclista espa?ol es tal que parece ordenar tanto a sus compa?eros de equipo como establecer, si no pactos, s¨ª algunos principios de acuerdo con determinados rivales. Ayer habl¨® con Herrera, con Conti, con Giovannetti. En la ¨²ltima ascensi¨®n, desde el centro del grupo, tuvo tiempo para hacer algo m¨¢s lento su ritmo, para escudri?ar el rostro de sus rivales, para medir sus fuerzas.

Durante los ¨²ltimos kil¨®metros se repiti¨® la historia del d¨ªa anterior. Salt¨® Lelli, noveno en la general, tras el franc¨¦s Ru¨¦ y con Philipot, tambi¨¦n franc¨¦s y compa?ero de Indur¨¢in. Lleg¨® a disponer de casi dos minutos y medio de ventaja. Pero Indur¨¢in no se impacient¨®. Junto a otro compa?ero, el franc¨¦s Armand de las Cuevas, se mantuvo siempre expectante en el grupo de favoritos. Tanto Philipot como De las Cuevas ralizaron un notable trabajo en beneficio de su jefe de filas.

A 10 kil¨®metros del final, empezaron los ataques m¨¢s peligrosos para el corredor espa?ol. Pero Chioccioli, Giovannetti, Conti, todos de forma indefectible, cuando parec¨ªan haber hecho ya un esfuerzo gigantesco, sobrehumano, por depegarse de la maglia rosa, volv¨ªan a sentir el aliento de ¨¦ste en el cogote. Desesperante para todos ellos. Otros todav¨ªa lo pasaron peor. Los italianos Vona (a 12 segundos) y Lelli (a m¨¢s de seis minutos), el colombiano Herrera (a dos minutos), el venezolano Sierra (a casi tres minutos), el let¨®n Ugrumov (a cinco) y, por supuesto, el franc¨¦s Fignon (a casi 20), volvieron a ceder terreno. Los espa?oles Juan Tom¨¢s Mart¨ªnez y Gonz¨¢lez Arrieta, ambos del equipo Festina, volvieron a realizar una etapa notable. Consumados los fracasos del Once y del Seur, son lo ¨²nico rese?able de un ciclismo espa?ol que, pese a estar representado con cuatro equipos, vive a expensas de Indur¨¢in.

M¨¢s monta?a

A los escaladores, a los que conf¨ªan en la monta?a como ¨²nico terreno susceptible de batir a Indur¨¢in, tan s¨®lo les restan dos oportunidades, las etapas del mi¨¦rcoles (Monvisso) y jueves (Pila), y deben contar adem¨¢s con su inferioridad previsible, casi matem¨¢tica, en la ¨²ltima etapa. contrarreloj, la especialidad favorita del l¨ªder.Los especuladores tambi¨¦n, recuerdan que el lunes se entra en la tercera semana el periodo en el que, hace un par de temporadas, Indur¨¢in acostumbraba a perder gran parte de su potencial. Pero el a?o pasado, tanto en la Vuelta como en el Tour, el ciclista del Banesto ya demostr¨® con creces que hab¨ªa acabado con ese tal¨®n de Aquiles.