Poder fuerte y peligros para la democracia en Rusia
"Es un Gobierno de transici¨®n hacia un s¨®lido Gabinete comunista". Esta pesimista definici¨®n del nuevo equipo formado por Bor¨ªs Yeltsin, hecha d¨ªas atr¨¢s por un comentarista de la influyente Nezav¨ªsimaya Gazeta (Diario Independiente), muestra con claridad que en Mosc¨² se est¨¢ produciendo un cambio profundo. "Vamos hacia un poder fuerte", afirm¨® ayer el reci¨¦n cesado alcalde de Mosc¨², Gavriil Popov, quien agreg¨® que ese poder -"necesario para llevar a cabo la reforma"- pod¨ªa ejercer su funci¨®n "manteniendo los principios democr¨¢ticos", pero no descart¨® que adoptara la v¨ªa de prescindir de ellos.La composici¨®n del nuevo Gobierno de Bor¨ªs Yeltsin ha puesto de manifiesto el alcance del pacto con el complejo militar-industrial que el presidente apunt¨® el 5 de abril cuando compareci¨®, en un mismo acto de reafirmaci¨®n reformista, con Arkadi Volski, el presidente de la Uni¨®n de Industriales y Empresarios. En la actualidad, Volski ya ha creado su propio partido Renovaci¨®n, para canalizar m¨¢s fluidamente su poder pol¨ªtico. El pacto ha supuesto la inclusi¨®n en los m¨¢s altos escalones del Gobierno de tres, dirigentes de primera fila de las grandes empresas, que tienen tras de s¨ª a la mayor parte de los 80.000 cuadros que controlan la producci¨®n de Rusia y que conformaron una estructura b¨¢sica del desaparecido partido comunista.
Esos tres dirigentes son Vlad¨ªmir Shumeiko, que ha accedido al Gabinete con el mismo rango que Yegor Gaidar, el padre de la reforma econ¨®mica; Gueorgui Jizh¨¢, que no ha ocultado en sus declaraciones que ¨¦l representa en el Gobierno a "la crema de la industria nacional", y V¨ªktor Chernomirdin, como dirigente del complejo del petr¨®leo y el gas, principales bienes de exportaci¨®n de Rusia. Los tres cuentan con el apoyo p¨²blico de Volski con lo que noquedan dudas de que tras ellos est¨¢ lo que antes se denominaba complejo militar industrial y en esta ¨¦poca de reconversi¨®n se conoce simplemente como gran industria.
Los sectores m¨¢s decididamente reformistas no ha? ocultado su temor a que la entrada de los appIar¨¢tchik en el Gabinete pueda hacer tambalear el tr¨¢nsito democr¨¢tico hacia la econom¨ªa de mercado. Yeltsin, sin embargo, presenta el cambio de Gobiemo como una ampliaci¨®n de su base social, porque al equipo de economistas te¨®ricos encabezados por Gaidar ha unido ahora "un grupo de hombres.con experiencia en la producci¨®n".
El liberal Popov se mostr¨® ayer de acuerdo con esta segunda interpretaci¨®n y subray¨® que el pacto con los capitanes de empresa es una buena jugada que va a servir para neutralizar la pol¨ªtica de oposici¨®n sistem¨¢tica desarrollada hasta ahora por el Parlamento. Al fin y al cabo, el cabeza de serie de los nuevos viceprimeros ministros, Shumeiko, ha sido durante m¨¢s de medio a?o vicepresidente de la C¨¢mara.
Base social
Pero esta ampliaci¨®n de la base social del actual poder no supone un reforzamiento de los principios democr¨¢ticos. Al contrario, el pacto con el sector econ¨®mico de la vieja nomenklatura refuerza las posiciones autoritarias de Yeltsin, hasta ahora m¨¢s o menos contrapesadas por las ra¨ªces democr¨¢ticas del bloque que le llev¨® a la presidencia.
Todos los grupos que ahora dan apoyo, a Yeltsin est¨¢n de acuerdo en que es preciso reforzar el papel del presidente en detrimento del legislativo, especialmente del Congreso de los Diputados, que se pretende suprimir cuanto antes. El presidente est¨¢ tambi¨¦n dispuesto a reforzar el papel del Ejecutivo frente a las autoridades, locales y regionales creando la figura del gobernador general y dot¨¢ndole de amplios poderes, con el fin de contrarrestar las tendencias separatistas.
Algunos observadores han querido ver en la puesta en libertad del dirigente golpista Vasili Starod¨²btsev un bot¨®n de muestra de la profundidad del pacto alcanzado por Yeltsin y la nomenklatura econ¨®mica. Fuera del pacto, evidentemente, ha quedado Mija¨ªl Gorbachov, elegido como cabeza de turco en la que calmar las ansias anticomunistas de buena parte de la poblaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.